Los chóferes

EL MUNDO 30/06/14
SANTIAGO GONZÁLEZ

En una operación contra Herrira, la Guardia Civil ha encontrado referencias a Pablo Iglesias como contacto en Madrid. El 22 de diciembre de 2012, Pablo Iglesias, su compañera Tania–detrás de todo guerrillero heroico hay una Tania– y el actor Willy Toledo asistieron a una cena en la que se preparó la ritual manifestación que Batasuna y PNV celebran cada mes de enero por los presos. Los convocantes dicen de los presos vascos, cosas de la sinécdoque.

Pablo Iglesias fue guest star con vídeo en el acto abertzale celebrado el 14 de septiembre último en Pamplona, para presentar la iniciativa Tantaz Tanta. Meses después le vimos en una herriko taberna, a la que acudió a pelotear a Batasuna: «No nos dejéis solos con los españoles […]. Quien primero se dio cuenta de que nada había cambiado desde el franquismo fue [sic] la izquierda vasca y ETA». Y todo así.

Cuando David Fernàndez, emergente líder de las CUP hizo aquella performance a la Kruschev de quitarse la sandalia en el Parlament, supimos que en su biografía política figuraba el haber sido chófer de Arnaldo Otegi durante sus estancias en Barcelona. Doris Benegas ha sido la insobornable corresponsal en Izquierda Castellana, y a veces candidata, manifestante y telonera en mitin de los intelectuales orgánicos: Idigoras, Ziluaga, Gorostidi, Pernando Barrena y otros.

Uno cuenta estas cosas asumiendo un cierto riesgo: que gente te censure por criticar a Podemos: al parecer, cualquier reacción contra los responsables de esta crisis es, no sólo legítima, sino loable. Contradictoriamente además, te acusan de hacerles el caldo gordo. Tú criticas a Mas y eres una fábrica de independentistas, desmontas las naderías de Iglesias y Monedero y eres una fábrica de coletas y postizos. Te metes con Madina y eso le da un montón de avales, le arreas un poco al PP y Mariano vuelve a ganar por mayoría absoluta en 2015. Es como un don y una maldición.
Beppe Grillo, Marine Le Pen, Dieudonné, Ruiz-Mateos, Gil, Coluche y Cicciolina son algunos antecedentes de estas respuestas extravagantes al sistema. Acuérdense de Cicciolina, diputada entre 1987 y 1992 por aquel Partido Radical italiano de Marco Pannella, tan admirado entonces por gran parte de nuestra izquierda, no me tienten, que doy nombres.

A mí lo del tío de la sandalia me parece una parábola de la izquierda española. Cayo Lara ha puesto al joven Garzón a postularse para chófer de Pablo Iglesias, conductor del conductor. El destino y la vocación de la izquierda es ser palafreneros de los nacionalistas, chóferes o guías comanches para dirigentes batasunos, mientras la izquierda mediopensionista se conforman con ser morroi (criado) del caserío para el nacionalismo incruento.