La carta de Pedro

EL MUNDO 16/06/17
SANTIAGO GONZÁLEZ

Pedro Sánchez escribió ayer en EL MUNDO para celebrar el cumpleaños de nuestras elecciones constituyentes. Empezaré por aplaudir los aciertos, que tratándose de Sánchez es siempre un capítulo breve. Acierta al decir que aquello fue el inicio del periodo de mayor progreso que hemos conocido. «Guiados por el espíritu de la Transición, conseguimos superar nuestras diferencias para construir juntos una democracia europea moderna».

Tengo un recuerdo preciso de ese pacto. Y fotos. El 8 de octubre de 1977, Carrillo fue presentado en el Club Siglo XXI por Fraga, que arrancó diciendo: «El conferenciante que les voy a presentar es un comunista de tomo y lomo». Fue una de las escenas más representativas de la Transición: Fraga y Carrillo encarrilando a la derecha franquista y a la izquierda comunista, dos movimientos no democráticos, por la vereda constitucional. Las dos Españas se amnistiaron mutuamente: Fraga a Carrillo, por Paracuellos; y Carrillo a Fraga, por el fusilamiento de Julián Grimau.

Lo que no se entiende es que Sánchez sea incapaz de pactar hoy con Rajoy, como Carrillo con Fraga en el 77. Él solo espera que se levanten los vetos cruzados (entre Cs y Ps) para echar a Rajoy, expresión de wishful thinking que sólo puede partir de alguien que no viera el debate, el encarnizamiento con que el macho alfalfa se aplicaba contra todos sus adversarios y muy principalmente contra Albert Rivera, que en una impecable intervención dejó en evidencia su falta de rigor y conocimientos y su escasa inclinación al trabajo. Chulo, faltón, prepotente, ignorante y cursi, se recreó llamando a su adversario «vendedor de productos bancarios», como si sus escraches a Rosa Díez lo avalaran en su condición de intelectual, tras llamar «Dustis» a Dastis y «Solé Turá» a Jordi Solé Tura y atribuir, al igual que la Krupskaia a Eduardo Zaplana, aquel «estoy en política para forrarme» del acosador de Canal 9, Vicente Sanz. ¿Recuerdan Campeón? Pepiño Blanco, José Zaragoza, el alcalde socialista de Lugo Orozco, el diputado del BNG Fernando Blanco y el del PP Pablo Cobián, pero la nínfula se lo cuelga todo a Rajoy ¿El caso del lino? Los acusados fueron absueltos por el TS hace más de 10 años. ¿Los trajes de Camps? Absuelto por el tribunal de Valencia y el Supremo. Y en este plan. Pero esta parejita está unida por el rencor constante más allá de la muerte, a lo Quevedo. Bueno, igual ya no, porque mentar a Quevedo ante Tardà es buscarse líos.

No se puede comparar a Rivera con un tipo como Iglesias, a quien le da igual Margarita Nelken, la jefa del abuelo, que Clara Campoamor. Sánchez lo salvó con su llamada de ayer. Si este tuviera la memoria y la decencia de Rivera recordaría aquel Gobierno de coalición que le montó mientras él hablaba con el Rey y lo de la cal viva de Felipe. No pueden acordar otra moción de censura, porque él no tiene escaño, pero si llegan a algún tipo de acuerdo, Iglesias se va a poner tan contento como el oso de sexualidad alternativa con la tercera visita del cazador insistente: «Tú no has venido aquí a cazar, ¿verdad?»