Pasión de Mas

EL MUNDO 15/09/14
SANTIAGO GONZÁLEZ

El presidente de la Generalidad entra hoy en su semana de pasión con el comienzo del Debate de Política General en el Parlamento catalán. Iba a empezar mañana, pero Mas, que es astuto, ha adelantado la performance 24 horas con el fin de tener libre el jueves 18, para poder seguir al minuto el referéndum escocés. No hay que sacar conclusiones precipitadas. Se habría hecho lo propio si jugara el Barça. El debate parlamentario permitirá, quizá, hacerse una idea más precisa de las intenciones de Junqueras. O quizá no, salvo la que parece más evidente: ser Mas en lugar de Mas.

Ya con la referencia del resultado, el día 19 tocaría debatir en el Parlamento la tan cacareada y convenientemente aplazada Ley de Consultas para tratar de apurar los tiempos del Tribunal Constitucional. Mas considera que una vez aprobada la ley, si el presidente firma la convocatoria de referéndum con la rapidez suficiente para anticiparse al recurso de inconstitucionalidad que el presidente Rajoy debe de tener listo para presentar, la consulta tendría en la ley catalana el amparo legal que le niega la Constitución española. Mas firmaría el decreto entre el sábado 20 y el lunes 22, aprovechando la tradicional indolencia de los españoles, que no suelen trabajar los fines de semana. El empeño es vano, a la par que estrambótico. Es evidente que en el mismo momento en que el Gobierno presente su recurso y el Constitucional lo admita a trámite, queda suspendida no sólo la Ley de Consultas aprobada por el Parlamento de Cataluña, sino todas las iniciativas que en ella se puedan apoyar.

Hay un precedente que puede contribuir a explicar las prisas catalanas. Cuando los proyectos de Estatuto de Guernica y Sau se aprobaron en las asambleas de parlamentarios del País Vasco y Cataluña (29 de diciembre de 1978), los trámites debían continuar con la presentación de ambos textos en el Congreso de los Diputados. Tal inscripción no podía realizarse antes de que la Constitución, aprobada en referéndum el 6 de diciembre de 1978, fuera publicada en el BOE, lo que se produjo el 29 de diciembre.

Catalanes y vascos competían por inscribir primero sus respectivos estatutos. Ganaron los vascos. El diputado de UCD Juan Echevarría Gangoiti alquiló una avioneta y presentó el Estatuto en el Registro aquel mismo día a las 19.12. Los catalanes, de suyo más mirados, viajaron en tren e hicieron lo propio una hora y 11 minutos más tarde, razón por la que el Estatuto vasco se debatió en el Congreso antes que el de Sau, aunque ambos fueron sometidos a referéndum el mismo 25 de octubre. Esa foto-finish es la causa de que el lehendakari vasco preceda siempre en el protocolo al presidente de la Generalidad. Si a Mas le hubieran explicado algunos rudimentos de derecho, amén de la anécdota que acabo de relatar, comprendería la razón de la misma: el pueblo de Cataluña no podía dotarse de un Estatuto de Autonomía antes de que España tuviese una Constitución que lo acogiera. De la misma manera que no puede tener una Ley de

Consultas que permita lo que no autoriza la Carta Magna. Es triste, pero así es la vida.