Cristian Campos-El Español
 

1. Feijóo hizo ayer la defensa más encendida de Felipe González que le he visto yo no ya a un político del PP, sino a uno del propio PSOE. Los socialistas desesperados por la falta de candidatos para suceder a Pedro Sánchez cuando lo tienen ahí, frente a sus ojos, echando el currículo en cada comparecencia pública.

En el PP ya sólo les falta recuperar a Leguina y a Savater.

2. Dice la Federación Mujeres Jóvenes que el vídeo en el que puede verse al boxeador Antonio Barrul en un cine de León poniéndole rectas las orejas a un tipo que estaba maltratando a su pareja no es ejemplar. «No se debe recurrir a la violencia en estos supuestos, no es la solución ante un problema estructural» dicen.

Puede ser. Y es muy probable que la Federación Jóvenes Maltratadores esté de acuerdo con la Federación Mujeres Jóvenes. Es probable que ellos también crean que la solución son más charlas sobre el heteropatriarcado, más presupuesto para el Ministerio de Igualdad y la instalación de butacas de color morado en los cines.

Cualquier invento que no resuelva el problema real, en definitiva.

La pregunta es qué hacemos mientras tanto con «el problema estructural» cuando se manifiesta coyunturalmente frente a nuestros ojos.

Quiero decir, que los incendios veraniegos pueden ser un problema estructural. Pero negarte a sacar la manguera cuando tu casa está ardiendo «porque eso no soluciona el problema de fondo» puntúa alto en el ranking del negacionismo.

3. Una veintena corta de estudiantes gritan las habituales consignas antisemitas en una universidad española cualquiera. Lo hacen para que los medios les saquemos una foto y podamos titular «las protestas contra Israel se extienden por los campus europeos».

Yo titularía Adolescentes juegan a la Kristallanacht con el dinero de los contribuyentes españoles.

Hace años, los medios hablábamos con primeros ministros, campeones de Wimbledon, premios Nobel, escritores de bestsellers, asesinos de masas. Ese tipo de gente.

Ahora, contagiados por esa televisión que le pregunta a la vecina del 2º 1ª por el cambio climático, hablamos con el primero que nos pasa por delante y lo convertimos en portavoz de un fenómeno irrelevante que nosotros inflamos hasta el esperpento.

El problema, o buena parte de él, es que en internet caben muchas más cosas que en un diario de papel. Así que, liberados de la necesidad de jerarquizar, lo publicamos todo con la esperanza de que alguna noticia posicione alto en Google y atrape a 200.000 o 300.000 lectores. Como quien le tira ficha a todo lo que pilla rezándole al dios de la probabilidad: con un patético 1% de acierto ya tienes hecha la noche, amigo.

Y así nos inventamos las tendencias los medios, queridos lectores.

4. La empresa que pretendía investigar la posible existencia de tierras raras en Canarias ha renunciado al proyecto por la falta de apoyo político.

Primera consideración.

El Gobierno no tiene la obligación de salvar a los ciudadanos de sí mismos y es dudoso incluso que deba evitar que caten las consecuencias de su voto poniendo gomaespuma en los cantos de las mesas electorales para que no se abran la cabeza con ellas.

Yo voy incluso más allá. Creo que los ciudadanos deberían poder disfrutar en primera persona de lo votado.

Es más, creo que buena parte del problema de las democracias occidentales es la existencia de un sistema que diluye las consecuencias del voto entre todos los ciudadanos en vez de concentrarlo en los sectores sociales responsables.

Pero claro, ¿cómo lograr que sólo sean okupadas las viviendas de aquellos votantes que apoyan la okupación?

¿Cómo hacer que los delincuentes agredan solamente a aquellos que les consideran víctimas dolientes del capitalismo?

¿Cómo conseguir que la intervención del Gobierno en la economía afecte sólo a quienes piden más intervención?

¿Cómo conseguir que la escuela pública burrifique sólo a los hijos de los que defienden las nuevas pedagogías?

Segunda consideración.

El Gobierno tiene la obligación de procurar el bienestar de todos los ciudadanos y ni Canarias ni ninguna otra región española, incluidas Cataluña y el País Vasco, les pertenecen a sus habitantes, sino a todos los españoles. A todos.

Y si en Canarias hay indicios de la existencia de tierras raras (un tesoro del siglo XXI al que China, por cierto, no hace ningún asco, como no se lo hará Marruecos en su momento) el Gobierno está obligado a promover su explotación.

El sableo al contribuyente no puede ser la única fuente de riqueza nacional. Habrá que buscar también en otros lados, digo yo.

5. Los trackings diarios de las encuestas catalanas, esos que se hacen pero no se pueden publicar, se están poniendo interesantes. El PSC parece haber tocado techo. Junts crece, pero todavía no roza a Salvador Illa. Y ERC se desploma.

Eso, por la parte alta.

En la parte baja habrá sorpresas. El PP sigue por detrás de Vox, que cuenta con el voto fiel de los barrios obreros (algo que debería hacer reflexionar tanto al PSOE como al PP). Aliança Catalana podría quedar por delante de los comunes de Sumar.

En cuanto a la CUP, ¿qué decir más allá de que hay gente pa’tó?

Aunque lo verdaderamente interesante es que la suma de PSC, ERC y los comunes no da para gobernar, salvo en la horquilla más alta de los tres partidos. Y por los pelos.

Las expectativas, además, podrían atropellar a alguien este domingo. Tanto se ha vendido que Salvador Illa estará por encima de los 40 escaños que cualquier resultado por debajo de esa cifra parecerá un fracaso.

Y con Puigdemont a 3 o 4 escaños de Illa, habrá problemas.

6. CC. OO. y UGT se manifestarán hoy jueves contra Milei frente a la embajada argentina en Madrid. Se ve que es el presidente de Gobierno que les caía más cerca.

7. «Desde el río hasta el mar» es una de esas consignas que significan cosas diferentes en función de quien las pronuncie.

Para la mayoría de los estudiantes que la gritan en público, no significa nada. Porque ni saben cuál es el río, ni cuál es el mar, ni dónde están Gaza o Israel. Gritan eso como podrían gritar «viva’er Beti manque pierda».

Para unos pocos, la consigna reivindica para los palestinos la propiedad de todo el territorio de Israel, desde el río Jordán hasta el mar Mediterráneo, obviando que la patria real de los palestinos es en sentido estricto Jordania. Quizá también Egipto.

Obviando también que los palestinos son un conjunto de tribus heterogéneas cuya identidad ha sido construida artificialmente en fechas muy recientes por oposición a Israel. Que un Estado palestino bajo el control de Irán sería poco más que un enclave terrorista (como lo es hoy Gaza). Y que el único pueblo que ha tenido presencia permanente en Judea desde hace más de 3.500 millones de años es el judío.

Para los entendidos, para los que saben de qué va la vaina, «desde el río hasta el mar» equivale al «88» de los nazis («88» es «Heil Hitler» ya que la letra H es la octava del alfabeto). Lo que pide la consigna «desde el río hasta el mar» es el genocidio de los judíos y ese es el significado que tiene cuando sale de la boca de Hamás y llega a los oídos de alguien que apoya el terrorismo.

Digo yo que el de la ministra Sira Rego será el segundo caso, ¿verdad?