La mitad de los municipios vascos tienen víctimas del terrorismo o policiales

EL CORREO – 18/12/14

· El Gobierno de Urkullu elabora listados de los asesinados entre 1960 y 2010 para que los ayuntamientos organicen actos de reconocimiento.

El Gobierno vasco ha comenzado a escribir los primeros nombres y apellidos en el Mapa de la Memoria, el documento que recoge la huella de la violencia en Euskadi entre los años 1960 y 2010. El balance contempla las «vulneraciones del derecho a la vida» en ese período, en un trabajo que recopila por primera vez la identidad de las personas asesinadas por ETA en todas sus ramificaciones desde su fundación, los GAL, la Triple A, el Batallón Vasco Español y los abusos cometidos por fuerzas de seguridad. El trabajo, elaborado por la Secretaría de Paz y Convivencia, revela que algo más de la mitad de los municipios vascos tienen víctimas del terrorismo o de abusos policiales. En concreto, el departamento que gestiona Jonan Fernández ha documentado casos en 136 localidades de la comunidad, formado por un total de 251 términos municipales.

La secretaría desveló ayer los tres primeros listados, correspondientes a las capitales vascas, aunque su intención es cerrar en próximos meses el trabajo documental en ese centenar largo de municipios. El Gobierno de Urkullu confía en poder trasladar entre junio y julio de 2015 los informes a todas las alcaldías, una vez constituidos los nuevos ayuntamientos tras las elecciones municipales de primavera. Con ese documento, «retrato de los rostros humanos del sufrimiento de cada víctima injustamente asesinada», los consistorios tendrán en su mano una herramienta para «analizar su aplicación en la singular realidad de cada localidad» y organizar actos de reconocimiento a cada víctima.

«No todos» se solidarizan

La realidad a día de hoy es que «no todos» los municipios situados en el Mapa de la Memoria se han solidarizado públicamente con sus víctimas, según reconoció ayer Jonan Fernández. Sin embargo, el secretario de Paz y Convivencia, que compareció en la comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco, evitó concretar qué localidades aún no han organizado actos de homenaje. Pese a que se lo pedían desde la oposición, Fernández señaló que desvelar sus nombres sería «una indiscreción».

El representante del Ejecutivo de Urkullu explicó que los ayuntamientos vascos que han evitado realizar actos de recuerdo alegan tres motivos: «falta de consenso, temor a generar crispación y falta de tiempo». El secretario de Paz y Convivencia llamó a los grupos parlamentarios a ampliar sus acuerdos y renunciar a «determinados discursos demagógicos» para intentar dar ejemplo en las localidades, aunque el debate registrado ayer volvió a evidenciar las discrepancias existentes en un terreno tan delicado como el de la pacificación. Diferencias especialmente acusadas en la bancada del PP y de UPyD, partidos que no acudieron junto al resto al último Día de la Memoria. Y matices de calado expresados por el PSE y EH Bildu. El PNV, por su parte, subrayó que «la memoria no se puede imponer».

La secretaría de Paz y Convivencia ya realizó una primera incursión en el terreno de las vulneraciones de los derechos humanos en el informe publicado el año pasado sobre los atentados cometidos en el conjunto de España por ETA, grupos parapoliciales y de extrema derecha, y los abusos policiales. En total, contabilizó 1.004 muertos.

En este caso, se ha centrado en las víctimas registradas en Euskadi «por efecto del terrorismo o de cualquier forma de violencia de pretexto político». El Gobierno vasco adelantó ayer los resultados de Bilbao, Vitoria y San Sebastián, que suman 268 personas asesinadas en el período de cincuenta años analizado. La capital guipuzcoana lidera la lista del sufrimiento, que pone nombre al dolor de cada caso concreto. Por ejemplo, cita la identidad del afectado, edad, profesión, domicilio, datos de la familia, lugar del atentado, autoría del mismo y, en ocasiones, las circunstancias en la que se produjo. La idea es completar el balance en los 135 municipios que tienen víctimas de uno u otro signo.

EL CORREO – 18/12/14