Le amenazan para que retire la bandera española


EL MUNDO 22/11/12

«Si te sientes desplazado vete a tu puto país, muerto de hambre», dice el anónimo.

Francisco Mata, 56 años, ha agotado el paro, pero no por ello ha dejado de frecuentar el bar que Gabriel regenta en el pueblecito en que él vive, junto a su mujer Mari Carmen y sus dos hijos (los tres igualmente desocupados), desde hace seis años: Els Hostalets de Balenyà, en la comarca barcelonesa de Osona.

Hace unos días, el hombre no acudió al establecimiento a tomar un cortado y ver caras diferentes a las que salen por la televisión, sino a que los parroquianos habituales le ayudaran a comprender el por qué de la amenazante carta anónima que esa mañana había traído el correo.

Preso del desconcierto, entró en el bar con el único propósito de entender por qué podía molestar tanto a alguien, como para proferir graves insultos y coacciones, eso que él y sus hijos habían hecho: colgar de la fachada de su casa una bandera española tras la victoria de la selección de fútbol en la Eurocopa de 2008 y mantenerla allí desde entonces.

El hombre dio los buenos días a los clientes del local y les pidió un minuto de atención. «Quiero que atendáis a la carta que me ha dejado el cartero», les dijo, antes de proceder a su lectura: «A la atención del irresponsable de la familia de la avenida Osona, 4B. Ante la persistencia en mantener colgado este trapo sucio en la fachada de tu hogar, y ante el mal olor que desprende -porque se parece más a las bragas de tu puta madre [sic]-, te invitamos amablemente a tirarlo a la basura, que es donde debería estar. Lo contrario sería buscarte problemas a lo tonto, sin ningún beneficio particular, y que pueden acarrearte muchos problemas personales y familiares. Nunca se sabe lo que puede ocurrirte el día menos pensado y cuando menos te lo esperas».

Los allí presentes, una decena de vecinos del pueblo, no podían creer lo que estaban oyendo. El hombre siguió leyendo la carta anónima: «Si te sientes desplazado, vete a tu puto país, muerto de hambre. De momento, ya te mandamos a tomar por culo, maricón, y nos volvemos a cagar en tu puta madre y en todos tus muertos. Saludos cordiales, y nos vemos por el vecindario».

Los clientes del bar pensaron que era una broma de Francisco, un tipo sociable y agradable al que conocen como Paco, o bien que él era la víctima de la gamberrada de algún adolescente. «Pero el tono con el que está escrito este ultimátum no es el de un crío, esto va en serio», les respondió el hombre, nacido en Sevilla, hijo de una familia granadina emigrada al área metropolitana de Barcelona, criado desde los seis años en Badalona, establecido después en Sant Adrià del Besòs y, finalmente, residente desde 2005 en el pueblecito de Els Hostalets de Balenyà.

El estado de ánimo de Paco y su familia anda muy bajo, se sitúa entre la inquietud y la indignación desde que recibieron la amenazante carta anónima. «Llegó por correo ordinario desde Barcelona. No la echaron ellos mismos en mi buzón. Creemos que los autores lo hicieron concienzudamente, con la intención de no dejar pistas», señala Paco, que ya ha presentado una denuncia por coacción e insultos en el juzgado.

El hombre está destrozado. «Pensé que estas cosas sólo sucedían en Guipúzcoa, donde se enviaban cartas para coaccionar a empresarios. Lo que nunca imaginé es que esto pudiera pasar en Cataluña, donde llevo ya 46 años. Aquí murieron mis padres y han nacido mis dos hijos. Nunca habíamos tenido ningún problema hasta ahora. Y lo que me da más miedo es que, si sale Mas con mayoría absoluta, no sé a qué punto puede llegar esta hostilidad independentista con lo que ellos ven extrañamente como el enemigo español».

EL MUNDO 22/11/12