Rajoy, sin expectativas tras el enésimo «no rotundo» de Sánchez

EL MUNDO – 28/01/16

· El líder ‘popular’ ofrece al PSOE apoyo en CCAA y ayuntamientos a cambio de una coalición.

En el PP y en La Moncloa apenas nadie conserva la esperanza. Si acaso un hilo frágil que pende de la eventual negativa de los barones y de los referentes históricos del PSOE a avalar un Gobierno mano a mano con Podemos. Aún así, las expectativas de Rajoy son prácticamente nulas. Las pocas que pervivían quedaron ayer fulminadas tras el enésimo «no rotundo» de Pedro Sánchez a cualquier oferta que proceda del líder popular.

Y propuesta nueva la hubo. El presidente en funciones la lanzó en una entrevista matinal en Telecinco. Rajoy dijo estar dispuesto a propiciar apoyo estable a los socialistas en aquellas comunidades y grandes ayuntamientos en los que ahora gobierna gracias al respaldo de Podemos y sus confluencias territoriales, siempre a cambio de que el PSOE se avenga a un acuerdo que permita constituir un Gobierno central basado en la fórmula de la gran coalición o similar.

Más aún, el candidato popular se mostró incluso abierto a revisar algunas de las leyes más polémicas adoptadas en la pasada legislatura –reforma laboral, educación, seguridad ciudadana…– y sólo planteó como asuntos innegociables la unidad de la nación, la igualdad de los españoles, la pertenencia al euro y la lucha contra el terrorismo yihadista. Pero no tuvo éxito.

Pedro Sánchez rechazó de plano la oferta. El socialista, para evitar que se extienda una imagen suya de hombre que se niega incluso al diálogo, aseguró que acudirá inmediatamente a La Moncloa si el presidente le llama, pero sólo para repetir lo que Rajoy ya sabe, es decir, que «ni por activa ni por pasiva» facilitará un nuevo Gobierno del Partido Popular, al que considera «gangrenado» por la corrupción. Y, además, reprocharle que no dimitiera hace dos años cuando se desveló su cruce de SMS con Bárcenas y que haya rehusado dar «un paso al frente» presentándose a la investidura, como le propuso el Rey.

Con estas cartas sobre la mesa, y atenazado ahora por el escándalo mayúsculo de la corrupción en el PP valenciano, pocos creen en el partido que Rajoy siga teniendo bazas para envidar de nuevo. Sólo confían en que Felipe VI, a la vista de la imposibilidad de que la investidura del aspirante popular prospere, decida correr la lista y proponga como candidato a Sánchez. Éste, para no caer en la «irresponsabilidad» que afea a Rajoy, dijo de nuevo ayer que, en caso de que el Rey se lo pida, aceptará la propuesta.

Sería entonces cuando el PSOE se vería enfrentado de veras a decidir si pacta con Podemos, aceptando muchas de las exigencias de Pablo Iglesias, y consigue en paralelo un acuerdo, como mínimo de abstención, con las fuerzas nacionalistas e independentistas. Es una empresa difícil, que suscita muchos recelos en las propias filas socialistas y que desde el PP se vaticina catastrófica, pero que no puede tacharse de imposible.

De fracasar Sánchez en su intento de conformar lo que él define como alternativa «de cambio y de progreso», ante Rajoy se abriría un nuevo terreno, no despejado de obstáculos, para lanzar una segunda tentativa de pacto para dar «estabilidad y certidumbre» al país. Y si no, España se vería abocada a unas nuevas elecciones.

El propio Rajoy insiste en que sigue sin tener más apoyos que los propios y, en consecuencia, se mantiene en sus trece de que no tiene sentido acudir a una investidura fallida de antemano. No quiso anticipar ayer cuál será su respuesta al Rey si éste decide de nuevo proponerle como candidato, pero sí quedó claro que no desea que lo haga. En cualquier caso, lo que también confirmó es que, si las urnas se abren de nuevo, pedirá a su partido ser otra vez el cabeza de lista.

EL MUNDO – 28/01/16