El catedrático de Historia de la Universidad Complutense, Juan Pablo Fusi, cree que el plan Ibarretxe ha creado un problema político que hay que resolver desde «la firmeza, la ley y el entendimiento democrático».
Juan Pablo Fusi, uno de los intelectuales que más han investigado la historia contemporánea de España, defiende la unidad europea como una alternativa a los nacionalismos étnicos, a su juicio, origen de toda clase de conflictos en el continente en los últimos siglos.
-¿Qué significado tiene a su juicio el lema «Unida en la diversidad» que figura en el tratado de la Constitución Europea?
-«Unida en la diversidad» significa que Europa es una federación de estados-nacionales, con poderes y competencias supranacionales por un lado, pero con gran capacidad de decisión política de los Estados por otro. El tratado de la Constitución de la Unión Europea es como los textos anteriores (Maastricht, Acta Única .), importante desde luego, pero de una gran complejidad. Es una síntesis de tratados anteriores, no una Constitución.
-¿Ha sido un acierto la convocatoria del referéndum?
-El referéndum es precipitado. Sospecho, además, que el Gobierno lo convoca como acto de aclamación a su política, más que como afirmación de nuestra voluntad europeísta.
-¿Cómo sitúa en este proceso de unificación europea el debate abierto en el País Vasco sobre la superación de su actual marco estatutario?
-El proceso vasco tiene muy poco que ver con la unificación europea. La idea de unidad europea surgió como alternativa y superación de todos los nacionalismos: de los nacionalismos nacionales y de los nacionalismos étnicos, causa de toda clase de conflictos en Europa en los siglos XIX y XX.
-¿Es realmente factible la soberanía compartida? ¿Los estados nacionales perderán poder de verdad?
-En la Unión Europea, los estados nacionales ceden soberanía y competencias. Pero su órgano más importante es el Consejo Europeo, no la Comisión, compuesto por los jefes de Estado o de Gobierno, un órgano inter-gubernamental, no supranacional. Europa es incompatible con el nacionalismo étnico y los particularismos territoriales. Europa es derechos civiles, libertades individuales, ciudadanía europea, estado de bienestar, democracia, igualdad de los ciudadanos, crecimiento sostenible, paz y seguridad internacionales. La peor Europa posible es una Europa de regiones y nacionalismos étnicos-lingüísticos.
-¿Qué alcance tendrán las elecciones autonómicas vascas?
-Alterarán poco el equilibrio político vasco y por tanto, la naturaleza de nuestros problemas. Invitarán al entendimiento entre nacionalistas y no nacionalistas; pero eso viene siendo así desde 1975, como ya lo fue, y tampoco se quiso hacer, entre 1931y 1936.
-¿Vislumbra en España un nuevo proceso constituyente?
-Lo que hay pendiente en España son, además del fin de ETA, reformas constituciones y reajustes estatuarios, y problemas sobre la financiación en las autonomías. Lo demás -plan Ibarretxe, proceso constituyente- son problemas creados por la política y por los planteamientos ideológicos y de poder de los políticos. Quiero decir; no es que existan conflictos que han creado el plan Ibarre-txe o el proceso constituyente que plantea Esquerra, sino al revés: el plan Ibarretxe y Esquerra Republicana de Cataluña han creado conflictos, que evidentemente habrá que solucionar desde a firmeza, la ley y el entendimiento democrático.
EL DIARIO VASCO, 13/2/2005