ABC, 30/1/12
«Es increíble que tengamos que explicar que Alberto era mejor que el etarra que le disparó», dice Teresa Jiménez Becerril, eurodiputada del Partido Popular
Se cumplen 14 años del asesinato del concejal del PP Alberto Jiménez Becerril y de su esposa, Ascensión, a quienes Sevilla rendirá hoy homenaje con una serie de actos. Entre otras autoridades estará el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. La hermana del edil, Teresa, responde con tal motivo a las preguntas de ABC.
—¿Alguien de ETA ha pedido perdón a la familia?
—Nadie. Ni voceros, ni nadie que defienda esa ideología de eliminación de quien no piensa como tú. No lo harán porque las instrucciones son de no hacerlo. Y si lo hicieran, sería tan falso, y con el único fin de beneficiarse, que ya puede usted imaginar a dónde mandaría yo a los de la ETA si vinieran a pedir que les perdonara por haber disparado a mi hermano por la espalda y a su mujer mientras lo lloraba, dejando a tres niños de 4, 7 y 8 años sin padre ni madre.
—ETA anuncia el «cese definitivo» pero luego exige amnistía como condición para superar el «conflicto»…
—Pedir amnistía para los asesinos es inaceptable y, además, eso del «conflicto vasco» es una perversión. Aquí ha habido inocentes que eran elegidos para morir simplemente por ser españoles y defender la libertad, y que nunca tuvieron ocasión de defenderse. Por eso me rebelo ante tanta exigencia de estos matones: que si presos a la calle, que si quieren gestos del Gobierno. ¡Pero qué gestos! ¿Qué les debemos? Que se callen y en silencio entreguen las armas y colaboren con la Justicia. Y que no esperen que les vayamos a agradecer que dejen de matarnos, poniendo a sus presos en la calle. ¡Hasta ahí podríamos llegar!
—Pero el lendakari López pide el acercamiento de los presos…
—Le diría que se pare a pensar qué manera tiene mi madre de acercarse a su hijo. El gran problema de todos los que como López, o los mediadores, piden beneficios penitenciarios es que son unos irresponsables. Los etarras exigen porque no reconocen el dolor irreparable causado. Si asumieran lo que han hecho, ellos mismos desearían pasar el resto de sus vidas en la cárcel, y aún así, seguirían con la culpa de tantas muertes. Pero siguen pensando que la vida de nuestros seres queridos vale nada, al lado de su independencia. Es esa arrogancia lo que detesto en Batasuna, ETA y toda esa gentuza. Y quien se acerca a ellos corre el riesgo de unirse a sus innobles exigencias. Hay que ser intransigentes, porque si les das la mano se llevarán tu alma.
—En su perversa «Memoria», ETA equipara a su hermano con los terroristas muertos por las bombas que manipulaban.
— Es increíble que, frente a la ofensiva de Batasuna en Bruselas, tengamos que explicar que Alberto, mi hermano, era mejor que el etarra que le disparó por la espalda.
—¿Cerrará Rajoy la puerta a la negociación con ETA?
—Sin duda. Sin entrega de armas y sin colaboración con la Justicia habrá una puerta cerrada a cal y canto.
ABC, 30/1/12