DIARIO VASCO, 30/1/12
Arantza Quiroga. Presidenta del Parlamento Vasco
El Parlamento Vasco afronta un semestre con un intenso calendario legislativo y su presidenta, Arantza Quiroga (PP), cree que el Ejecutivo de López aprovechará el tramo final de la legislatura para sacar adelante varias leyes que aún tiene pendientes. Emplaza al lehendakari a centrarse en la prioridad de la crisis económica y, sobre el final de la violencia, destaca que el respeto a la ley es la mejor manera de no equivocarse.
-¿Cree que el Gobierno Vasco agotará la legislatura o no descarta un adelanto electoral?
-Este Gobierno sabe que cuenta con el apoyo parlamentario del Partido Popular para poder llevar adelante sus iniciativas y, en principio, no tendría por qué no agotar una legislatura que además es fundamental para afrontar la crisis.
-¿El pacto PSE-PP atraviesa por sus momentos más delicados?
-Después de tres años de legislatura, llega el momento de hacer una revisión de lo que se ha conseguido y desde el PP vemos que el lehendakari no está centrado en lo que los ciudadanos demandan ahora, que es crear empleo y salir de la crisis económica. Nos está llamando la atención y nos preocupa que esté mucho más centrado en reivindicaciones que hasta ahora oíamos a la izquierda abertzale, en relación al acercamiento de presos o la política penitenciaria, que en explicar a la sociedad vasca qué medidas va a aplicar para que no siga creciendo el desempleo, por ejemplo. No entendemos su interés en hablar solo de otras cuestiones en las que también se irá avanzando, pero poco a poco y por el cauce adecuado.
-¿El PP podría llegar a plantearse retirar su apoyo al PSE?
-El compromiso del PP es con una opción clara de cambio y de alternativa al nacionalismo, y seguimos con esa misma intención. A lo largo de estos tres años se han hecho cosas muy interesantes y nos gustaría seguir por ese mismo camino y que no nos distraigamos con cosas que nos hagan perder el tiempo.
-En los próximos meses el Parlamento tendrá bastante intensidad legislativa. ¿Leyes como la de Cajas o la Municipal pueden marcar el futuro próximo del Ejecutivo?
-La maquinaria del poder legislativo está trabajando a pleno rendimiento y espero que de aquí a junio se puedan aprobar por fin muchos de los proyectos de ley que se están tramitando, lo que puede ser un punto a favor de este Gobierno. Con la Ley Municipal ya veremos lo que pasa, porque tiene una dificultad añadida.
-¿El PSE tiene algún principio de acuerdo con el PP para sacar adelante la Ley Municipal?
-Se está trabajando en ese ámbito porque el PP entiende que es un proyecto fundamental, pero desconozco cómo están las negociaciones. Y tenemos claro que tampoco puede salir adelante cualquier proyecto: tiene que ser uno eficaz.
-Desde el PSE han denunciado que el PNV se dedica a obstaculizar muchos de sus proyectos. ¿Comparte esa visión?
-Unos dicen eso y otros dicen que el PP y el PSE utilizan el rodillo y no dan opciones a la negociación… Yo lo que puedo decir es que desde la Mesa del Parlamento estamos actuando con el reglamento en la mano y favoreciendo que los parlamentarios puedan tener el tiempo suficiente para el estudio de las leyes y para presentar las enmiendas que consideren oportunas.
-Algunos compañeros suyos del PP vasco han achacado «falta de valentía» al PSE a la hora de promover algunas leyes.
-Hay cosas que sí están costando mucho y en las que nos hubiera gustado más celeridad o firmeza. El PSE está dilatando algunas decisiones y creo que se equivoca, porque los ciudadanos apostaron por un cambio en relación con lo que había antes, con las políticas nacionalistas, y es ahí donde se tiene que ver que hay una alternativa y que haces las cosas diferente. Ahí sí echamos en falta mayor determinación en el PSE.
-¿Se han dado menos cambios de los que esperaban para la denominada ‘legislatura del cambio’?
