La pugna entre Junts y Esquerra

Pedro Sánchez ha imprimido otro giro de guión a su relación con los golpistas catalanes y ha pasado de Junts a ERC. Podríamos decir de Carles Puigdemont a Oriol Junqueras, pero no sería del todo exacto, porque el pastelero sigue siendo el baranda de Junts, pero Junqueras presentó su renuncia a la presidencia de Esquerra la semana pasada. Se equivocaba Antonio Machado: no era Madrid el rompeolas de todas las Españas, sino Cataluña. La inanidad intelectual y la incompetencia en el sanchismo se difunde por aspersión, desde el líder máximo hasta sus más discapacitadas criaturas, sean la portavoz del Gobierno, la del partido o el del grupo parlamentario en el Congreso. Lo mismo viene a pasar en los dos principales partidos del golpismo catalán; si hablamos de Junts con Josep Rull en la Presidencia del Parlament. Si estamos tratando de Esquerra, pensemos en Oriol, que, imposibilitado legalmente para el mando, tuvo que hacerse representar en tanto que honorable (cosas del lenguaje figurado) por el ‘nen barbut’. Para todo lo demás ha sido desbancado por Marta Rovira, una pobre mujer que ha ido dejando pruebas inequívocas de lo suyo en cada rueda de prensa o en cada declaración desde el refugio suizo en el que terminó su fuga.

Vaya por delante una confesión: mis mayores esperanzas para librarnos del doctor Sánchez, marido de la catedrática Begoña Gómez y hermano del músico David Azagra, estaban en el prófugo, pero no se puede dar nada por sentado y ahora va y nos salta de Puigdemont a Marta Rovira, que era la republicana menos proclive a dejarse seducir por arrumacos: o autodeterminación o nada.. Pero no se van a poner estupendos ni parece que vaya a ser la condición indispensable para que los veinte diputados que integran las menguadas fuerzas de Esquerra voten como un solo hombre, y una sola mujer, naturalmente, al líder del PSC para presidente de la Generalidad.

Salvador Illa parecía creer que Carles Puigdemont estaba dispuesto a aceptarlo como presidente, pese a la claridad con la que el rey del maletero había expresado la bilateralidad de la lógica ‘do ut des’, recordándole a Sánchez que si él fue presidente del Gobierno habiendo quedado segun, yo, que también quedé segundo, quiero presidir la Generalidad.

El problema de ERC y Junts es que se tienen más manía mutuamente de la que ambos tienen al PSC y ninguno de ellos está dispuesto a rebajar condiciones para ceder ante Illa. Por eso, Marta Rovira se ha puesto exigente en lo que más importa a todo nacionalista: los dineros. Mañana van a tener la primera reunión y ya han hecho saber que no se conforman con la financiación singular, que aspiran a dotarse de un concierto, igual que los vascos, ya tengo contado aquí que este ha sido un oscuro objeto de deseo desde que Junts era Convèrgencia i Unió y las cuentas las llevaba el malogrado Trias Fargas. Era ya entonces, y lo sigue siendo ahora un deseo imposible. El sistema de Concierto y Cupo es un privilegio para la economía vasca. No supone un descalabro, porque el PIB de los vascos es el 5% de la economía española, algo tolerable por el sistema, pero el PIB catalán es el 19% del PIB español y el privilegio  haría saltar las cuadernas de la economía. La suma de las partes de un todo nunca puede superar el 100%.