Objetivo París

FLORENCIO DOMÍNGUEZ, EL CORREO – 02/12/14

Florencio Domínguez
Florencio Domínguez

· Hay un esfuerzo de la izquierda abertzale por romper la unidad estratégica entre España y Francia sobre ETA.

Cuando el ministro de Asuntos Exteriores Fernando Morán y su colega francés Jean Claude Cheysson acordaron, en diciembre de 1982, poner en marcha unas reuniones semestrales de ministros de los dos países para mejorar las maltrechas relaciones entre París y Madrid, se decidió dejar fuera a los responsables de Interior de los dos gobiernos. Las diferencias sobre ETA eran tan grandes que podían colapsar el acercamiento en todos los demás terrenos. Hizo falta mucho tiempo para que la colaboración antiterrorista hispano-francesa se desarrollara de forma eficaz y ejemplar. Esa cooperación ha sido uno de los factores claves en la derrota de ETA.

Los ministros del Interior de España y Francia no faltaron ayer, lunes, a la cumbre celebrada en París bajo la presidencia de Hollande y Rajoy. Uno de los asuntos de la cumbre concernía precisamente a ETA: se trataba de poner a punto los procedimientos para que el Gobierno francés pueda enviar a España a los etarras presos para que cumplan aquí las condenas de los tribunales galos.

Esta cumbre se celebra cuando hay un esfuerzo sostenido de la izquierda abertzale y del mundo de los mediadores por tratar de romper la unidad estratégica entre los gobiernos de España y Francia en relación con ETA. Dos son los asuntos en los que los «pacificadores» quieren conseguir un cambio en la postura de París: la política penitenciaria aplicada a los etarras y la cuestión del desarme de la banda terrorista. El acuerdo para enviar a los presos de ETA a cumplir condena en España deja sin sentido el primer objetivo. Francia se quedará sin la mayor parte de los reclusos, así que por su parte tiene resuelto el asunto. Los que queden será porque tienen pendientes causas en los tribunales y por ello permanecerán encarcelados cerca de París.

Para provocar un cambio de postura de París se ha recurrido a los contactos discretos. La pasada primavera dos miembros del Grupo Internacional de Contacto de Brian Currin celebraron una reunión con la ministra francesa de Justicia. Luego vino la visita de un miembro del GIC, Pierre Hazan, a los dirigentes de ETA Mikel Antza y Soledad Iparragirre en la cárcel. Un segundo miembro del GIC no pudo entrar en la cárcel porque un implante hacía pitar el arco de seguridad. Y luego el anuncio del traslado de dos reclusos a Mont de Marsan. Hechos aislados que no significan nada individualmente, pero pueden tener otro sentido si se analizan como una secuencia.

Ahora, lo importante para la izquierda abertzale y los mediadores es que Francia se distancie de España y que se implique en los movimientos de sellado y desarme de ETA. Sin la anuencia de Francia esas operaciones serían realmente difíciles de llevar a cabo. Con París de acuerdo, lo que pueda pensar el Gobierno español es cuestión menor porque los arsenales están en territorio francés y son sus cuerpos de seguridad los encargados de controlar sobre el terreno los movimientos de los etarras. Así pues, la izquierda abertzale y los mediadores están trabajando para que cambie Francia. En esta línea va el reciente manifiesto hecho público por electos vascofranceses.

FLORENCIO DOMÍNGUEZ, EL CORREO – 02/12/14