DIARIO VASCO, 15/12/11
Destaca que han «vencido a cuerpo descubierto a un grupo armado». El presidente del PSE presenta su libro sobre la «prenegociación» con ETA y aboga por «actuar sin prisas» en el futuro
El presidente del PSE, Jesús Eguiguren, presentó ayer en San Sebastián el libro ‘ETA, las claves de la paz’, que ha escrito junto al periodista Luis Rodríguez Aizpeolea y en el que relata las reuniones que mantuvo con dirigentes de ETA hasta 2006. Justificó la publicación de estas memorias como reconocimiento a sus compañeros socialistas «porque hemos hecho lo que nunca en ningún sitio del mundo se había hecho, que es vencer a cuerpo descubierto a un grupo armado y a sus seguidores».
Eguiguren se ha decidido a contar su versión del proceso negociador que inició en nombre del Gobierno español en 2000 porque considera que «le interesará a mucha gente» y porque «si no lo hacía yo, nadie iba a contar lo que realmente pasó». Es consciente de que la publicación del libro ha levantado cierta polémica incluso dentro de su propio partido, pero explicó que «a mis compañeros preocupados les he querido trasladar que ha ganado la democracia, por lo que no hay motivo para preocuparse. Hay que saber separar un resultado electoral concreto, lo contingente, de lo realmente importante, que es que hemos cumplido la misión que teníamos: conseguir la paz. Algo que no es nada fácil».
El veterano político guipuzcoano reconoció que, «como presidente del PSE, al relatar lo que pasó tenía que arrimar un poco el ascua a mi sardina socialista, porque nosotros hemos hecho de muro de contención ante la violencia y quienes la apoyaban. Hemos aguantado y esa historia puede que no la cuente nadie, por lo que quería que mis compañeros se sintieran orgullosos de lo que hemos conseguido, porque en gran parte de ese camino hemos estado solos».
«Me llamaban chalado»
La presentación del libro tuvo lugar en el Kursaal y en ella, además de Eguiguren, también participaron el coautor, Aizpeolea, y el periodista Iñaki Gabilondo, que hizo de moderador de una distendida charla que se prolongó durante cerca de hora y media, y en la que el presidente del PSE habló de lo que ocurrió durante los años que duró el «proceso de paz» auspiciado por el Gobierno de Zapatero, pero también de la actualidad política vasca.
Aizpeolea definió a Eguiguren como «un pionero de la política, atípico, un hombre que está en esto por la obsesión de conseguir la paz». Eguiguren, por su parte, abundó en esa idea de ‘verso suelto’ y recordó que «nadie se creía que iba a llegar la paz y, ante muchas cosas que decía allá por 2006, la gente pensaba que estaba chalado. Pero creo que el tiempo ha demostrado que lo que decía era así, porque no eran ocurrencias mías, sino información e intuición. Si ha habido desavenencias internas dentro de mi partido las resuelvo diciendo que la paz ha llegado con Zapatero de presidente y Patxi López de lehendakari».
El título del libro de Eguiguren tiene un epígrafe que dice ‘Confesiones del negociador’, aunque el dirigente socialista aclaró que «las reuniones que mantuve con dirigentes de ETA no llegaron a ser una negociación propiamente dicha, ya que nunca pasaron de prenegociación. Yo elaboré una hoja de ruta para una futura negociación entre el Gobierno y ETA, y la pacté con ellos tras conversaciones con Arnaldo Otegi, primero, y mediadores de ETA después, pero nunca llegó a producirse una primera reunión negociadora como tal. Sólo hubo reuniones de reproche porque las dos partes entendíamos que se había roto el acuerdo inicial».
Eguiguren responsabilizó a ETA de que no existiera una negociación real. «Declararon la tregua, pero ahora tengo la sensación de que a los veinte días de hacerla pública ya tenían decidido romperla -como ocurrió meses después con el atentado de la T-4-. La irrupción de ‘Thierry’ en las reuniones lo cambió todo, porque quiso imponer que tenía que progresar una mesa de partidos antes de abordar el final de ETA, algo que no era lo acordado inicialmente. Al llegar a casa tras ese primer encuentro, le dije a mi mujer que todo había acabado».
El presidente del PSE considera que «a ETA le entró miedo al acuerdo porque vio que al final de la hoja de ruta que planteábamos la decisión no la impondría ella, si no que recaería en lo que decidiesen los ciudadanos. En 2006 ganaron los extremos y la izquierda abertzale perdió aquel pulso, aunque por suerte ahora han cambiado las tornas y ha sido la izquierda abertzale la que se ha impuesto a los armados».
Otra cuestión que dinamitó las negociaciones «fue la pretensión de ETA de que, en dos años, el País Vasco y Navarra tenían que ser una única comunidad autónoma. Plantearon algo que era totalmente inviable jurídicamente y a partir de ahí sí que terminó la historia».
No obstante, tras la ruptura de la tregua, Eguiguren aún mantuvo algunas reuniones secretas con dirigentes de ETA. En este punto, Aizpeolea destacó que «con este gesto Zapatero demostró ante el mundo que la democracia sí quería la paz. Y la izquierda abertzale lo ve y ahí se le cae la venda de los ojos y sus tesis se imponen sobre las de ETA».
Sobre el presente y el futuro de la cuestión vasca, Eguiguren señaló que «una vez que ha desaparecido la violencia de ETA, no veo grandes problemas para la convivencia entre vascos. Creo que ahora no son buenas las prisas en temas como el de los presos, porque lo que se hace rápido se hace mal. Tampoco veo muy importante eso de que ETA pida perdón; prefiero que lo haga con tiempo, pero de verdad. Y sobre el relato de lo ocurrido, soy escéptico. Cada cual tendrá el suyo y yo me he adelantado a contar el mío».
DIARIO VASCO, 15/12/11