EUSKADI INFORMACIÓN GLOBAL, 07/05/2013
· La violencia callejera vuelve al País Vasco después de que la banda terrorista ETA apele a incrementar la»presión popular» contra la política penitenciaria del Gobierno.
El terrorismo callejero experimentó un rebrote el pasado mes de abril en Euskadi con más de una decena de incidentes, entre ellos la quema de varios cajeros, que la policía liga con grupos del entorno directo de la izquierda abertzale.
El repunte de episodios vandálicos ha coincidido en el tiempo con los comunicados divulgados por ETA en los que reclama incrementar la «presión popular» ante el bloqueo del procesoy el mantenimiento de la política penitenciaria.
Según datos recogidos por la Agencia EFE, la detención de miembros de Segi (organización juvenil de ETA ilegalizada) el pasado 19 de abril en San Sebastián en el desalojo del Boulevard de San Sebastián y la muerte en marzo en un hospital en Francia del exjefe de ETA Xabier López Peña ‘Thierry’ han sido otros factores que las fuerzas de seguridad vinculan con el aumento de casos de violencia callejera.
El mismo día, 12 de abril, en que el cadáver de ‘Thierry’ llegaba al aeropuerto de Sondika entre gritos de «Gora ETA» y «Gora ETA militarra», varias personas, algunas encapuchadas, quemaron varios contenedores en la también localidad vizcaína de Basauri y apedrearon dos sucursales bancarias.
En la semana siguiente al desalojo del Boulevard donostiarra, fue cuando se concentró el mayor número de actos de violencia.
El más significativo fue el día 21, cuando la Ertzaintza sospecha que varios individuos con la cara oculta trataron de tender una emboscada a una patrulla con el lanzamiento de cócteles molotov y piedras, que finalmente no llevaron a cabo por motivos que se investigan.
Un día antes, se registraron dos incidentes en San Sebastián, entre ellos, el protagonizado por varios encapuchados que vertieron aceite en la calzada en el túnel del Antiguo de San Sebastián.
La Ertzaintza también detuvo a cuatro personas por colocar una cadena en una vía de la ciudad.
Ese mismo día, en la Ribera Baja (Álava), desconocidos cortaron las contrapesas de la catenaria del trazado ferroviario de Adif, provocando la caída de la catenaria, y dejaron pasquines en favor de los miembros de Segi condenados por el Tribunal Supremo.
El día 25, tuvo lugar la quema de un cajero del Banco de Sabadell en Aretxabaleta (Gipuzkoa) y el lanzamiento de cohetes en una empresa en Lemoa.
Tres días después, en Amorebieta (Bizkaia), se incendiaron otros dos cajeros de la BBK, donde también hubo pintadas con mensajes anticapitalistas, y desconocidos cortaron la autopista A-8 a su paso por la localidad vizcaína de Gallarta.
Además de estos actos, en los «batzokis» de Lekeitio y Gorliz (Bizkaia) aparecieron a mediados de mes pintadas con mensajes como «Lo pagaréis», «PNV español» o «PNV, ata a los perros», en referencia a la Ertzaintza.
Estos hechos llevaron al presidente del PNV, Andoni Ortuzar, a preguntarse «dónde están los nuevos tiempos» prometidos por la izquierda abertzale en los que «sólo abrazarían la política y huirían de la violencia».
Los episodios de violencia callejera han ido en paralelo a los mensajes que ETA ha lanzado desde que el pasado 26 de marzo avisara de que la ruptura de la mesa de diálogo que su cúpula mantenía en Noruega con mediadores internacionales era «un paso atrás» que acarrearía «consecuencias negativas» y entorpecería la «resolución del conflicto» en Euskadi.
En el último comunicado de la banda, ETA, advertía de que el actual momento es «crucial» y avisaba de que «la garantía para que la voluntad mayoritaria se imponga a las decisiones de la minoría pasa por incrementar la presión popular». Algunas fuentes policiales han señalado que los actos de ‘kale borroka’ serían orden expresa de la banda con el objetivo de generar esta tensión social.
ETA atribuye el bloqueo del proceso a que los Gobiernos de España y Francia no se avienen a negociar, ni a flexibilizar su política penitenciaria.
Este estancamiento y la presión de los presos han dado pie a que surjan voces que apunten a una posible escisión en ETA, como la del presidente del PSE, Jesús Eguiguren, protagonista en el diálogo que el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero mantuvo con la banda en 2005 y 2006.
Algunos informes de fuerzas de seguridad no descartan que el cese de la violencia de ETA puede romperse con alguna acción, cuya naturaleza e impacto estaría por concretar, según han indicado fuentes de la lucha antiterrorista.
En esta línea, la Oficina Europea de Policía (Europol) expresó el pasado 25 de abril su «preocupación» por que los sectores más radicalizados de ETA vuelvan a atentar en el futuro «si no logran conseguir sus objetivos políticos» al disponer aún de estructura logística.
EUSKADI INFORMACIÓN GLOBAL, 07/05/2013