Una propuesta digna de aplauso

EL MUNDO 21/10/15 – VICTORIA PREGO

· Esta propuesta que los socialistas van a hacer en su programa electoral está llena de sentido y puede que sea la única vía, no para acabar con ese esclavismo contemporáneo que es la prostitución, que esa pretensión es vana y del todo irreal, pero al menos sí para asediar en lo posible a un negocio del que se benefician con enormes cantidades de dinero miles de personas a costa de someter a innumerables mujeres a la extorsión, el chantaje, la amenaza y el secuestro literal de sus vidas, además de a la humillación y al maltrato físico y moral.

No debería nadie engañarse con el argumento falaz de que las prostitutas son, al fin y al cabo, unas trabajadoras más, en este caso trabajadoras del sexo, y que con tenerlas incluidas en la Seguridad Social y hacerlas pasar regularmente unos exámenes médicos tendríamos acotado el problema. Porque eso es mentira. Puede que haya unas pocas mujeres que reivindiquen su derecho a ganarse la vida de esa manera, pero son las menos.

Lo que hay en este negocio lo conocemos de sobra, aunque no lo veamos, porque se ha informado repetidamente sobre la realidad de la trata de mujeres, sacadas con engaños de sus países de origen y después esclavizadas en términos brutales durante el tiempo en que son materia consumible por los clientes. Por lo tanto, todo intento de controlar el negocio de la prostitución, que esconde siempre el tráfico de mujeres, legalizando la actividad está destinado al fracaso.

Incluir en el Código Penal el consumo de sexo pagado y castigar así a los clientes de las prostitutas podría encontrarse con la oposición de muchos sectores de la sociedad, y es razonable que el PSOE no haya dado ese paso si tiene la intención de plantear una ley que logre un consenso mayoritario en el Congreso de la próxima legislatura. Pero sancionar la compra y demanda de los servicios de prostitución es algo que debería aplicarse en España porque es una medida disuasoria que contribuiría a cercar considerablemente esta actividad.

Por descontado, penalizar el negocio del alquiler de habitaciones y la instalación de prostíbulos sí puede ser una medida eficaz que disuada a otros muchos de intentar montarse un negocio a costa de la dignidad de mujeres esclavizadas por sus maltratadores. Hay países donde esa fórmula está dando buenos resultados y es de aplaudir que los socialistas no pretendan aplicar ideas sin contrastar y se atengan a lo ya experimentado con éxito en otras latitudes. Es una propuesta que merece el apoyo de las demás fuerzas políticas y de la sociedad española en su conjunto.