EL DIARIO VASCO, 31/7/2011
Miguel Buen asume su nuevo cargo como responsable de Seguridad del Gobierno Vasco en un momento de «cierta calma», un momento de tregua que «es fruto del trabajo político y policial, y no de una reflexión de índole moral del mundo de ETA», dice. Aún y todo, advierte de que la Ertzaintza mantiene la guardia alta porque «el terrorismo sigue existiendo».
– ¿Ha llegado a la viceconsejería en un buen momento de seguridad?
– Sí, aunque en esta materia siempre hay que estar con todas las alertas activadas. Vivimos tiempos de cierta calma, pero no hay que olvidar que hay delincuencia, que el terrorismo sigue existiendo y que lacras como la de la violencia de género siguen ahí. Aunque gracias al trabajo de nuestra policía y la colaboración con otros cuerpos, el número de delitos en Euskadi ha bajado de forma importante.
– En lo referido al terrorismo, han cesado los atentados, al menos temporalmente; no hay kale borroka, apenas se registran incidentes graves… ¿confía en que se haya acabado esa etapa?
– Ojalá. Pero la situación actual no es fruto de la casualidad sino de un intensivo trabajo llevado a cabo por mucha gente, desde el campo de la política, la policía, la presión judicial… Que nadie piense que se debe a la casualidad o a una reflexión de índole moral llevada a cabo por el mundo terrorista de ETA.
– El verano suele ser una época ‘movida’, pero está siendo tranquilo, ¿no?
– Más tranquilo que otros. Hay menos incidentes, pero la presencia policial es la misma porque es imprescindible para que los ciudadanos sientan una garantía de seguridad o libertad; y para que quien quiera saltarse la ley, sepa que no le saldrá gratis. Este departamento sigue con su política de tolerancia cero. De hecho, nos hemos reunido con los alcaldes y responsables de la policía municipal de las capitales para coordinar los operativos en las fiestas y revisar los protocolos.
– ¿Y qué tal fue la reunión con Izagirre, en Donostia?
– Fue una conversación amable, en la que el consejero puso de manifiesto nuestra intención de que no haya espacios de impunidad, y de colaborar en las fiestas. La respuesta del alcalde fue en sentido positivo, mostró su interés de que las fiestas transcurran sin alteraciones y entendió la posición de la consejería de que no se permitirá la comisión de ningún delito, ni de enaltecimiento ni de ningún otro tipo.
– ¿Espera que ETA certifique en un comunicado que esa etapa ha terminado, o es de los que piensa que la organización terrorista desaparecerá por inacción?
– Creo que irá más en esa segunda dirección. Las especulaciones de carácter político sobre posibles comunicados de ETA no benefician a nadie. ETA tiene que saber que los que tenemos la responsabilidad de la seguridad pública seguiremos estando con la guardia en alto. Lo único que esperamos es que desaparezca, y que no trate de intoxicar cada cierto tiempo con comunicados. Lo que necesita este país es que desaparezca de una puñetera vez.
– ¿Están certificando de alguna manera si tiene intención de no retomar las armas?
– Especular con que alguien de algún organismo está certificando si lo que dice ETA es cierto o no, es simplemente eso, especular. Lo que sería bueno es que en este país, todos los agentes políticos y sociales tuviéramos una posición unánime de exigencia de desaparición a ETA.
– ¿Cree que tiene capacidad todavía para atentar?
– Cualquier persona con la intención y maldad suficientes para arrebatar la vida a otra tiene relativamente fácil hacer daño. Lo que pasa es que cada vez tiene menos capacidad y el Estado de derecho se reafirma más en el trabajo que hace.
– ¿Pero, objetivamente, les consta que su capacidad es menor?
– La reducción de su capacidad es un dato objetivo y objetivable. Lo cuál no significa que si un día decidieran llevar a cabo un atentado lo pudiesen hacer, aunque con mayor dificultad. Por desgracia, comprar una pistola o desenterrarla de un zulo podría estar a su alcance.
– ¿Se va a reducir la protección personal?
– Sí. La protección a distintos colectivos se hará en función de análisis de riesgo de las personas una a una. Pero efectivamente ese nivel de riesgo ahora mismo ha disminuido con carácter general, de colectivos, y también individual.
– ¿Alguien ha pedido expresamente que le quiten la escolta?¿Y, al revés, que no se la retiren?
