DIARIO VASCO, 22/1/12
Cargos del PP, familiares y amigos homenajean a Gregorio Ordóñez, el concejal asesinado por ETA hace 17 años
«Diecisiete años después de la muerte de Gregorio, la ciudad por la que tanto trabajó está gobernada por los que apoyaron su asesinato y todavía hoy no lo han condenado». Así se expresó ayer Consuelo Ordóñez, hermana del concejal del PP de San Sebastián asesinado por ETA hace 17 años, en el homenaje al que también asistieron familiares, amigos y compañeros de partido, que se sumaron a este mensaje de protesta por la llegada de Bildu al Gobierno del Ayuntamiento donostiarra.
Poco antes de las doce del mediodía y bajo un cielo gris, amigos y familiares de Ordóñez llegaron al cementerio de Polloe para recordar al edil asesinado el 23 de enero de 1995 cuando comía en un bar de la Parte Vieja. Un nutrido grupo de representantes políticos arroparon a la viuda de Ordóñez, Ana Iríbar, y a su hermana Consuelo, en un acto que consistió en una ofrenda floral precedida de las palabras del sacerdote Alfredo Tamayo.
«No queremos olvidar a Gregorio; esposo, padre, amigo y creyente en esta coyuntura tan especial en la que la banda que acabó con su vida anuncia el final de su siembra del dolor, seguramente llevada por la conveniencia, más que por la conciencia», afirmó el jesuita. Para definir la figura de Ordóñez, el jesuita recordó unas palabras del poeta y dramaturgo Bertolt Brecht: «Hay hombres que luchan un día y son buenos; hay hombres que luchan muchos años y son mejores; pero los hay que luchan toda la vida y son imprescindibles. Uno de ellos era, sin duda, Gregorio, hasta que una mano criminal segó su vida».
Al término del responso, la viuda y la hermana de Ordóñez, así como Arantza Quiroga, presidenta del Parlamento Vasco, y Borja Sémper, líder de los populares de Gipuzkoa, depositaron en la tumba unos ramos de flores en presencia del portavoz parlamentario del PP en el Congreso de los Diputados, Alfonso Alonso; el delegado del Gobierno en el País Vasco, Carlos Urquijo, y el director de la Policía Nacional, Ignacio Cosidó. También asistieron otros cargos del partido así como la expresidenta del PP vasco, María San Gil, que acompañaba a Ordóñez el día de su asesinato. Toni Cantó y Gorka Maneiro, de UPyD, se sumaron a la cita.
Consuelo Ordóñez agradeció a los presentes en el acto que «sigáis recordando a Goyo», y aseguró que «una ciudad que homenajea a los asesinos pero no se acuerda de las víctimas no puede optar más que a la capitalidad de la indignidad» en alusión a la capitalidad europea de la cultura que San Sebastián disfrutará en 2016.
«Atentados sin resolver»
Ana Iríbar, por su parte, aseguró que «el arrepentimiento de un terrorista solo puede tener como traducción la colaboración con la justicia» para que se resuelvan todos los casos de la banda que aún quedan pendientes. Y son más de 300 los atentados sin resolver en este país, algo que tiene una traducción muy clara, que no se hable de perdón y se hable de colaboración». Asimismo, la viuda de Ordóñez aprovechó la presencia de Ignacio Cosidó para pedirle que se haga justicia con las víctimas y que los terroristas cumplan sus penas porque sino «la ley no tendría ningún valor».
En referencia a las últimas detenciones, Iríbar consideró que es una evidencia «que ETA sigue existiendo y sigue siendo desgraciadamente una realidad y no se puede hacer otro diagnóstico. A mi marido le asesinaron porque molestaba al plan político de ETA». Afirmó que la noticia que «estamos esperando es su disolución, no queremos ni siquiera su reconversión política». Y añadió que no es «ético, ni moral» que quienes defienden el proyecto político de ETA «tengan derecho a presentarse a unas elecciones, cuando a Gregorio la banda le quitó esa oportunidad».
Alfonso Alonso también recordó que «17 años después del asesinato de Goyo, en San Sebastián gobiernan quienes apoyaron su asesinato en su día», algo que, «nos debe llevar a pensar qué es lo que él hubiera hecho y dicho». Y señaló que, sin duda, él seguiría luchando «porque ETA sigue estando ahí».
DIARIO VASCO, 22/1/12