VICTORIA PREGO – EL MUNDO – 12/06/15
· El error es mayúsculo y se ha consumado en Valencia. El Partido Socialista se ha hecho a un lado y ha asumido un programa que no es suyo, sino de su adversario político, a cambio de obtener el raquítico premio de sentar a uno de los suyos en la cúspide del poder autonómico. De este modo Ximo Puig alcanza su sueño y el PSOE empieza a demostrar que tiene poder.
Pero no sólo no lo tiene, sino que es ahora cuando empieza a perderlo porque pierde la nitidez de su perfil político e ideológico. Por eso es raquítico el premio, porque no vale lo que al Partido Socialista le va a costar a medio plazo.
No hay más que echar una ojeada al Acuerdo del Botànic para darse cuenta de que es un texto salido de las manos de los partidos a la izquierda del socialista y con ribetes nacionalistas. Es decir, es un programa de Podemos y de Compromís. Incluso el lenguaje empleado es el propio de esas formaciones.
E, independientemente de que lo que proponen los firmantes del acuerdo va a suponer un incremento formidable del gasto público, un aumento del déficit y una adanista pretensión de refundar la Comunidad y de reinventar la acción política, lo que significa este pacto es que en el PSOE se abre una brecha por la que entrarán los componentes de Podemos para instalarse sin dificultad dentro del propio organismo socialista.
Esta es la primera y más grave equivocación cometida por Pedro Sánchez en este periodo posterior a las elecciones. Porque además, el PSPV ha tenido que aceptar que el nacionalista Ribó se haga con la Alcaldía de la ciudad de Valencia. Y aunque parece que Puig se va a hacer con la Presidencia de la Generalitat, todavía tiene a Mònica Oltra pugnando por ella. Es decir, que el socialismo no sólo se ha dejado invadir sino que está, para mayor desastre, rodeado.
Y sería mortalmente ingenuo el secretario general si pensara que de esta jugada va a sacar algún rédito para la causa de su partido, porque el propósito de sus aliados no es otro que el de crecer a costa del PSOE, al que van a utilizar para aumentar sus respectivas bases de electores. Eso es especialmente cierto en el caso de Podemos aunque es seguro que Compromís va a tirar del Partido Socialista hacia las posiciones nacionalistas, que son la seña de identidad de la formación de Oltra y que han quedado perfectamente reflejadas en ese Acuerdo del Botànic que el socialismo valenciano ha firmado con una conformidad que deja pasmados a muchos de los que lo hemos leído.
Por lo demás, si este programa –que no hace mención ninguna al coste que van a suponer todas las medidas que anuncia, algunas disparatadas y otras sencillamente inviables– se llega a aplicar, tendremos en la Comunidad una réplica en miniatura de la Cataluña de Mas. Y eso con apoyo del PSOE. Qué error.
VICTORIA PREGO – EL MUNDO – 12/06/15