Pablo Sebastián-Vozpópuli

Aunque el PNV haya resultado ganador en votos y empatado con EH Bildu en escaños (27 cada uno) el vencedor moral de los comicios vascos de este 21 de abril ha sido ‘la organización’ -así la llaman ellos- filo terrorista de EH Bildu que ha subido 6 escaños y más de 80.000 votos respecto al resultado que obtuvieron en 2020.

Mientras el PNV perdió 4 escaños aunque mantiene su liderazgo en votos y la posibilidad de seguir gobernando con el PSE que ha mejorado en 2 escaños hasta los 12 diputados. Mientras el PP solo subió un diputado hasta los 7, Vox mantuvo su único escaño en Vitoria y Sumar logró uno de los 6 diputados que tenía Podemos, partido que sale de la Cámara vasca.

De lo que se desprende que en estas elecciones del País Vasco tanto Pedro Sánchez como Andoni Ortuzar han encumbrado en Euskadi a ETA/Bildu y a su líder Arnaldo Otegui, para oprobio de sus víctimas del terror y los demócratas de este país. Un desastre político para España y un fracaso para el PNV de Ortuzar que acabó empatado con Bildu en escaños aunque el PNV conserva la primacía vasca en votos a tan solo 30.000 electores de Bildu y la posibilidad de renovar el gobierno con el PSE.

Dijo Sánchez hace poco que ‘los demócratas derrotaron a ETA’ pero ahora ha sido el propio Sánchez quien le acaba de regalar a ETA un notable triunfo del que el presidente del Gobierno y el PSOE tienen una altísima responsabilidad por el blanqueo de Otegui y los pactos con Bildu (en Navarra y Pamplona).

A igual que tienen responsabilidades Andoni Ortuzar y el PNV en este su ya histórico empate con Bildu en escaños el por blanqueo dé Otegui y el giro soberanista de Ortuzar, tras la senda de Puigdemont. Y qué decir del ridículo ‘harakiri’ de la extrema izquierda de Podemos y Sumar en Euskadi. Los que, tras enviar sus votantes a Bildu en plena trifulca de Iglesias y Díaz, añaden esta derrota (perdieron 5 de sus 6 escaños en Euskadi) a su expulsión de Galicia y van camino, en lo que llevamos de año, de un tercer y un cuarto fracaso en los comicios de Cataluña del 12 de mayo y en los europeos del 9 de junio.

Elogios al corrupto Pujol

Porque muy pronto, en apenas 20 días, asistiremos a un nuevo espectáculo en las elecciones catalanas del 12 de mayo. Donde se aprecia una notable novedad en el PSC de Salvador Illa desde donde se están lanzando elogios reiterados a los pasados gobiernos del corrupto ex honorable president de la Generalitat Jordi Pujol (y familia).

Illa, el candidato favorito del 12-M catalán, está buscando votos de la antigua Convergencia, ‘indultando’ políticamente y públicamente a Jordi Pujol (a quien nadie se atreve a sentar en el banquillo de un esperado juicio que no acaba por llegar), para que los nacionalistas no sumen mayoría absoluta en el Parlament. Y para que Junts, el partido de Puigdemont, no resulte el partido más votado del nacionalismo catalán por delante de ERC.

 De manera que para permanecer en el poder, el presidente Sánchez tiene que sentar a su mesa de La Moncloa a dirigentes golpistas, corruptos y también filoterroristas

Porque si eso ocurriera Puigdemont, insaciable con la ley de la amnistía, le exigirá al PSC la presidencia de la Generalitat en justa correspondencia con el apoyo de Junst a la investidura de Sánchez en Madrid.

Y a no olvidar en esta asombrosa secuencia: los indultos que ya concedió Sánchez a los golpistas catalanes condenados por el Tribunal Supremo, la eliminación del delito de sedición (que deja indefenso al Estado ante el riesgo de otra declaración unilateral de la independencia de Cataluña), y la ley de amnistía cuyo trámite en el Congreso acabará a principios del mes junio en plena campaña electoral del Parlamento de la UE.

De manera que para permanecer en el poder, el presidente Sánchez tiene que sentar a su mesa de La Moncloa a dirigentes golpistas, corruptos y también filo terroristas. Y todavía espera salir airoso en las elecciones al Parlamento Europeo del 9 de junio.

Las que el PP pretenderá convertir en un plebiscito sobre la ley de amnistía, y el PSOE en test sobre el liderazgo de Alberto N. Feijóo como líder de la Oposición. El mismo Feijóo que debería acabar con sus flirteos temerarios con Junts y PNV, y hablar a los españoles alto y claro sobre lo ocurrido en el País Vasco y lo que está al llegar en Cataluña, sin descartar el altavoz de la moción de censura, si resulta claro ganador en las elecciones del Parlamento Europeo.

Lo que está por ver visto el buen resultado de Sánchez en el País Vasco y la esperada victoria de Illa en Cataluña con el PSC. Y no precisamente por los méritos políticos de Sánchez sino más bien y sobre todo por la eficacia y la amplitud de su enorme y bien engrasado aparato de comunicación. Algo de lo que carece el PP como carece de una meditada estrategia, lejos de toda ocurrencia e improvisación.

De momento, en el País Vasco EH Bildu dio un salto de gigante y Sánchez ha reforzado la dependencia del PNV de los 12 diputados del PSE, porque los 7 del PP no le sirven para nada a las huestes de Ortuzar, que salieron mal paradas y  merecidamente trasquiladas en esta tan importante ocasión.