EL MUNDO – 09/08/15
· Los socialistas catalanes apoyan o rechazan según las circunstancias que ayuntamientos en los que son clave se sumen al independentismo.
El Ayuntamiento de Terrassa, uno de los de más peso que el PSC lidera en Cataluña, votó a favor de unirse a la Asociación de Municipios por la Independencia (AMI) en julio. Para que prosperara, fue necesario el apoyo de siete de los nueve concejales socialistas. El mismo día, Castelldefels se incorporó a la organización gracias al PSC, socio del Gobierno local.
La AMI establece que sus miembros fomentarán «todo aquello que pueda ser útil para llevar al pueblo de Cataluña hacia la independencia». El objetivo se antoja contrario al ideario del PSC de Miquel Iceta. Los socialistas de Terrassa justificaron que ejercían un papel «facilitador» y «valiente» tolerando la entrada en la asociación para respetar la voluntad secesionista de «miles de vecinos».
Pocos días más tarde de propiciar el ingreso, el PSC cerró una alianza con CiU que, aun sin alcanzar la mayoría, le otorga estabilidad en la ciudad. Una cláusula del acuerdo estipula que ambas fuerzas «facilitarán la adhesión del Ayuntamiento a la AMI». Terrassa tuvo como primer edil hasta 2012 a Pere Navarro, el ex primer secretario del PSC que se enfrentó con el sector más catalanista de la formación.
El respaldo aparentemente oportunista de los socialistas en Terrassa y Castelldefels a una entidad afín a la lista Junts pel Sí de Convergència y ERC contrasta con que, en las últimas semanas, el PSC se ha opuesto a la AMI en otras localidades, como Lérida y Cervelló –donde el PSC ha tendido puentes con C’s–, Sabadell –ha cedido el poder a un bipartito de izquierda independentista–, Granollers y Gelida –los socialistas disponen de mayoría absoluta–, y Cornellà y Mollet –donde el nacionalismo es minoritario–.
Aunque el partido ha acentuado el discurso por el entendimiento entre Cataluña y España tras marcharse los más destacados disidentes catalanistas, la ejecutiva del PSC ha adoptado un perfil bajo ante las aparentes disonancias en los municipios. La doctrina oficial apela a la autonomía de los concejales, a no obstaculizar pronunciamientos que se achacan a particularidades de cada población y a priorizar la formación de ejecutivos de izquierda, con lo que implícitamente se consienten cesiones a los soberanistas.
Pero el PSC no se inclina sólo a favor de la AMI para tejer alianzas, sino que otros lugares parece hacerlo por convicción. Así, en Castellet i la Gornal –villa del Penedès donde gobierna con mayoría– los socialistas aceptaron la propuesta de ERC de integrarse en la entidad soberanista. De los siete ediles del partido, sólo uno se opuso.
«No estamos por la controversia. Tenemos que respetar y estar en consonancia con la idea mayoritaria en el pueblo», sostiene el alcalde, Miguel Delgado. «Hasta ahora no lo hemos aceptado, pero en el 9-N se vio un resultado. De unos 1.700 electores en el pueblo, 600 votaron sí-sí [por la independencia] y el PSC sacó unos 500 votos en las municipales. Una parte muy importante de los electores del PSC escogieron el sí-sí. No nos podíamos poner en contra de un sentimiento que también es mayoritario entre quien vota al PSC. Sobre todo queremos convivencia, tener la fiesta en paz en el pueblo».
Una cuarentena de alcaldías del PSC o listas que se presentaron bajo las siglas de Candidatura de Progrés se adscriben por ahora a la AMI. Claro que antes de los malos resultados de las elecciones de mayo eran el doble: la asociación contaba con 84 ayuntamientos socialistas en 2014.
Poblaciones medianas de mayoría socialista como Centelles, Mediona o Santa Margarida i els Monjos se han sumado a los consistorios independentistas, aparte de otras que el PSC ha dejado de administrar, como Palamós o Malgrat.