LA EXTORSIÓN DE ETA «SE HA PARADO»

Si se confirma, sería la primera vez que ETA ha detenido la extorsión en su historia reciente; las cartas amenazantes continuaron durante las treguas anteriores declaradas en 1998-1999 y 2006-2007.

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Desde que ETA declaró el alto el fuego en su batalla por la independencia vasca el 10 de enero, ha dejado de obtener dinero de las empresas mediante amenazas de violentas venganzas, aseguran las firmas.

La extorsión ha sido hasta ahora la mayor fuente de financiación para ETA, cuya campaña de inspirar temor con tiroteos y atentados ha costado la vida a 829 personas durante más de cuatro décadas.

El responsable de una pequeña empresa en el País Vasco, España, que sólo quiso decirnos su nombre de pila, Iñaki, dijo que recibió la última carta de 300.000 euros ($412,000) en septiembre.

Escrita en vasco y en español, estaba firmada por “Euskadi ta Askatasuna”, o País Vasco y Libertad (ETA).

Era su cuarta carta, la primera de las cuales cuatro años antes le solicitaba el pago de 120.000 euros.

Él nunca pagó.

“Hubo amenazas diciendo que las familias y propiedades de quienes no accediesen a pagar podrían ser objeto de acciones de venganza” dijo el responsable de la empresa, de unos 60 años.

“Podían haber puesto un bomba en tu coche, o mandarla a la fábrica”.

Iñaki dice que está “más tranquilo” desde que se declaró el alto el fuego pero se mantiene cauteloso. “Todavía evito algunas zonas, a veces reviso los bajos del coche” para ver si hay una bomba.

“Por ahora, no creo que vuelvan las cartas. Pero me gustaría ver qué pasa. Estoy más tranquilo, pero no completamente”, dice. “Creo que estamos cerca del final definitivo (de ETA) pero todavía no estoy completamente seguro”.

En las últimas semanas no ha habido ninguna de las tristemente famosas cartas pidiendo el “impuesto revolucionario” y firmadas con el símbolo de ETA de una serpiente enrollada en un hacha, dice la confederación de empresarios vascos Confebask.

Joseba Marcaida, presidente de la federación en defensa de las personas amenazadas por ETA, Zaitu, dice que desde noviembre de 2010 no se han recibido nuevas cartas de extorsión.

Si se confirma, sería la primera vez que ETA ha detenido la extorsión en su historia reciente; las cartas amenazantes continuaron durante las treguas anteriores declaradas en 1998-1999 y 2006-2007.

Cada carta pide una cantidad precisa, variando desde varios miles de euros a varios cientos de miles de euros, dependiendo del tamaño de la empresa, dice el analista de ETA, Florencio Domínguez, redactor jefe de Vasco Press.

Como si fuera una agencia de cobro, envía recordatorios a las empresas con penalizaciones hasta que pagan, dice.

Pero para Mikel Buesa, especialista en financiación del terrorismo de la Universidad Complutense de Madrid, una pausa de unas pocas semanas no prueba que la banda haya abandonado esta práctica.

Dice que las cartas de extorsión se envían habitualmente por oleadas, con pausas de varios meses entre ellas.

En 2010, los correos de extorsión parecieron intensificarse exigiendo cada vez mayores sumas, como si ETA estuviera tratando de redoblar sus esfuerzos para recoger tanto dinero como fuera posible antes del alto el fuego, dice.

Según Buesa, sólo el 10-20 por ciento de las empresas amenazadas pagan y, a menudo, lo hacen en plazos de varios años.

El dinero recaudado en los últimos años, que se estima en 3,5 millones de euros en 2009 y 5,1 en 2010, continuaría financiando a ETA en los próximos meses, dice.

Buesa dice que el temor inspirado por ETA se había relajado desde su último atentado en agosto de 2009. Pero eso no significa que los responsables de las empresas que fueron amenazadas en el pasado sientan que ahora puedan relajarse.

“La extorsión es sutil y los empresarios lo saben”, dice Buesa.

“Ahora ellos no están amenazados de muerte pero les hicieron la vida imposible y sufrieron pérdidas económicas”, por ejemplo, con atentados incendiarios en sus negocios, dice.

World News Australia (AFP), 28/1/2011