-No se trataba de dar una vuelta a la tortilla, porque eso sería un error, sino de equilibrar algunas cosas que, en tantos años de nacionalismo, se habían desequilibrado. No se trata de decir: donde había cien, que ahora haya cero. Es mejor que haya un cincuenta-cincuenta, porque eso es lo más parecido a la sociedad plural que tenemos. Desde el PP consideramos que el Gobierno debía buscar ese equilibrio, pero el PSE ha mirado demasiado de reojo al PNV y hemos perdido la oportunidad de lograr ese equilibrio.
-Uno de los grandes objetivos de esta legislatura era conseguir el final de ETA. ¿Está más cerca?
-Sí, aunque no es algo que se deba en exclusiva al trabajo del Gobierno Vasco en esta legislatura, sino que es fruto de muchos años de trabajo del Estado de Derecho. Ha coincidido en el tiempo con este Gobierno, pero no sería justo que se colgara la medalla del final de la violencia. De lo que puede presumir este Ejecutivo, con el apoyo del PP, es de que hemos sido capaces de enfocar este asunto de otra manera, poniendo en el centro a las víctimas, abriendo espacios de libertad y evitando que las calles fueran lugares donde se pudieran colgar fotos de etarras. Ahí se ha hecho un gran esfuerzo y eso ayudará en esta nueva etapa.
-¿Comparte la sensación de que estamos en un nuevo tiempo?
-No sé, porque hemos utilizado muchas veces ese tipo de expresiones y luego se han frustrado las esperanzas. Sí creo que estamos en una nueva situación porque ETA ha decidido no utilizar la violencia, pero a partir de ahí se abre una etapa en la que tenemos que mantener la firmeza democrática y poner el listón alto para que aquellas personas que han estado durante tanto tiempo luchando contra la democracia no consigan su propósito de acabar con el Estado de Derecho. Aunque sea por vías pacíficas porque no lo han conseguido mediante los asesinatos.
-¿Qué le dice el éxito electoral de Bildu y Amaiur?
-Pues que hay una parte importante de la sociedad vasca que es independentista y de izquierdas y que hay ciudadanos que votan a aquellas opciones que creen que pueden traer la paz. Es una realidad de nuestra sociedad vasca y es ahí donde tenemos que hacer política.
-Tanto los partidos nacionalistas vascos como el lehendakari están pidiendo al Gobierno del PP que dé pasos tras la decisión de ETA de renunciar a la violencia. ¿Cree que debería darlos?
-Nos llama mucho la atención que el lehendakari demande al Gobierno de España la misma hoja de ruta que piden la izquierda abertzale y el mundo de ETA. Es algo que no te cabe en la cabeza. Como ha dicho el presidente Mariano Rajoy, nuestra única hoja de ruta es el Estado de Derecho, porque es la garantía de que esto acabe bien y podamos cerrar este capítulo correctamente. Todo tiene que seguir sus tiempos y no podemos cometer errores, por lo que el Gobierno tiene que garantizar que se cumple la ley.
-Pero gestos como el acercamiento de presos, que podrían hacerse dentro de la propia ley, ¿no contribuirían a afianzar el final de la violencia?
-El lehendakari sabe perfectamente que los presos forman parte de un colectivo que, hasta el momento, ha obedecido siempre a la estrategia de ETA. Cualquier medida que contempla la ley tiene que ser individualizada. ¿Los presos de ETA están dispuestos a renunciar a ser parte de un colectivo y a reconocer las normas del Estado de Derecho para acogerse a beneficios? Lo que está pidiendo el lehendakari, hoy por hoy, es que desaparezca la ley penitenciaria y que se tome una medida que está fuera de la ley.
-El Ararteko decía la semana pasada que el Estado podría aplicar su «superioridad moral» para mejorar la situación de los presos.
-Pero la superioridad moral del Estado, ¿en qué se basa? En el Estado de Derecho. Es muy importante que nos garanticemos que esta historia acaba bien, lo que es sinónimo de que se cumplan las normas establecidas. Y ahí veremos la voluntad de todo ese mundo de pasar página y de querer acabar con la violencia. Pero eso no quiere decir que se olvide todo y que no tengan que cumplir con sus obligaciones con el Estado de Derecho. Si no, nos equivocaríamos y no estaríamos cerrando bien esta historia. Todo este tema hay que llevarlo con mucha seriedad, con mucha inteligencia, y no hay que dar pasos en falso.
DIARIO VASCO, 30/1/12