EL CORREO, 5/9/11
Avanza que la dirección guipuzcoana de Derechos Humanos dará pasos por las víctimas: «No podemos reconocer a unas y olvidarnos de otras»
Pello Urizar está de cumpleaños. No el suyo precisamente, sino el de EA, que nació hace ahora un cuarto de siglo, una efeméride que su partido celebró ayer en el Alkartexe de Vitoria. «Era un chavalillo, pero estuve allí», recuerda Urizar, en 1986 un adolescente. Hoy, sin embargo, es el rostro que encarna el acercamiento de Eusko Alkartasuna a la izquierda abertzale y, paradójicamente, uno de los que apagan los fuegos que avivan otros en Bildu. «Qué va, no me siento así, unas veces nos toca salir a unos, otras a otros… Pero todos compartimos el mismo compromiso con el nuevo ciclo», asegura.
– «Bildu va a dar pasos para reconocer a las víctimas. No es una promesa para el siglo XXIII». Son palabras suyas. ¿Qué pasos?
– El reconocimiento de todas las víctimas es importante y Bildu tiene claro que no puede ni priorizar a unas sobre otras ni olvidarse de unas y reconocer solo a otras. En la Diputación de Gipuzkoa se ha creado una dirección de Derechos Humanos. Antes estaba con Cooperación e Igualdad y ahora se le ha dado una entidad mayor. Será esa dirección la que asuma el liderazgo.
– ¿Para cuándo gestos de calado?
– Se hablará de calendarios cuando se defina un poco mejor… De esa oficina saldrán pasos concretos.
– ¿Se siente incómodo teniendo que dar largas sobre el reconocimiento a las víctimas cuando usted lidera un partido, EA, que lo ha hecho desde siempre?
– No, porque tengo claro que en Bildu estamos tres formaciones con orígenes y recorridos diferentes. Tenemos unas rayas rojas muy claras y nuestro objetivo es que la violencia sea cosa del pasado definitivamente. Lo importante es que los pasos que se vayan dando nos lleven a una situación donde no queden flecos que pudieran justificar retazos de violencia.
– ¿La clave está en que quedan resistencias internas por vencer?
– Se den los pasos que se den por parte de Bildu, va a haber agentes políticos que digan que son insuficientes. Hay algunas formaciones que nos quieren imponer su calendario y sus ritmos. Pero vamos a responder a las expectativas de la sociedad y a los compromisos que tenemos contraídos con ella. Y si no son los que al PP, al PSOE o al PNV les parecen adecuados, es cosa suya.
– ¿Y qué problema hay para pedir a ETA que deje definitivamente las armas?
– La primera petición que hace el Acuerdo de Gernika es a ETA. Aquí hay también un conflicto político y para resolverlo es necesaria una sociedad normalizada en la que ETA haya desaparecido. Pero todos nos tenemos que mojar y dar el do de pecho. Ahora mismo, mal que nos pese, el único que ha dado pasos, no definitivos y no todos, es ETA. Claro que tiene que llegar hasta el final. Pero hay otros agentes que también tienen que dar pasos y no los están dando.
– ¿Usted sabe por qué les cuesta tanto a compañeros suyos dentro de Bildu decir eso mismo?
– ¿Por qué les cuesta tanto a algunos miembros del PSOE, no a otros, decir que dar pasos más decididos en política penitenciaria ayudaría al proceso? El ritmo va a ser el de Bildu, porque el objetivo final lo merece.
– ¿A EA le gustaría que ese ritmo fuera más rápido?
– EA sabe que los acuerdos y los compromisos que hay, acordados entre los tres y suficientes para los tres, son los adecuados para avanzar. Si nos retrotraemos a la situación de hace un año, llevamos una velocidad de vértigo. Y hace dos años y medio nadie se hubiera imaginado que íbamos a estar en esta situación. Nadie. Ha habido avances sustanciales.
– ¿Está convencido entonces de que el actual proceso no tiene vuelta atrás?
– Estoy convencido. ¿Cuándo se va a llegar al final? No lo sé, hace falta que todo el mundo se moje y no estoy viendo voluntad, quizá porque tenemos las generales encima.
Aznar y los presos
– ¿Confía en que haya pronto un pronunciamiento definitivo de ETA?
– No lo sé. Pedir se les puede pedir, pero lo lógico es que no reconozcan que han estado equivocados los últimos cincuenta años y que no acepten renunciar a lo que ha conllevado esa estrategia. No estamos por la labor de implementar una situación de vencedores y vencidos, tan cacareada por algunos. Los problemas que no se solventan por la convicción de todas las partes vuelven a aflorar. Nuestro objetivo es que la solución al problema de la violencia sea definitiva.
– ¿No cree entonces que es importante que haya un reconocimiento expreso del daño causado?
– En Irlanda, el IRA no ha hecho una declaración de cierre definitivo nunca, y los pasos para la reconciliación se están dando. Aunque ETA diga que cierra la persiana, alguien dirá que no es suficiente.
– El Gobierno ya ha dejado claro que no dará ningún paso mientras ETA no lo deje. ¿Eso pone en peligro el proceso, según usted?
