Puigdemont elude la ruptura en la víspera de la Diada

EL MUNDO 11/09/16

· Apela a la vía del referéndum pactado ante un Gobierno que acusa de haber «desconectado»

Carles Puigdemont evitó referirse explícitamente a la «desconexión», la «independencia» o la «unilateralidad» para pedir consenso y pacto desde las «opciones ideológicas más diversas» en un discurso emitido en TV3 por la noche, horas antes de participar en la denominada Diada de la «desconexión» organizada por las entidades soberanistas.

«Los catalanes no nos hemos negado al diálogo», aseguró tras cargar contra la «parálisis institucional y política» del Estado. «Sin política se hace difícil dialogar, sobre todo con quien no quiere y sólo utiliza la Justicia para intentar resolver un problema que es político», denunció Puigdemont en referencia a las últimos recursos del Gobierno al Tribunal Constitucional por el plan de desconexión aprobado en el Parlament.

Es más, el president usó el argumento a la inversa y acusó al Gobierno español de ser él quien «se está desconectando» de Cataluña para explicar la falta de inversiones en infraestructuras que, a su juicio, mantiene el Ejecutivo central con la Generalitat. En este sentido, enumeró el traspaso de Cercanías, el Corredor Mediterráneo o la «asfixia financiera» como cuentas pendientes del Estado con la comunidad. «El Gobierno español continúa ignorando las necesidades de los catalanes», resumió para justificar que «Cataluña es un país que tiene un proyecto de futuro».

Eso sí, lejos de incidir en este aspecto y plantear la ruptura unilateral para culminar la hoja de ruta independentista –como piden varios sectores del soberanismo–, Puigdemont decidió modular su tono y referirse en más de una ocasión al «pacto» y al «diálogo» para encarar un curso político «en el que habrá que tomar decisiones que garanticen que Cataluña pueda elegir en libertad su camino».

De hecho, ésta fue la referencia más explícita de Puigdemont al camino a seguir en los próximos meses, con la opción de la consulta unilateral planteada por la CUP sin aparecer en su discurso. Además, el president también llamó de forma explícita a afrontar los próximos pasos «dialogando, pactando y votando», en clara referencia a la opción de recuperar la consulta pactada con el Estado como vía de salida para Cataluña.

Un planteamiento que choca con los intereses de la CUP, las entidades soberanistas y Esquerra, socio prioritario de Convergència bajo el paraguas de Junts pel Sí. A cambio, Puigdemont acontenta a los sectores más moderados del nacionalismo, que ven en el referéndum acordado la mejor de las opciones para Cataluña.

De hecho, ayer mismo la consejera de la Presidència de la Generalitat y vicepresidenta del Partit Demòcrata Català, Neus Munté, coincidió con el president al defender que la única vía para lograr la independencia es consultar a los catalanes, pero «con seguridad jurídica y reconocimiento internacional». También lo hizo el consejero de Cultura, Santi Vila, quien advirtió de que el soberanismo no tiene mayoría en votos. «La independencia sólo dependerá de la sociedad catalana. Tenemos que ser mayoría y no podemos hacer inventos para creer que lo somos», explicó uno de los representantes del sector más conservador de Convergència.

El tono rebajado de Puigdemont, no obstante, coincide con su presencia en la denominada Diada de la «desconexión», la última antes de la hipotética proclamación de la República catalana que propugnan las entidades y los sectores más radicales del soberanismo. Cabe recordar que Artur Mas nunca había acudido a las manifestaciones independentistas para preservar su rol institucional.

Antes de estrenarse en su primer 11 de septiembre como president, Puigdemont compartió anoche escenario con Carme Forcadell –que hoy acudirá a la marcha de Tarragona– en el acto previo del Govern, deslucido por la lluvia que obligó a parar varias veces las actuaciones programadas.


NEUS MUNTÉ CRITICA A ERC POR ACUDIR A LA DIADA PREVIA CON PODEMOS
La ‘consellera’ de la Presidencia, Neus Munté, ha calificado de «decisión equivocada» por parte de ERC haber participado en la manifestación del viernes por el 40 aniversario de la primera Diada tras la muerte de Franco, junto a la CUP y Podemos, sin que se hubiera invitado al Partit Demòcrata Català (PDC) – la antigua Convergència – . En declaraciones a la Cadena COPE, Neus Munté subrayó que «el proceso hacia la independencia sólo se puede hacer desde la máxima unidad». Además, la dirigente ‘convergente’ mostró su disgusto por sentirse excluida de la convocatoria como ya hiciera la coordinadora general del PDC, Marta Pascal.