Teo Uriarte, 2/2/12
Es solamente una exclamación, no es una invitación a hacerlo. No es el lamento de más de un candidato a una oposición que se haya visto rechazado por causa del euskera, no es que muchos ya creamos que el euskera se ha convertido en un arma política para discriminar a unos individuos sobre otros, nos moleste, y lancemos ese improperio. No es eso. Es una exclamación de sorpresa ante el anuncio de la fundación Leizaola publicitando el euskera con unas imágenes donde la condición femenina es denigrada por dos mozos en calzoncillos dispuestos a conjugar el nork nori nor. Si don Jesús María de Leizaola lo viera se levantaría de la tumba. Él, que fuera tan respetable y educado conservador. Él, que fuera tan injusta y atrozmente amenazado de muerte en un arrebato retórico por Federico Krutwig en las páginas de “Vasconia” por no haber enseñado a sus hijos euskera… Y ahora va la fundación que lleva su nombre y se pasa tres pueblos con esos anuncios. Permítanme la exclamación del titular para manifestar mi estupor por el anuncio subvencionado por el Gobierno vasco. No se repetirá en mi pluma tal exabrupto.
¡Joder con Eguiguren! Miren las cosas que dice: que hay que hacer una Constitución vasca, aunque se comparta soberanía no sólo con España sino también con Francia, aceptar la territorialidad de Euskal Herria, acercar a los presos etarras para ponernos a la altura de los tiempos, y si no que el Gobierno de López rompa, primer gobierno de la historia que rompiese con el grupo que le sostiene, con el PP. Jesús Eguiguren parece uno de esos miembros del comando suicida de “La Vida de Brian”. Ahora se entenderá mejor por qué duraron tanto las negociaciones con los radicales y ETA: porque el delegado del Estado era el que quería negociar. Ahora entenderán por qué les parece a los socialistas los pasos dados por ETA tan positivos, pues son casi los mismos que mantiene el presidente del PSE. Ahora entenderán el mosqueo que los demás tenemos, pues escuchándole tendremos que aceptar que los etarras consideren que han ganado. Y, por otro, lado nos hace sospechar que los socialistas tienen algo apalabrado con ellos como consecuencia de las larguísimas conversaciones de Loiola y Ginebra. Pero voy a jurar más.
¡Joder con el Gobierno vasco!, cuando para contestarle a Eguiguren no se le ocurre otra cosa a su portavoz que decirle que los vascos ya tenemos una constitución que es el Estatuto de Autonomía. ¡Pardiez!, es cierto que tenemos una constitución, como los andaluces y los extremeños, que es la misma, la de 1978. La que nos reseña todos los derechos fundamentales como ciudadanos, de la que surge el Estatuto y todas las leyes. Pero el Estatuto no es una constitución. En el fondo en el actual disparatado discurso socialista la retórica destroza la realidad, y acaban estando el Gobierno vasco de acuerdo con Eguiguren, pues al llamar constitución al Estatuto asume la misma lógica subversiva que él. Por favor, no hagan anuncios promocionales del euskera ni mucho menos desmentidos tan heterodoxos.
Y ya está, no digo más disparates, lo triste es que el Gobierno de López, el primer Gobierno no-nacionalista de nuestra autonomía, ha acabado por hacer buena la vuelta del PNV antes de que Jesús y otros muchos más, más de los que creemos, se lo den en bandeja a Amaiur. Surrealismo dadaísta: la derecha apoyando al Gobierno socialista para derrotar a ETA y a sus seguidores y el presidente de los socialistas vascos defendiendo un proceso – que se inició con legalización de Bildu- por el que llegarían al poder. Todo esto a pocas fechas del congreso socialista en Sevilla, al que se arriba sin un atisbo de debate político, ni sobre organización territorial, y mucho menos constituciones, con una sola línea de mención a ETA, y en el que sólo falta que gane Chacón para rematarlo. Pero es que tanto disparate va camino llegar a su culminación.
Teo Uriarte, 2/2/12