Más que hablar vasco, la Ertzaintza debe ser eficaz

EL MUNDO 05/08/14
EDITORIAL

La Consejería de Seguridad vasca ha elaborado un plan, todavía en fase de borrador, que exige a la Ertzaintza utilizar el euskera como lengua prioritaria. El conocimiento del idioma vasco dejaría de ser un mérito en la Policía Autonómica para convertirse en un «requisito». La medida no sólo está hecha de espaldas a la realidad –sólo el 2% de los agentes acredita hoy un buen nivel del euskera– sino que vuelve a poner de manifiesto el dirigismo nacionalista, que en su intento por ahormar las instituciones y la sociedad, antepone su ideología a la razón. Parece un chiste que, en ese intento por regularlo todo, la Administración vasca haga un reglamento para obligar a sus agentes a que en el momento de disolver una manifestación lo hagan primero en euskera. En el fondo, con esta exigencia, el nacionalismo pretende que se visualice que la lengua vasca es la auténticamente propia, como si no lo fuera también el castellano. Y ya hemos visto que se empieza así y se acaba con las multas lingüísticas. Nadie niega que es algo positivo que la Ertzaintza sepa expresarse en vasco, pero lo verdaderamente importante no es si un policía, un médico o un bombero desarrollan su labor en euskera o en castellano –ambas lenguas oficiales en el País Vasco–, sino su profesionalidad. Por eso haría bien la Consejería de Interior en dar marcha atrás.