Los socialistas vascos trabajan ante un posible adelanto de las generales a otoño

EL CORREO, 11/7/11

Creen que Zapatero decidirá según la economía y la negociación de los Presupuestos. El PSE considera que el partido debe aprovechar el tirón electoral por el ‘efecto Rubalcaba’

Otoño mejor que primavera. Los socialistas vascos apuestan, tras la proclamación de Alfredo Pérez Rubalcaba como candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, por que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, no agote la legislatura y convoque las elecciones generales sin esperar a marzo del próximo año. En el PSE preparan ya la maquinaria electoral en previsión de un adelanto electoral que, según creen los socialistas vascos, beneficiaría a su partido, ya que podría aprovechar el tirón electoral por el ‘efecto Rubalcaba’, y rentabilizarían la «debilidad» del PNV por su pérdida de poder institucional tras el 22-M.

La designación del todavía vicepresidente primero y ministro del Interior -su candidatura provocará una inminente remodelación del Gobierno- ha insuflado optimismo en las filas de los socialistas vascos, no en vano consideran a Rubalcaba «uno de los nuestros» por su conocimiento de la política vasca. Es conocida la buena sintonía personal y política del aspirante a la Moncloa y el lehendakari y secretario general del PSE-EE, Patxi López. El ‘barón’ vasco ha sido uno de sus mayores valedores en el debate sucesorio de Zapatero y uno de los que, con su propuesta de congreso extraordinario, le ayudó para que no se midiera en unas elecciones primarias con la ministra de Defensa, Carme Chacón. Además, el candidato mantiene una estrecha relación con el consejero de Interior, Rodolfo Ares, y ambos han trabajado codo con codo en la lucha antiterrorista.

Desde el PSE mantienen que Zapatero decidirá la fecha de las generales en función de «lo que mejor convenga a España», pero no ocultan su apuesta por el adelanto de los comicios a otoño, previsiblemente para el mes de noviembre, mientras el resto de partidos vascos, con excepción del PP – que quiere ver cuanto antes a su líder, Mariano Rajoy, en la Moncloa-, parece que no lo consideran hoy por hoy una prioridad.

Los socialistas vascos creen que el presidente no tomará la decisión hasta después de las vacaciones, y que ésta dependerá de la marcha de la economía, sobre todo del índice del paro tras el verano y de la situación de los mercados financieros. También influirá de una manera determinante en el posible adelanto electoral la disposición de PNV, CiU y Coalición Canaria para negociar los Presupuestos del Estado para 2012, cuya tramitación parlamentaria arranca a finales de septiembre.

Los socialistas vascos ven con buenos ojos que el PNV colabore en la gobernabilidad de España. Piensan que este apoyo podría tener un coste electoral para los jeltzales. «Bildu le podría echar en cara su ayuda a Madrid y atraerse al votante más soberanista», comentan. Además, en el PSE creen que los peneuvistas afrontarían unas generales en un momento de «debilidad». Han sufrido un importante revés en poder institucional, con la pérdida de dos bastiones fundamentales, las diputaciones de Gipuzkoa y Álava, y se encontrarían inmersos en un proceso de renovación de la dirección de su partido coincidiendo con unos comicios adelantados a otoño.

Atraer al electorado

Asimismo, las fuentes socialistas subrayan que el PSOE tiene que aprovechar el ‘efecto Rubalcaba’. El candidato ha iniciado la carrera hacia la Moncloa pisando fuerte con el objetivo de rebasar a su principal rival, Mariano Rajoy, favorito en las encuestas, que le dan incluso mayoría absoluta. En el PSE afirman que para reducir la actual ventaja de los populares en intención de voto, Rubalcaba lanzará un mensaje diferenciado al de Zapatero para atraer a un electorado apático, desengañado o incluso enfadado por la política económica del presidente.

Sin embargo, no esperan que el candidato imprima al partido un giro radical a la izquierda. Subrayan que el objetivo principal de Rubalcaba será recuperar las señas de identidad del electorado tradicional a través de un mensaje de la socialdemocracia clásica. Este viraje, según las mismas fuentes, le vendría bien al lehendakari, ya que López apuesta por esta misma vía, como lo demuestra el anuncio de una reforma fiscal con medidas como la recuperación del Impuesto de Patrimonio. Esta iniciativa no tendría un impacto económico importante, pero sí de cara al electorado. López buscaría así lanzar un guiño al votante de izquierdas que ha podido dar la espalda al PSE.

Por último, el PSE ve tres aspectos que benefician a Rubalcaba: es mejor valorado que Rajoy como político por los ciudadanos, acapara ahora la primera línea mediática y votantes que dieron la espalda al partido en mayo pueden tener un sentimiento de remordimiento que les podría llevar a apoyarles en las urnas en otoño si recibieran un mensaje nuevo y esperanzador.

EL CORREO, 11/7/11