La Fiscalía le señala a ‘Kantauri’como autor intelectual del asesinato de Miguel Ángel Blanco

EL MUNDO – 15/01/16

· La Fiscalía cree que hay un culpable más en la muerte de Miguel Ángel Blanco. Es José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, jefe de comandos de ETA en 1997, cuando la banda secuestró y asesinó al concejal de Ermua, marcando así un hito en la actuación de la organización y en la respuesta de la sociedad.

· El asesinato ya tiene dos condenados como autores materiales: Francisco García Gaztelu, Txapote, e Irantzu Gallastegui, Amaia. Ahora el fiscal del caso, Miguel Ángel Carballo, pide al juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco que reabra el sumario e interrogue y procese a Kantauri como inductor del asesinato, por haber dado la orden directa y expresa para su ejecución.

«El Ministerio Fiscal ha examinado minuciosamente otros procedimientos penales por terrorismo y ha identificado nuevos elementos indiciarios de contenido incriminatorio que, más los obrantes en este sumario, han permitido establecer de forma sólida, con carácter presuntivo, la participación en el crimen del entonces dirigente de ETA José Javier Arizkuren Ruiz, Kantauri, dando la orden al comando ejecutor para secuestrar y asesinar al concejal».

El fiscal cita un informe de la Guardia Civil que sitúa a Kantauri como jefe militar en el momento de los hechos. También esgrime dos cartas manuscritas de Kantauri en las que el jefe etarra trasladaba a los comandos la decisión de ETA de presionar más al Estado con el secuestro de concejales. «Poned toda la fuerza posible en levantar a un concejal del PP, dando un ultimátum de días para que los presos estén en Euskadi», decía en una. «Poned toda vuestra fuerza, ganas y militancia en levantar un concejal del PP», escribía en otra posterior.

Para sostener su petición, el fiscal recupera también declaraciones de etarras en diversos sumarios en las que señalan a Kantauri como su jefe y quien les ordenaba directamente los atentados.

El escrito de la Fiscalía que dirige Javier Zaragoza recuerda igualmente que Kantauri ya ha sido condenado por ordenar el asesinato del concejal del PP Jiménez Becerril y el de su esposa, perpetrado un año después del de Blanco. En esa sentencia se consideró probado que él fue responsable del cambio de estrategia de ETA y que los comandos debían recibir «su autorización concreta para atentar contra políticos, a diferencia de lo que ocurría cuando la víctima pertenecía a otro colectivo, como la Policía». Kantauri fue responsable de comandos desde 1994 (cuando sustituyó a Mobutu) hasta su arresto en Francia en 1999.

El juicio contra Txapote y Amaia por el asesinato de Blanco se celebró en 2006. Concluyó con la expulsión de la sala de los familiares y amigos del concejal, que celebraron en pie y con gritos de justicia el emotivo informe del fiscal Carballo. Por entonces Txapote frecuentaba el banquillo de la Audiencia exhibiendo actitudes chulescas. Ese día encontró la respuesta que enardeció a las víctimas: «No podemos comprender humanamente la indiferencia de los acusados, a no ser que se trate de una artificial pantalla para salvar la cobardía», dijo el fiscal.

Txapote y Amaia se llevaron 50 años de cárcel. Pero aquellos eran los autores materiales y la condena de jefes de ETA por los atentados de los comandos no es frecuente. La jurisprudencia exige que se demuestre la orden concreta de atentar. No basta, pese a la férrea jerarquía de la banda, con haber sido el jefe del comando o haber dado una orden general de perpetrar atentados. Pese a esa dificultad, el paso dado ahora por la Fiscalía hace posible que vuelva a celebrarse un juicio y que Txapote regrese a la Audiencia para explicar si el hombre del banquillo fue quien le ordenó el asesinato del que nació el espíritu de Ermua.

TAMBIÉN POR ORDÓÑEZ

Imputado desde noviembre. A Kantauri, condenado ya de largo a mucho más de los 30 años máximos de prisión efectiva, se le acumulan las causas. La reapertura solicitada el miércoles por la Fiscalía por el asesinato de Miguel Ángel Blanco se suma a la acordada el pasado 11 de noviembre por el juez Santiago Pedraz por otro de los atentados de mayor repercusión de ETA, el de Gregorio Ordóñez.

«Rígida disciplina». El juez Pedraz acordó la imputación de Arizkuren Ruiz y de otros cuatro ex jefes etarras por el asesinato de Ordóñez, basándose en un informe de la Guardia Civil que establece que desde principios de los 80 ETA ha actuado «sobre la base de una jerarquía basada en una rígida disciplina», lo que supone que «no hay nada» que «no controle, impulse o dirija» su «cúpula».

EL MUNDO – 15/01/16