– Ambas. Hay personas que, a pesar de que el informe técnico determina que el riesgo ha disminuido considerablemente, anímicamente consideran que siguen teniendo riesgo. No olvidemos que hay dos riesgos que no son incompatibles. Aunque es cierto que posiblemente un atentado de ETA ahora mismo es poco probable, sí se podría dar por ejemplo una agresión física a algún cargo, como vivimos en Elorrio.
– ¿Aprecia mayor compromiso de Bildu respecto al fin de ETA?
– Veo un compromiso mucho más fuerte en las palabras de Urrosolo Sistiaga que en determinados responsables de Bildu. Obviamente, han hecho una apuesta por la política pero siguen sin reclamar a ETA que desaparezca y reconozca el daño causado. No entiendo esa resistencia a condenar a ETA en los plenos. Me parece absurdo que no sean capaces de dar ese paso. ¿A qué tienen miedo?
– ¿Qué tal se lleva con los sindicatos de la Ertzaintza?
– No me llevo mal, aunque tampoco ha habido tiempo para nada. Los sindicatos reivindican algunas cosas absolutamente razonables, pero otras que, dada la situación económica, son difíciles de abordar. Pero siguiendo el guión del plan de modernización de la Ertzaintza a finales de año lograremos tener los 8.000 agentes que se acordaron en la junta de seguridad en 2004. Estamos trabajando con ellos para acordar sobre la segunda actividad, la carrera profesional, intentar regular incentivos, pluses…
– Ha señalado que el número de delitos ha disminuido, pero ¿cuál es ahora el mayor peligro?
– ETA sigue estando ahí y mientras no desaparezca sigue siendo un riesgo objetivo. Por tanto, nuestras unidades tienen que seguir siendo eficaces como lo han sido con las detenciones del presunto asesino de Pagazaurtundua, o de los que pusieron la bomba en Ondarroa. El segundo problema latente es el de las bandas internacionales, donde hace poco se detuvo a una banda de albanokosovares sumamente peligrosos. Además hay delincuentes comunes, no muy abundantes pero sí muy repetitivos. Y, sobre todo, queremos mejorar la lucha contra la violencia de género, la sensibilización y formación policial, la coordinación con la dirección de violencia y la protección a las víctimas.
Renovación en el partido
– Su baja como juntero en Gipuzkoa fue precipitada. ¿Tenía intención de dejar el cargo si no conseguía ser diputado general?
– Si a mí el partido me pide algo, mi disposición es total. En este caso, el consejero (Rodolfo Ares) me pidió venir en 2009, pero en aquel momento planteé que podía ser más útil en otro lugar. Hace unos meses me lo volvió a plantear, y después de las elecciones, a la vista de los resultados, se precipitaron los acontecimientos.
– A tenor de esos resultados, ¿qué renovación necesita el PSE?
– Incorporar gente joven, nueva, con ideas frescas… Hay cosas que el PSOE tiene que reivindicar con fuerza, como lo está haciendo el lehendakari, haciendo apuestas importantes en materia fiscal. No vale con el latiguillo de que ‘pague más quien más tiene’, sino que debe pagar más quien más tiene, quien no invierte, quien da el pelotazo, quien está en la especulación… No se pueden simplificar estas cuestiones porque se cae en la demagogia.
– ¿Pasa el Gobierno Vasco por sus horas más bajas?
– Cuando uno está en el gobierno tiene que hacer las cosas que mejor le vienen al país y no al partido que lo sustenta. Este gobierno tenía al empezar objetivos claros que se están cumpliendo: no a la impunidad, mayor calidad en la educación, mejor relación con la universidad, no a la confrontación…
– Un 67% de ciudadanos se opone a su pacto con el PP, ¿se lo han replanteado?
– No creo que perdiéramos ni un voto el 22 de mayo por ese acuerdo.
– Así que no se lo han replanteado.
– No, ¿por qué?
– ¿Van a reeditar un pacto similar en las instituciones contra Bildu?
– El PP plantea un acuerdo que nos comprometa a la defensa de las grandes infraestructuras. ¿Es necesario? No es imprescindible, pero todo lo que sea abundar en la unidad para sacar esos retos es bueno. ¿Por qué el PNV dice que no? Posiblemente porque sigue con su estrategia de no querer enfadar a Bildu, ellos sabrán.