JUAN CARLOS GIRAUTA-EL DEBATE
  • Por cierto, los beneficios de la Sepi, adscrita al ministerio de María Jesús Montero, han caído un 77 % en un año, arrojando un parco beneficio de 10 millones después de facturar casi 5.900 millones. Raro, pero volvamos a Catar

Los llamados fondos soberanos son, como su nombre indica, estatales. Así pues, las empresas que citaré son propiedad, en distintas proporciones, del Estado soberano de Catar. La influencia mediática de ese país en el mundo entero, a través de su televisión pública Al Jazeera, es inmensa. Entre otras cosas, alimenta a las comunidades musulmanas de Occidente con las informaciones y el tratamiento que cabe esperar del país donde se aloja la cúpula de la organización terrorista Hamás. Que por cierto está encantada con la política exterior sanchista.

Dicho Estado es el principal accionista del primer grupo energético de España, Iberdrola, con el 8’694 % del capital. Iberdrola se ha comprometido a la neutralidad en carbono para dentro de seis años. Algo sorprendente teniendo en cuenta que su mayor accionista es un Estado con reservas de petróleo susceptibles de seguir siendo explotadas como hasta ahora durante 56 años. El actual nivel de explotación es el que le permite a Catar ocupar la primera posición del mundo en renta per cápita. 25.000 millones de barriles en reservas. El Estado de Catar ha sido también el propietario del 19 % de Colonial, hasta la reciente disolución de su participación y la toma de control por parte de Isidro Fainé, de CriteriaCaixa.

Catar posee más del 25 % de las acciones de la aerolínea IAG (Iberia y British Airways). No es moco de pavo en un sector estratégico. ¿O no lo es? Bueno, debe serlo en gran medida si atendemos al criterio del Gobierno español a la hora de salvar la aerolínea venezolana (y enana) Plus Ultra con 53 millones de euros a cargo al Fondo de Apoyo a la Solvencia de las Empresas Estratégicas, de la Sepi. Por cierto, los beneficios de la Sepi, adscrita al ministerio de María Jesús Montero, han caído un 77 % en un año, arrojando un parco beneficio de 10 millones después de facturar casi 5.900 millones. Raro, pero volvamos a Catar.

Ese Estado también posee el 5 % (cuota clave) de la muy familiar empresa El Corte Inglés. Y llegó a poseer el doble. Es interesante que Catar haya querido multiplicar sus inversiones de la mano del Gobierno Sánchez, aunque este, curiosamente, no haya hecho uso de la generosa oferta lanzada en persona por su emir, Tamim bin Hamad Al Zani, en su visita del 18 de mayo de 2022. El anuncio se realizó durante una cena de gala, con los Reyes delante. El emir lo resumió así: «Hoy mismo he dado instrucciones para incrementar las inversiones en 5.000 millones de dólares, que darán un valor añadido a nuestras exitosas inversiones ya existentes en España, teniendo en cuenta que Catar es considerado uno de los mayores inversores árabes en España». A fin de estrechar lazos con el Gobierno español, el fondo soberano de Catar firmó un acuerdo con Cofides para decidir juntos las inversiones a realizar. Pero pasan los años y Cofides se desentiende, despeja balón y alega que esas cosas pueden tardar mucho tiempo.