Nicolás Redondo: «Todos queremos que el Estado haga cumplir la ley con la persuasión pero a veces debe imponerla»

 

«Los nacionalistas no quieren derrotar a ETA, sino tenerla en el armario para amenazarnos a los demás. ETA seguirá existiendo, y durante los próximos 25 años será el garante del plan Ibarretxe; por debajo de él no van a ir.»

Su opinión resurge con el paso de los acontecimientos y es cada vez más nítida gracias a su posición de afiliado de base del Partido Socialista. Nicolás Redondo Terreros vuelve a reivindicar, como hizo en 2001, un pacto PSOE-PP para frenar al nacionalismo.

Pregunta.- ¿Esperaba el resultaDo de la votación del día 30?

Respuesta.- Confirmó una de las hipótesis que yo mantenía. El plan Ibarretxe es el resultado del triunfo de la España de las autonomías y a nadie tiene que sorprenderle. El PNV busca diferenciarse del resto de las comunidades autónomas de España y busca desde hace tiempo el camino de la soberanía alejándose del Estatuto.Este es un paso más y no tiene remedio.

P.- Algunos sostienen que el apoyo de Batasuna ha sido un regalo envenenado al PNV…

R.- No, eso es lo que empieza a decir el PNV. Ellos tienen una relación intensísima con Batasuna, sabían perfectamente lo que iba a hacer. Saben que poniendo a Batasuna en esa tesitura, la iba a utilizar.

P.- ¿Con o sin pacto?

R.- No lo sé, pero toda la defensa que ha hecho Atutxa de Batasuna no la ha hecho porque tenga unos principios morales inamovibles. Porque su historia demuestra que esos principios morales han sido muy movedizos. La propia resolución de la juez Nekane Bolado viene a decirnos que ahí ha habido un trajín de los nacionalistas para atraerse las simpatías de Batasuna. Si analizamos todos los datos, llegamos a la conclusión de que el PNV ha trabajado muy intensamente durante los últimos cuatro años los tres votos de Batasuna y han obtenido justa recompensa a su esfuerzo.

P.- Luego, el periodo que se ha marcado el lehendakari para negociar con el Estado su propuesta de reforma es pura fachada…

R.- Sí, además se han puesto ya el límite. Ellos piensan que el plan ya está legitimado con los votos del Parlamento, que ha legitimado la existencia de ETA porque ETA no va a renunciar a ese plan. Es ya un mínimo para ella. Puede declarar una tregua pero no va a renunciar a él. Los nacionalistas van a estar con ese plan durante los próximos 25 años, como mínimo. Sería un terrible error por parte del Estado negociar con un partido que acaba de aprobar el plan Ibarretxe.

P.- ¿Hay que pensar entonces que ETA continuará existiendo como garante del plan?

R.- Eso no lo dudo. Los nacionalistas no quieren derrotar a ETA sino tenerla en el armario para amenazarnos a los demás. Durante los próximos 25 años, ETA será la que tenga que defender ese mínimo; por debajo de él no van a ir.

P.- Rodríguez Zapatero ha tomado la decisión de anteponer su reunión con Ibarretxe a un encuentro con Mariano Rajoy.

R.- Es acertado que el presidente del Gobierno reciba a Ibarretxe. Lo demás pueden ser matices. Yo me habría reunido antes con Rajoy para ponerme de acuerdo con él. España necesita un gran acuerdo, pero no sólo por el plan Ibarretxe, no se puede dejar en manos de los parlamentos regionales las reformas estatutarias. En estos temas, PP y PSOE deben estar unidos. Deben olvidarse de sus vicios cuando se trata de lo fundamental. Contra el plan Ibarretxe vamos a enfrentarnos, pues, cogiditos de la mano con el PP. Nuestro Gobierno tiene que liderar una iniciativa contundente, con calma, de defensa del Estado de Derecho. Y eso lo hace con el PP mejor que con nadie.

P.- ¿Qué medidas se deben tomar de manera inmediata para hacerle frente?

R.- Será un problema de cuándo se presenta el recurso ante el Constitucional, pero si el plan no lo es, tenemos que recurrirlo inmediatamente.

P.- ¿Otorga a las próximas elecciones autonómicas un carácter plebiscitario?

R.- Si relacionamos el plan Ibarretxe con las elecciones vascas, estaríamos dándoles un carácter casi constituyente. Ellos pueden ganar las elecciones y el plan, salir derrotado. El plan afecta a todos los españoles, no sólo a los vascos y yo no me juego mi país en unas elecciones.

P.- Vayamos más allá. Llegado el momento del referéndum, ¿se tiene que evitar su celebración física con todos los mecanismos legales?

R.- Yo creo que sí.

P.- Ello podría obligar a suspender la autonomía.

R.- La consulta será democrática si respeta la ley y las reglas del juego. No quiero llegar más lejos, pero el Estado está obligado a hacer cumplir la ley, sobre todo las reglas básicas que nos permiten vivir en libertad.

P.- ¿Cómo?

R.- Todos queremos que se haga cumplir la ley con la persuasión, pero muchas veces el Estado tiene que imponer. El Estado no sólo convence, le hemos dado la legitimidad para imponer. En todo caso, el responsable es quien comete el delito, no quien lo castiga.Y el responsable de lo que sucediera será quien convoca el referéndum, no quien pone los medios para impedirlo.

P.- ¿Confía en la persuasión del Estado?

R.- Confío en el poder del Estado a la hora de decir: esto no puede ser, saben a lo que atenerse. Y como a lo que tienen que atenerse es muy duro, que le quede claro no hacerlo. Si no, fíjense en las consecuencias.

P.- Ibarretxe, ¿es consciente de a qué tiene que atenerse?

R.- Si Ibarretxe cree que el Estado es fuerte, no se celebrará.A más pacto PP-PSOE, menos apuesta nacionalista. A más fuerte, que no autoritario, el Estado, menos capacidad de ofensa nacionalista.

P.- ¿Y los acuerdos con partidos que apoyan el plan, como Esquerra?

R.- Es contradictorio. Las alianzas con ERC me parecen totalmente rechazables.

P.- ¿No teme que el nacionalismo haga victimismo de la posición del Estado y alimente su estrategia?

R.- Bueno, pues seguirá ganando. No nos debe importar. Tenemos que seguir defendiendo un proyecto, la Constitución. Hemos estado 25 años intentando moderarles y son insaciables. Hemos dado al PNV todo lo que quería y hay que quitarle ese vicio sin ninguna contemplación.

P.- ¿Qué le parece la propuesta de reforma estatutaria del PSE?

R.- Desde la izquierda se defiende al ciudadano como sujeto de derechos y obligaciones. Todo lo que sea contrario a esto me repugna: el sentimiento identitario, eso de la comunidad nacional que han inventado ahora y que viene del fascismo. No coincido en nada con eso de proyecto nacional ni comunidad nacional.

P.- ¿Ni como estrategia electoral?

R.- El objetivo del poder no debe sustituir la ideología. Si no gana, ¿va usted a cambiar el proyecto político? Si sólo recibes influencias de los demás por ganar, la política pierde su grandeza.

P.- ¿PSE y PP deben conformar un pacto para las autonómicas?

R.- Se tienen que poner de acuerdo en querer llevar al PNV a la oposición y la única manera de hacerlo es que pacten. El PSE tiene que decidir, primero, que quiere ganar al PNV, y segundo, que le quiere mandar a la oposición. Yo sé que hay gente de mi partido que no quiere eso. No lo digo por Patxi López, que espero que quiera hacerlo.

EL MUNDO, 5/1/2005