– Las declaraciones del ministro Camacho las enmarco dentro de una situación de provisionalidad y de precampaña. Al PSOE nunca se le ha pedido que haga alardes mediáticos. Hay posibilidades de permitir que se hagan cosas sin necesidad de ello. Mediáticamente no esperamos nada diferente.
– ¿Aguardan entonces movimientos discretos, en la línea del acercamiento de presos o la legalización de Sortu?
– De Zapatero esperaría que hiciera alguna cosa, pero teme la reacción del PP. Hay margen de maniobra suficiente para que el PSOE dé algunos pasos sin que tengan reflejo mediático.
– ¿Y con un Gobierno del PP, lo ve más fácil o más difícil?
– A diferencia del PSOE, al PP no le veo con ningún complejo. Sí es verdad, y ahí las cifras cantan, que Aznar solo en la aproximación de presos hizo más de lo que ha hecho Zapatero en la mejor época de la negociación de 2006.
– ¿Dan fruto sus intentos de abrir contactos con el PP vasco?
– El PP vasco es consciente de los avances y ha hecho gestos tímidos que luego se ha tenido que tragar. ¿Qué hay más natural que tomarse una copa de champán con el alcalde en fiestas de Donosti?
– A usted sí le gustó esa foto.
– Más que gustarme, me parece normal. Lo lógico en una situación de normalidad es convivir y compartir, aunque se esté en las antípodas políticas. No es la primera vez que veo eso en el PP y no será la última.
– ¿Hace alguna autocrítica de la actitud de Bildu este verano?
– Seguro que ha habido cosas que se podían haber hecho mejor. Pero teníamos claro que la serpiente de este verano iba a ser Bildu. Y que, independientemente de cómo hiciéramos las cosas, la lectura iba a ser negativa. Las cosas que ha hecho Bildu no son ni de lejos justificación para la caza de brujas que se ha montado durante el verano.
– Por concretar, ¿se sintió incómodo con las palabras de Martín Garitano cuando dijo que los atentados de ETA en Cataluña fueron «más que un error», sin mencionar el resto?
– Era una respuesta concreta a una pregunta concreta de un familiar de una víctima del atentado de Hipercor, y desde luego no tenía entidad suficiente para provocar la caza de brujas que provocó.
– No me ha contestado si se sintió incómodo.
– No… He aprendido siempre a preguntar a la persona porque se suelen hacer interpretaciones.
– ¿También le malinterpretaron cuando dijo que aún no ha llegado el momento de reconocer a las víctimas?
– No… Bueno, podemos tener diferencias cuando hablamos del momento. No sé si se refería a ese mismo día, al verano… No sé.
– ¿Por qué ofrecen al PNV una candidatura conjunta en Madrid que saben perfectamente que no va a aceptar?
– ¿Y por qué en 2003 el PNV sí acepta entrar en una candidatura conjunta en Nafarroa? ¿El peso es el factor fundamental para determinar si entra o no entra? Ahora más que nunca, teniendo en cuenta que el PP puede ser fuerza mayoritaria, es importante ir allí como pueblo.
– ¿Cómo creer que la oferta es sincera si la izquierda abertzale aspira a sustituir al PNV en el liderazgo del nacionalismo?
– Porque quizás obviamos que no se nos reconocen unos derechos que tenemos como país. Telesforo Monzón marcó como objetivo llegar hasta Maltzaga juntos, compartir unos mínimos para poder defender los derechos que nos asisten como pueblo. Luego, la casa que vayamos a construir será diferente, el pueblo decidirá si tiene que tener dos pisos o tres o cuántos balcones. Pero no hemos llegado a esa base común.
– ¿El futuro no pasa más bien por dos bloques abertzales enfrentados, como se ve en Navarra?
– También dentro del sector constitucional hay dos bloques, el PSE y el PP, pero, aun teniendo grandes diferencias, llegan a acuerdos de carácter estratégico tanto en Euskadi como en Nafarroa. Ellos tienen claro que primero es España y luego el cómo. El PNV nos dice que ya llegaremos a acuerdos después, pero creemos que haciéndolo de forma previa el respaldo de la sociedad vasca puede ser muy importante.
– ¿Qué se plantea hacer Bildu en Madrid en favor del derecho a decidir que sí tenga recorrido, a diferencia de la enmienda en defensa de la autodeterminación del PNV que han criticado?
– Hay que estar dispuestos a arriesgar. Si no, no ganas. Mientras estemos dispuestos a jugar con las reglas del Estado español tenemos muy poco margen de maniobra. Hay que hacer algo más.
– ¿Qué más?
– Habrá que utilizar la imaginación. Si este pueblo ha demostrado algo es que cuando hay un compromiso firme se pueden hacer cosas.
– ¿Por eso va la izquierda abertzale ahora a Madrid y antes no?
– Quizá lo que ha cambiado es reconocer que iniciamos este camino de una situación que no nos gusta. No sentimos que ni el Congreso ni el Senado nos representen, pero por desgracia todavía hay muchas cosas que se deciden allí y nos afectan. Esa pelea hay que hacerla. Aunque entendamos que nuestras instituciones son las de aquí y solo las de aquí. Hay que intentar que allí se decidan cada vez menos cosas y se decidan más aquí.
EL CORREO, 5/9/11