Sabino Arana en San Mamés

Así funciona la exclusión sabiniana, el régimen nacionalista que expulsa fuera de la sociedad a todos aquellos que no se integran en la etnia, la versión moderna de la raza sabiniana. Con Arana, eran los apellidos correctos; ahora, es la conversión a la fe nacionalista. Los votantes vascos del PP se niegan a entrar en la etnia. O sea, que a patadas fuera de San Mamés.

Que se aparten de nuevo los sociólogos, las encuestas y los sesudos analistas para explicar el problema vasco. Nos sobran. Si el ciudadano español de otras regiones, el visitante extranjero, el politólogo de la Universidad de Kuala Lumpur o el marciano quiere entender en qué consiste el nacionalismo étnico, que se dé una pequeña vuelta por lo ocurrido en San Mamés en los últimos días. Por la que les han montado a Antonio Basagoiti y a Mariano Rajoy los nacionalistas por hacerse una foto con la camiseta del Athletic en la Catedral.

Hasta aquí podíamos llegar, que, ustedes, pedazo de españoles, pretendan simpatizar con el Athletic, pisar nuestra sede y hasta invocar a San Mamés. Que es, más o menos, lo que les ha dicho Andoni Ortúzar, el presidente del PNV de Vizcaya, a Basagoiti y Rajoy. En realidad, lo de Ortúzar ha sido algo peor. Ya se sabe que el fútbol desinhibe, y a Ortúzar, metido de lleno en el partido, se le ha escapado la xenofobia sabiniana, «Rajoy necesita esta foto, pero nosotros no, porque somos de aquí». Rajoy es, para Ortúzar, Basagoiti, el otro protagonista de la foto, y todo el PP vasco, los españoles, los que no son de aquí.

Así funciona la exclusión sabiniana, el régimen nacionalista que expulsa fuera de la sociedad a todos aquellos que no se integran en la etnia, la versión moderna de la raza sabiniana. Con Arana, eran los apellidos correctos; ahora, es la conversión a la fe nacionalista. Y Basagoiti y los votantes vascos del PP tienen los apellidos pero se niegan a entrar en la etnia. O sea, que a patadas fuera de San Mamés.

En ese ambiente se entiende que Ortúzar y la directiva del Athletic tengan la caradura de acusar al Partido Popular de utilización política del Athletic cuando este club está controlado por el PNV desde hace muchos años. Otra cosa es que el actual presidente, Fernando García Macua, fuera el candidato del sector moderado, del sector Josu Jon Imaz, que derrotó al candidato de Joseba Egibar y de los batasunos. De ahí su gesto de normalidad, de buena educación y de coherencia al recibir a un hincha como Basagoiti y a un aficionado como Rajoy. Y casi se lo comen los leones sabinianos.

Edurne Uriarte, ABC, 29/10/2008