Un pilar del PSOE en los ‘años duros’

EL MUNDO – 26/08/15 – SANTIAGO GONZÁLEZ

· Figura clave del socialismo, con un papel muy relevante durante la Transición, le gustaba definir su trayectoria como una vida «destinada a luchar por la paz en Euskadi». Hijo de un exiliado durante la Guerra Civil, pudo convertirse en lehendakari en 1986, cuando el PSE venció al PNV en escaños, pero no en votos.

Chesterton había dejado escrito que «El periodismo consiste esencialmente en decir ‘Lord Jones ha muerto’ a gente que no sabía que Lord Jones estaba vivo».

La noticia del fallecimiento de Txiki Benegas, que empezó a difundirse ayer al filo del mediodía en las web de los medios, recordaba la irónica definición. Todos los titulares señalaban: «Muere Txiki Benegas, histórico dirigente socialista vasco», como si en los últimos años se hubiera convertido en un lord Jones, en un desconocido y hubiese que explicar de quién se estaba hablando.

José Mª Benegas Haddad (Caracas, 1948) fue un personaje clave de la política española desde la Transición. Nació en Venezuela, hijo de un militante exiliado del PNV. La familia regresó a España en 1956, fijando su residencia en San Sebastián. Estudió Derecho en la Universidad de Valladolid, donde se licenció en 1971. Al año siguiente, tras ingresar en el PSOE y UGT, abrió un despacho laboralista en la capital guipuzcoana, en compañía de Ramón Jáuregui y Enrique Iparraguirre.

Txiki Benegas fue uno de los artífices de la renovación del PSOE en el Congreso de Suresnes celebrado en 1974, donde la Comisión Ejecutiva que encabezaba el abogado sevillano Felipe González y de la que él formaba parte, sustituyó a la Ejecutiva del exilio que lideraba Rodolfo Llopis, secretario general durante los 30 años anteriores. Llopis rechazó la presidencia que le ofrecían los jóvenes socialistas del interior y llevó el conflicto hasta la Internacional Socialista, que se pronunció a favor del PSOE renovado.

Era Benegas a la hora de su muerte el diputado más antiguo del Congreso, título que compartió con Alfonso Guerra hasta 2014. Ambos inauguraron sus escaños en las elecciones constituyentes de 1977.

Su bautismo de fuego parlamentario fue el debate de la Ley de amnistía, que se celebró en octubre de 1977, en el que ejerció como portavoz del PSOE, mientras en nombre del Partido Comunista intervino Marcelino Camacho (Abad y no Zancada, como erróneamente transcribe su segundo apellido el Diario de Sesiones del Congreso). Y en nombre del PNV, Xabier Arzalluz, con quien mantendría una cierta amistad a lo largo de su vida política.

Desde la transformación de la organización socialista vasca en Partido Socialista de Euskadi en 1977, Benegas fue su secretario general durante 11 años, hasta entregar el testigo a Jáuregui en el V Congreso del PSE-PSOE, celebrado en 1988.

Txiki Benegas fue un referente de los socialistas en la amnistía, la autonomía y la lucha por la paz y contra el terrorismo, un excelente negociador, con dotes de persuasión y una considerable capacidad política. Participó en el debate constitucional, con la defensa del Título VIII; intervino activamente en la elaboración del Estatuto de Autonomía; fue dos veces candidato de su partido a la Presidencia del Gobierno vasco, en febrero de 1984 y el 30 de noviembre de 1986, tras la escisión del PNV y EA. Fue esta última la única ocasión en que los socialistas vascos ganaron unas elecciones autonómicas al PNV.

Él trabajó hasta conseguir el pacto de Ajuria Enea, que se aprobó el 12 de enero de 1988, fue un artífice de la integración de Euskadiko Ezkerra en el PSE. Con Mario On y con Nicolás Redondo Terreros, puso en 1999 los mimbres del Pacto Antiterrorista. Los tres hicieron un viaje al Reino Unido, durante el que Benegas observó, y así se lo dijo a sus compañeros, que sus interlocutores no hablaban de nombres ni de siglas y sí de fechas. Allí nació el fundamento del pacto: para combatir al terrorismo era precisa una política que trascendiera los gobiernos y los nombres, llevar a la convicción de los terroristas que debían abandonar toda esperanza porque la política antiterrorista no iba a cambiar aunque lo hiciera el Gobierno. Zapatero adoptó la idea apenas nombrado secretario general en julio de 2000 y consiguió que Aznar firmara con él el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo, pero apenas elegido presidente del Gobierno hizo una interpretación diferente a la de Txiki, cuando reivindicó en El Escorial (en un mano a mano con Baltasar Garzón) una agenda progresista de la lucha contra el terrorismo.

Quizá por sus antecedentes familiares, Xabier Arzalluz le dispensaba un trato deferente y no exento de cierto afecto. Contaba Nicolás Redondo que durante un almuerzo en Algete para explorar las posibilidades de un Gobierno de coalición tras las autonómicas del 98, en el que participaron: Txiki, Arzalluz, Egibar, José Luis Corcuera y él mismo, el presidente del EBB invocó la seriedad: “Al fin y al cabo aquí estamos cinco personas que nos vestimos por los pies”. No pudo ser. El PNV había pactado con ETA y EA en verano y suscribió el pacto de Lizarra en septiembre. Cuando le contaron la conversación a Felipe González, este comentó: “Pues en una época importante de su vida, él lo hacía por la cabeza.”

Era un buen tipo, capaz y con más instinto político que toda la ejecutiva actual de su partido. Uno de los nuestros.

José María ‘Txiki’ Benegas, político, nació en Caracas (Venezuela) el 25 de julio de 1948 y murió en Madrid el 25 de agosto de 2015.

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