Los 400 de ETA

ABC 30/06/15
EDURNE URIARTE

· Que alguien aún se esfuerce por recordar los casi 400 crímenes de ETA sin resolver es una impresionante heroicidad, por rebelarse contra la indiferencia

CUANDO escucho algunas voces de la derecha recriminando al PP la no ilegalización del brazo político de ETA o su supuesto trato benévolo hacia Bildu, siempre me acuerdo de aquel debate sobre el Estado de la Nación en el que Rajoy hizo de ETA un tema central en su crítica a Zapatero y fue recibido con durísimas críticas de la izquierda… y la incomprensión de la mayor parte de la derecha, comentarios irónicos incluidos. Aquello constituyó la puntilla final de mi escepticismo en esta materia. Ni la derecha estaba por la labor. Ni lo está, dejémonos de hipocresías, ni siquiera la mayoría de la derecha estaría en una iniciativa por la ilegalización, y mucho menos Ciudadanos.

Con la actividad criminal de ETA desactivada, volvemos a donde estábamos, a la indiferencia de la mayoría, a la legitimación de la extrema izquierda y parte de la izquierda, al desinterés de la derecha. ¿Ilegalizar a los proetarras? ¿En un país en el que han parecido divertidísimos, por ejemplo, los proetarras de la película Ocho apellidos vascos? ¿O en el que Podemos hace todo tipo de alardes proetarras con el beneplácito de toda la izquierda? ¿O donde un juez te puede imputar, a Isabel Durán y Alfonso Rojo, porque has recordado una condena por terrorismo de un tipo que alega tener derecho al olvido? ¿O donde todos, derecha incluida, aplauden encantados las cesiones del Gobierno colombiano a los sanguinarios terroristas de las FARC y te miran como a una marciana cuando te opones?

En un país en el que casi nadie ha querido enterarse de verdad de lo que dijo Pablo Iglesias al NewLeftReview. No costaba gran esfuerzo leerse la entrevista y comprobar que lo dicho fue mucho más grave que lo relatado en los titulares de los medios. La «tragedia política» no es, según Pablo Iglesias, que los etarras estén en cárceles lejanas, la «tragedia política» para Podemos es que haya «400 o 500» etarras en las cárceles. Etarras a los que Iglesias llama «prisioneros» y de los que dice están «retenidos», tras la «lucha» de ETA. Ninguna sorpresa, ésta es la tradicional posición de la extrema izquierda, en el País Vasco siempre fue la de Izquierda Unida. Si bien el Podemos de Iglesias le añade mentira y cobardía a esa posición tradicional. Con todo ese el montaje sobre la supuesta mala traducción, o los shows televisivos sobre su dignidad herida por ser acusado de simpatías hacia ETA. O con los alegatos de que los tuits proetarras de los suyos son humor y no sus auténticas ideas, que lo son.

Y lo que es peor, con toda la izquierda mediática justificando, entendiendo, arropando a Iglesias y compañía porque el PSOE se propone gobernar con ellos España. En este panorama, que alguien aún se esfuerce por recordar los casi 400 crímenes de ETA sin resolver es una impresionante heroicidad. Y lo digo por las asociaciones de víctimas y hoy en particular por el cineasta Iñaki Arteta que busca financiación para su documental en torno a los crímenes etarras sin resolver.

Para una película contra la impunidad. Contra la legitimación de ETA. Contra la mentira, el olvido y la dejación de quienes ni siquiera desean saber lo que de verdad piensa y dice Pablo Iglesias porque pretenden llegar al poder de su mano. Frente al desinterés generalizado, la iniciativa de Iñaki Arteta es de una admirable ruptura, de un impresionante valor para rebelarse contra la indiferencia.