Lío en la Fiscalía

EL MUNDO 02/06/17
SANTIAGO GONZÁLEZ

Habíamos empezado con un lío en la Fiscalía, en el que el Gobierno había decidido terciar para meter mano a los fiscales del 3%. Luego, lo que pasa es que cuando no se elige a la persona adecuada para la encomienda el conflicto se amplía y se traslada al Gobierno mismo. En este momento una parte del Ejecutivo está mirando con escasa complacencia al ministro Catalá, por haber sido el head hunter responsable en última instancia del fichaje de Moix y cabeza visible de la troika que fue reprobada en el Congreso: él mismo, el fiscal general y el ayer dimitido Moix.

Ser fiscal Anticorrupción es como ser la mujer del César sin especificación de género. No basta la honradez, hay que cuidar las apariencias. Moix tenía en contra los piropos de González. También tenía una cuarta parte de una sociedad en Panamá y propietaria de un chalé, heredado de su padre. No hay delito en ello, lo había declarado a Hacienda, pero no se lo comentó al fiscal general cuando le ofreció el cargo. Pero hombre de Dios, una sociedad en Panamá, ¿en qué estaba usted pensando? Yo tenía un sombrero Panamá, que como su propio nombre indica está fabricado en Ecuador, y lo acabo de cambiar por una boina Elósegui, no digo más.

El cargo le ha durado tres meses. Quiso acabar con las macrocausas y proceder a un reequilibrio del medio centenar de efectivos a su mando, la mitad de los cuales tienen asiento en Madrid. Dos de ellos, José Grinda y Fernando Bermejo, iban a ser sustituidos en el caso 3% por otros con plaza en Cataluña y aquí fue donde empezaron los problemas que acabaron ayer con su dimisión irrevocable. Quiso ser trueno y se quedó en lamento.

Había llegado a la Fiscalía con una encomienda algo jodida: poner orden donde no lo había. Era, al parecer de los entendidos, un buen fiscal, pero como apuntaba ayer Fidalgo le faltaba profesionalidad para moverse en aguas tan procelosas como estas; era aquella una casa en la que se producían filtraciones al por mayor y cuya efectividad, en ratio de procedimientos incoados/condenas, es lamentable. Según la memoria de la Fiscalía, en 2016 se incoaron 340 procedimientos, de los cuales llegaron a juicio 22. El ejercicio anterior, de 371 se vieron 19.

O sea, que tajo había y mucho, y él no se enteró de que las andanzas de su padre le habían dejado una herencia envenenada. ¿Acaso había creído que su padre era Ramón Espinar Senior? Hay que ser dirigente de Podemos para que no te afecte la corrupción de tu padre, la beca de Málaga, la protección de sátrapas como Maduro o Rohani, una pasta cobrada en las Granadinas o el patrocinio del dictador bolivariano a Monedero por un plan monetario para el que carecía de preparación.

Habrá que estar atentos a la sustitución de Moix; no se adivina quién puede estar capacitado para acometer la tarea necesaria en la Fiscalía: acabar con ella y empezar de cero.