Fernando Savater (San Sebastián, 1947) recibió la noticia de que el ‘comando Donosti’ había recopilado información sobre él como posible objetivo con la firmeza y serenidad de quien se sabe un amenazado de largo recorrido, alguien que, «por hablar», no ha logrado pasear en soledad por su amado ‘Peine de los vientos’ desde hace muchos años.
-Tras el atentado de la T-4 en diciembre, usted reconocía que no había relajado su seguridad y continuaba con escolta.
-No conozco a nadie que se haya relajado. Mientras los terroristas estén sueltos, uno no puede fiarse. Los dos jóvenes que murieron en Barajas nunca pensaron que fueran a sufrir un atentado. Lo único que puede hacerse es mantener la guardia alta y confiar en que la Policía haga su labor.
-¿Se siente hoy (por ayer) más amenazado que antes?
-No. Me siento igual de amenazado. Nunca he dejado de sentirme amenazado. Pero tampoco estoy obsesionado con eso. No hay que darle más importancia.
-¿Le ha sorprendido que ETA mantenga esa fijación contra usted? Lleva muchos años bajo su amenaza de modo muy real y directo.
-Son como los gajes del oficio. Cuando hablas y dices cosas que no les gusta, puede ocurrir. Hace mucho tiempo que no nos tienen simpatía.
-¿Nunca ha pensado que esa situación pudiera cambiar, más aun durante el proceso de paz?
-Una banda terrorista o está en activo o ha asimilado su derrota. Debe haber unos vencidos nítidos, que son ETA y quienes les apoyan. No puedo creer que nadie con un poco de conocimiento pensara que la banda se había vuelto buena durante el proceso. No tiene la fuerza operativa ni la influencia social de antes, pero está ahí y no acabará hasta que los terroristas se den cuenta de que carecen de salida, se han pegado contra la pared y no hay concesiones, salvo ‘o lo dejan o palo’. Mientras vean que con violencia consiguen algo, seguirán allí.
-Usted regresa siempre que puede a su ciudad natal, donde ahora se encuentra también Iñaki de Juana.
-Para mí, es un asesino más y me parece un escándalo que se le haya concedido la excarcelación. Porque, en mi opinión, su situación actual es de excarcelado.
-¿Ha detectado algún cambio sutil en la posición de Batasuna?
-Batasuna es la parte de ETA que representa la imposición política. Quieren imponer la hegemonía nacionalista en el País Vasco por la fuerza y erradicar lo que no es nacionalista. Dejar un acto como el del BEC del sábado pasado es dejar que ETA haga propaganda, intimide a la gente y se exhiba. Es lo contrario de lo que hay que hacer.
-¿Arnaldo Otegi?
-Lo suyo son trucos. En la ‘guerra fría’ los estalinistas eran quienes más hablaban de defender la paz. Nadie en su sano juicio cree hoy en día que los que amenazan y extorsionan sean los partidarios del diálogo y la democracia.
-¿Qué sentimiento tiene sobre los terroristas que han recopilado la información sobre usted?
-Agradezco que la Policía les haya detenido y encarcelado a tiempo. Siempre que hay una noticia de una detención es una buena noticia. Se dice que ‘a Dios rogando y con el mazo dando’. En este caso, creo que el mazo es más importante.
EL CORREO, 3/4/2007