En el último año, Al Qaida de la Península Arábiga, que desde su base en Yemen se ha convertido en uno de los brazos más activos de la red de Bin Laden, ha obligado a los servicios de Inteligencia de Europa y Estados Unidos a elevar el nivel de alerta.
Su amenaza es mayúscula, como lo revelan el atentado frustrado en un avión comercial que viajaba de Ámsterdam a Detroit en diciembre pasado y los recientes paquetes bomba que tenían por destino dos sinagogas de Estados Unidos. A raíz de este último descubrimiento, varios países europeos, entre ellos España, potenciaron el control de las cargas aéreas e incluso el Ministerio del Interior elevó el nivel de amenaza terrorista.
Pese al riesgo que se ha extendido en Europa, Christina Hellmich, doctora por la Universidad de Oxford y especialista en Oriente Medio y Al Qaida, sostiene que los países de la UE «no están en el radar» de esta célula terrorista. «Mi preocupación por Europa y España viene de Al Qaida del Magreb Islámico (AQMI)», aclara Hellmich, que hoy participará en las IV Jornadas Internacionales sobre Terrorismo que se realizan en Zaragoza y que coordina el catedrático Rogelio Alonso. «Esto no quiere decir que Europa esté totalmente fuera del radar del brazo terrorista asentado en Yemen. El Reino Unido, por ejemplo, es un objetivo prioritario tal como vimos en los recientes ataques a la embajada británica en Sanáa», agrega.
El reclamo de Al-Ándalus
Son varias las ramas de la red internacional de Al Qaida que reclaman la recuperación de «Al-Ándalus», territorio que abarca casi la totalidad de la Península Ibérica y que describen como «el paraíso perdido de los musulmanes». Sin embargo, para Hellmich, que actualmente enseña Relaciones Internacionales en la Universidad de Reading (Reino Unido), esos mensajes no implican una amenaza real para España, al menos no desde la célula de Arabia Saudí y Yemen. «Su objetivo ahora es luchar contra el gobierno de Sanáa y contra la presencia militar de los Estados Unidos en la zona», explica, «aunque eso no implica que haya algunos “elementos” de la red mirando a España».
Sobre el atentado de Yemen de 2007, en el que murieron siete turistas españoles (y en el que otros seis resultaron heridos), Hellmich es terminante: «Estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado». «No fue un ataque contra España. Como tampoco el secuestro de alemanes es un mensaje para Alemania. Lo que ellos quieren decir depende mucho de lo que nosotros queremos leer, y no siempre van de la mano. Europa no siempre sabe interpretar correctamente los mensajes de Al Qaida», dice. Respecto a la guerra de Occidente contra el yihadismo, afirma: «Lo que están haciendo los servicios secretos, lo que no vemos, es sin duda lo más exitoso de esta lucha».
ABC, 15/11/2010