Óscar Monsalvo-Vozpópuli
  • La cruzada contra los medios críticos, contra los jueces y contra cualquier atisbo de oposición no es una excepción en la historia del socialismo español. Es su naturaleza.

Si yo soy patriota de algo, soy patriota de partido. ¿Y sabéis por qué? Porque yo lo elegí. Yo elegí militar en el Partido Socialista Obrero Español. El resto de las patrias yo no las he elegido. A mí me nacieron en Madrid, y sin embargo yo elegí el Partido. Y por eso soy patriota de partido por encima de cualquier otra patria. Mi patria es el PSOE porque es mi elección personal. Por eso soy socialista. Es mi patria”.

Son palabras de Amparo Rubiales. Rubiales ha sido delegada del Gobierno, senadora, diputada, vicepresidenta del Congreso y tertuliana, entre otros muchos cargos orgánicos. Fue también presidenta del partido en Andalucía hasta que tuvo que dimitir hace un año. Llamó a Elías Bendodo “judío nazi”. Después rectificó: “Mis disculpas y corrijo: Bendodo es un nazi”. Los motivos para el calificativo son lo de menos, solemos decir. Pero lo son todo. Marcan el listón. ¿Qué es lo que hace falta para que una dirigente del PSOE llame nazi al coordinador general del principal partido de la oposición? ¿Que pida aniquilar a los impuros? ¿Que pretenda encerrar a los opositores? ¿Que defienda la destrucción de Israel? Nada de eso. Basta con que llame mentiroso a Pedro Sánchez y con que acredite su afirmación. Basta con eso para que te llamen nazi.

Los idiotas no podemos ser nosotros, claro, porque tenemos lecturas reposadas, universidad, carácter reflexivo. Pero resulta que es al revés. Somos idiotas porque ellos son, efectivamente, lo que declaran

Rubiales es una mujer del y para el PSOE; literalmente. The true believer. Defender y justificar todo lo que hagan los suyos. Trabajar para sus auténticos compatriotas, que no son todos los españoles. Eso es lo que significa ser una patriota del partido. Eso y muchas más cosas. Todas graves. Llevamos casi medio siglo relativizando declaraciones de este tipo, reduciendo el impacto social de esta mentalidad, contextualizando el significado real de estas palabras. Los tratamos como si fueran idiotas incapaces de entender algo con lo que han crecido y que han reproducido desde la primera militancia. Los idiotas no podemos ser nosotros, claro, porque tenemos lecturas reposadas, universidad, carácter reflexivo. Pero resulta que es al revés. Somos idiotas porque ellos son, efectivamente, lo que declaran.

No hace falta rebuscar demasiado para encontrar en los discursos socialistas un ideario claramente totalitario. Las instituciones deben estar al servicio del partido, la democracia al servicio de la voluntad y las leyes al servicio de la mayoría progresista. Esto ha sido así desde Largo Caballero hasta Rodríguez Zapatero. Y Pedro Sánchez no es un accidente. La cruzada contra los medios críticos, contra los jueces y contra cualquier atisbo de oposición no es una excepción en la historia del socialismo español. Es su naturaleza.

“No se dan cuenta de lo que están diciendo”, apostillamos con superioridad ridícula y suicida. Sí se dan cuenta. Quienes no se enteran son los que siguen hablando de un supuesto y remoto PSOE bueno después de tantas décadas del único PSOE existente. El PSOE es esto, siempre lo ha sido y no será posible una España funcional mientras no se le trate como lo que es. Un partido tóxico, por sí y para sí, capaz de cualquier cosa con tal de garantizarse su supervivencia y la hegemonía del progresismo, entendido como el programa actual del partido en cada momento.

La izquierda abertzale asesinó a muchos socialistas, pero ahora les aprueban los presupuestos y apoyan su programa. Por lo tanto, el Bildu de los admiradores declarados de asesinos, es un partido mucho más cercano al PSOE que los partidos de la oposición

Las palabras de Rubiales deben tenerse en cuenta ahora para valorar aquellas otras del delegado del Gobierno en Madrid hace un año. “Bildu ha hecho más por España que todos los patrioteros de pulsera”, escupió. “Esos supuestos enemigos de la patria, esos supuestos enemigos de España”. Así se refería a los filoetarras. Lo que quería decir es que Bildu ha hecho más por el PSOE que los españoles. Y por lo tanto Bildu, incluyendo a sus admirados asesinos de españoles, son más patriotas que los españoles a los que asesinaban. Porque el PSOE es la patria. Fue un escupitajo consciente. No había ningún cortocircuito moral en la afirmación. La izquierda abertzale asesinó a muchos socialistas, pero ahora les aprueban los presupuestos y apoyan su programa. Por lo tanto, el Bildu de Mertxe Aizpurua y Pernando Barrena, admiradores declarados de asesinos, es un partido mucho más cercano al PSOE que los partidos de la oposición. Éstos son opositores; es decir, enemigos del partido; es decir, traidores a la patria.

Todo lo que se está haciendo en España, todo lo que el PSOE está haciendo con España, hay que analizarlo a partir del esquema desde el que opera Amparo Rubiales. No es boutade ni anécdota lo que dice. El fiscal general del Estado es fiscal general del PSOE, y debe hacer cumplir las órdenes patrióticas. El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas es el presidente del Centro de Investigaciones Socialistas. La memoria histórica debe coincidir con la memoria del Partido. Begoña Gómez, el hermano de Sánchez, Óscar Puente, Magdalena Álvarez, todo el PSOE de Andalucía, los aliados golpistas en Cataluña, los aliados filoetarras, Vera y Barrionuevo: si la patria es el PSOE, todas las denuncias contra el PSOE y sus aliados son ataques a la patria.

El anticipo de lo que se viene

Ayer, entrevista al timonel Pedro Sánchez en La Vanguardia. Lo que dijo anticipa lo que viene. “Nuestra obligación es consolidar unos medios de comunicación plurales, diversos, con información veraz”. “En julio presentaremos un plan de acción democrática”. “Pseudomedios financiados en buena parte por gobiernos de coalición de ultraderecha”. “Desconexión entre la conversación pública y la publicada”. “¿Tiene sentido que estén dando a pseudomedios digitales más financiación pública que a medios de comunicación que son claramente de referencia?”. “La voluntad del legislador es bastante clara sobre el alcance de la ley de Amnistía”. “El fiscal general está haciendo su trabajo”. “El lawfare es el PP y Vox”.

No son idiotas. No son anécdotas. Y no es sólo Pedro Sánchez.