Libres e Iguales acusa a Rajoy de «pasividad» ante el «reto» del 9-N

ABC 11/11/14

· Crece la desconexión social entre la Cataluña secesionista y la que se opone

La pseudoconsulta celebrada el pasado domingo en Cataluña, convertida en una nueva manifestación del movimiento soberanista, está provocando un mayor grado de confrontación política y social.

Comunicado La inhibición ante el 9-N «descalifica» al Gobierno para cumplir su «mandato constitucional»

Por un lado, la inacción de la Fiscalía ante la celebración de la consulta ha generado un profundo malestar en plataformas como Libres e Iguales, que acusan al Gobierno de desinhibirse ante un hecho de la gravedad de lo sucedido el domingo. Por otro, en el seno de la sociedad catalana, la distancia entre quienes se ven implicados en el proceso y quienes o se oponen a él o sienten que no les incumbe, crece cada día más.

En clave política, la plataforma antinacionalista Libres e Iguales emitió ayer una dura nota en la que se denuncia la «pasividad» del Gobierno del presidente Mariano Rajoy ante la «burla de la democracia que ha acabado consumándose en Cataluña». «Por desgracia para la democracia y para el mantenimiento de los más elementales vínculos de confianza entre gobernantes y ciudadanos», el Gobierno «ha observado pasivamente el desarrollo de los acontecimientos, olvidando culpablemente que su primera obligación es la de cumplir y hacer cumplir la Constitución», se señalaba.

En su comunicado, la plataforma que el día anterior organizó en toda España actos en contra de la consulta recordó que la Generalitat «no sólo ha organizado política y logísticamente la jornada, sino que ha exhibido su compromiso con la ilegalidad de manera retadora». «Esta agresión a la democracia no ha recibido la respuesta que merece. El Gobierno del presidente Rajoy no ha impedido el atropello a la legalidad en Cataluña. Su dejación ha debilitado gravemente al Estado y ha colocado a los ciudadanos en la indefensión jurídica y el desamparo político», añadía la plataforma, que subraya que esta actitud le «descalifica» para seguir cumpliendo «su mandato constitucional».

El tono de la nota de Libres e Iguales y sus críticas al Ejecutivo coincidieron con el de grupos políticos como UPyD y Vox, que ayer anunciaron la presentación de sendas querellas contra el Gobierno de Mariano Rajoy por permitir la consulta en Cataluña el pasado domingo.

Desconexión
Junto a las reacciones políticas tras la pseudoconsulta, en Cataluña las consecuencias de la misma se dejan sentir también a nivel social. Así, las sucesivas manifestaciones populares de los últimos años («diadas» de 2012, 2013 y 2014, y la consulta del domingo) están sirviendo para reforzar al movimiento soberanista, pero a la vez desconectarlo del resto de una sociedad que está en contra o se mantiene al margen.

Los índices de participación y el sentido del voto del 9-N en los distintos municipios, como en anteriores comicios, parecen confirmar una realidad política y social en Cataluña mucho más heterogénea que lo que transmite el movimiento soberanista. En el interior de Cataluña, amplia movilización en contraste con los grandes núcleos de población de la Barcelona metropolitana, apáticos e indiferentes ante el proceso, tradicionalmente más abstencionistas.

En este contexto, emerge una realidad dual, con un movimiento soberanista que prácticamente proclama que la independencia es cuestión de días. Ayer, entre los favorables al proceso el diagnóstico era unánime: la consulta, más allá del resultado y el grado de participación, fue el primer gran acto de desobediencia ciudadana. Frente a un secesionismo hipermotivado, el unionismo en Cataluña analizaba ayer con desazón por un lado la aceleración del «proceso» y, por otro, la actitud hasta cierto punto apática de quienes no comparten el objetivo de la ruptura con España pero se dejan arrastrar.