Los ‘islamistas exprés’, amenaza para España

EL MUNDO – 01/12/14

· Facebook, Twitter, Instagram… Los terroristas también están en las redes sociales y hablan el lenguaje de su generación.

· «Las redes sociales han desplazado a las páginas web tradicionales en la difusión de propagandayihadista», explica Manuel R. Torres, profesor de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla y experto en el reflejo en internet del terrorismo islamista.

Hasta 2002, los terroristas creaban sus propias páginas de internet, pero éstas eran muy fáciles de intervenir por parte de las Fuerzas de Seguridad. En la primera década del siglo XXI optaron por utilizar foros y salas de discusión. Pero a partir de 2011 se sumaron a la eclosión de las redes sociales.

«Tienen menos barreras de entrada que los foros y más permanencia que las páginas web. Las nuevas generaciones prefieren las redes sociales, de comunicación más fluida que el foro o el email, que son de la década pasada», concreta Torres.

La propaganda yihadista también ha trivializado el mensaje y prevalece lo gráfico a los contenidos. Y aquí, el postureo también está en alza. «Tenemos el selfie yihadista y también las típicas fotos con gatitos, esta vez acompañados de armamento. Los yihadistas comparten todo en las redes sociales: incluso lo que comen», apunta.

Los retratos épicos deyihadistas que corren por internet explican para Torres «la afluencia de mujeres atraídas por esas imágenes heroicas, varoniles, que se centran en el aspecto visual».

Pero hay líderes radicales en contra de utilizar estos medios porque los consideran administrados por el enemigo. No van desencaminados, porque todo en las redes sociales deja una huella digital que se puede rastrear y eso es muy útil para los servicios de inteligencia. «Tienen que optar entre la visibilidad y la seguridad», concreta el profesor. De momento, están rentabilizando esa visibilidad.

Lobos solitarios radicalizados a gran velocidad a través de las redes sociales. Es el retrato-robot del terrorista yihadista en España. Una lacra que ha ido cambiando de cara: desde las células clásicas de los años 80, 90 y la primera década del 2000 se ha pasado a una amenaza más compleja, donde a las organizaciones terroristas tradicionales se les han añadido nuevas maneras de afiliación y de actuación. De los ataques masivos y aleatorios se ha evolucionado hacia atentados más selectivos e impredecibles en Europa. Y España no es una excepción.

«Desde 2011, hemos detectado nuevas formas de actuar que no consumen las anteriores, sino que se añaden, como el fenómeno de los lobos solitarios, que no ha tenido aún reflejo en España pero existe en Europa y es una amenaza que contemplamos porque está consolidada en el continente», señaló Juan José Vázquez, jefe de la Unidad de Terrorismo Internacional de la Guardia Civil, en el II Foro Elcano sobre Terrorismo Global, celebrado recientemente en Casa Árabe. «Desde 2014 hay una efervescencia de los foreign fighters [losyihadistasextranjeros que van a luchar a los conflictos de Siria e Irak] y que, una vez retornados, suponen una amenaza», añadió.

Aunque en España el fenómeno de los voluntarios que van a hacer la yihad a Siria e Irak no es alarmante en términos absolutos y relativos –se calcula que alrededor de 60 radicales han viajado a estos conflictos, mientras que en Francia son más de 1.100–, lo preocupante es su morfología similar. «El perfil es el mismo que en Europa y radica en la incidencia de colectivos vulnerables», explica Vázquez. «No existe un perfil concreto pero sí patrones que se repiten en los atentados», añade.

Los foreign fighters españoles combaten fundamentalmente en Siria y el 80% de ellos se integra en las filas de Jabhat al Nusra (JAN, Frente Al Nusra) y del Estado Islámico (IS, en sus siglas en inglés). Pero no todos van a combatir como terroristas: otros muchos se unen a los rebeldes moderados que confrontan el régimen de Bashar Asad o se unen a ONG en el terreno, según datos de Vázquez facilitados durante su intervención en el citado seminario, organizado por el Real Instituto Elcano.

«El de los foreign fighters es un circuito de retorno», apunta Vázquez. Es decir, la eventual vuelta de estos milicianos a sus lugares de origen les coloca en el punto de mira de las Fuerzas de Seguridad, ya que regresan con una gran experiencia en tácticas de uso terrorista. Sólo una minoría representará un peligro real para la sociedad, pero detectarla y tenerla bajo control requiere un gran volumen de recursos y de personal, a ojos de los expertos. La fotografía del terrorista yihadista en España refleja la imagen de un hombre joven radicalizado rápidamente en las redes sociales, que se suma a la yihad en Siria o Irak y que a su vuelta decida emprender acciones violentas.

Estos hombres experimentan una radicalización exprés. Provienen incluso de familias en las que nunca ha existido el extremismo y puede que en su biografía no haya habido tampoco sombra de él. Pero en poco tiempo, en virtud de la propagación de la ideología salafista en las redes sociales, estos individuos dan el salto a la violencia extremista.

El secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, también llamaba la atención en el mismo foro sobre la velocidad de radicalización y de reclutamiento que ha conseguido IS (llamado también Daesh, en su acrónimo en árabe). «En los seis primeros meses de 2014 han aparecido cientos de perfiles radicales en internet que contienen la palabra España, que apoyan al califato y que muestran interés en viajar a Irak y Siria», declaró. Una experiencia de radicalización que se corresponde con las de otros países europeos.

«En España no nos preocupan los 60 o 70 foreign fighters que exporte nuestro país, sino que nos preocupa que los 3.000 yihadistas extranjeros en Siria e Irak vayan a regresar no a sus países, sino a España», señaló Vázquez para acentuar el tamaño de la amenaza que representan los terroristas de regreso a Europa.

En definitiva, según Interior, la principal amenaza para España es el terrorismo del Estado Islámico. Los indicadores más preocupantes se encuentran en Ceuta y Melilla, pero también en el arco del Mediterráneo y los núcleos de Madrid y Cataluña. Para Martínez, no hay que descuidar ninguna área geográfica «donde haya focos de potencial radicalización» y no hay que asociar a Ceuta y Melilla «como lugares especialmente problemáticos, porque sería injusto».

Interior está realizando un «seguimiento minucioso y al detalle tanto de quienes puedan desplazarse a países de conflicto como de retornados», precisó Martínez. Es el caso de la reciente detención de un hombre en San Pedro del Pinatar (Murcia), acusado de ofrecerse en internet para viajar a combatir en Siria. El arrestado dinamizaba varios perfiles en redes sociales con material de enaltecimiento del terrorismo.

EL MUNDO – 01/12/14