Patxi López no tiene dudas de que posee toda la legitimidad para ser lehendakari y agotar la legislatura. Ni la irrupción de Bildu en el mapa político vasco, que alteraría la composición del Parlamento si se celebraran ahora las elecciones autonómicas, ni las dudas sobre su pacto con el PP expresadas por algunos miembros de su Gobierno y de su partido hacen mella en su optimismo. Consciente de que en los dos próximos años debe demostrar que tiene la iniciativa política, el líder del PSE está convencido de que las propuestas que concretará en septiembre le darán un arreón a su gestión. Con una prudencia extrema, augura el próximo final del terrorismo. Mientras él sea lehendakari. En esta legislatura.
– ¿Cree que tras las elecciones municipales y forales ha llegado el momento de actualizar el pacto con el PP?
– Este acuerdo contiene unos principios lógicos y democráticos que seguimos necesitando en este país. Habla de luchar contra el terrorismo, de respeto a la legalidad, de poner en valor las instituciones, de priorizar el combate a la crisis… Eso hemos hecho y eso vamos a seguir haciendo.
– Declaraciones como las pronunciadas en este sentido por Gemma Zabaleta (consejera de Empleo) o José Antonio Santano (alcalde de Irún), ¿no suponen una cierta desautorización a su labor?
– No. En el Gobierno tenemos claro que hacemos lo que corresponde en este país. Vamos a dar un impulso a ese pacto, pero los objetivos serán muy similares.
– ¿Pero no generan excesivo ruido a su alrededor?
– Ni el PSE ni este Gobierno han pretendido nunca ser de pensamiento único. Eso lo dejamos para otros.
– Hay gente de su partido que piensa que el Ejecutivo está demasiado a expensas de lo que dice el PP, y que de lo que se trata es de que usted lidere más ese acuerdo.
– Puede ser, pero se trata de una minoría muy minoritaria. Es hablar por hablar. Estamos poniendo en práctica el programa del Partido Socialista. ¿Que hay asuntos que debemos negociar con el PP? Claro, pero también lo hacemos con el PNV o con otras formaciones.
– ¿Ha quedado reducida su legitimidad tras las elecciones? Aunque son comicios diferentes, si se hiciese una traslación de lo sucedido el 22 de mayo a unas autonómicas, el papel del PSE quedaría muy empequeñecido.
– Usted lo ha dicho: son elecciones diferentes. Nosotros seguimos teniendo la misma legitimidad, el mismo apoyo y los mismos proyectos.
– Pero tampoco se puede obviar que las fuerzas nacionalistas suman mucho más que socialistas y populares.
– Pero ese planteamiento es poco democrático. ¿Qué le hubiera parecido a quienes opinan así que después de las últimas generales, donde fuimos la primera fuerza a una distancia abismal del PNV, hubiésemos puesto en cuestión la legitimidad de las diputaciones y ayuntamientos? ¿A que no es lógico? Pediría un poco de rigor a quien hace este tipo de asertos porque la legitimidad la dan los ciudadanos en las urnas, eligiendo lo que corresponde en cada momento.
– ¿Tiene suficiente recorrido como para aguantar toda la legislatura?
– Por supuesto. Tenemos dos años por delante. Tenemos la misma mayoría y tenemos proyectos para que avance este país.
– ¿Descarta un cambio de consejeros en los próximos meses?
– La rumorología está siempre ahí, pero no es mi intención. Estoy satisfecho con la labor de mi equipo.
– ¿No ha habido demasiados cambios en los segundos escalafones?
– Ha habido cambios, pero han sido lógicos. Cuando uno llega nuevo, necesita de un cierto rodaje para ver quién se ajusta mejor a cada función y a cada responsabilidad.
– ¿No está siendo muy escaso el balance legislativo de su Gobierno? ¿Mantiene el calendario de leyes elaborado en 2009?
– Sí, estoy convencido de que al final de la legislatura se cumplirá. Algunos borradores han salido ya del Gobierno como proyectos de ley, pero todavía tienen un recorrido jurídico y de exposición pública.
El papel de Bildu
Pero la actualidad también, o sobre todo, gira alrededor de Bildu. La coalición soberanista irrumpió con fuerza en las urnas y sus primeros pasos están siendo analizados con lupa. López no está satisfecho, pero pide prudencia.
– ¿Es optimista respecto a su evolución?
– Quiero ser prudente. Las urnas le han dado un enorme poder institucional, pero que, si se observa bien, es similar al que obtuvieron las fuerzas que componen la coalición durante la época de Lizarra.
– ¿Le han decepcionado las primeras decisiones de Bildu?
– Es verdad que algunas imágenes no han sido las mejores, pero quiero ser prudente porque esto está empezando. Pero deben tener claro que tienen ante sí una enorme oportunidad. Gobernar es respetar la legalidad y las reglas de juego, es gestionar y proponer cosas para que el país avance y no para que retroceda. Y tienen que demostrar que convierten en hechos las palabras que dijeron antes de las elecciones.
– ¿Teme un verano ‘caliente’, con incidentes en las fiestas?
– Temer no. Pero sí espero que no retrocedamos. Hemos recuperado las calles, las hemos limpiado de proselitismo y propaganda. Y ahora Bildu tiene que saber gestionar para no volver a la bronca, a la exaltación de la violencia
– Parece que la polémica sobre los escoltas se ha reconducido.
– Espero que no magnifiquemos muchas cosas. Es evidente que tiene que haber seguridad para los que están amenazados, y esa seguridad se puede ofertar de diferentes maneras. En el Parlamento no entran los escoltas, pero hay una seguridad propia. Lo mismo sucede en algunos ayuntamientos.
– Cuando habla de magnificar, ¿es un mensaje dirigido a alguien más que a Bildu?
– A todas las partes. Algunos nos han querido hacer creer que Andoain era el único Ayuntamiento en el que no entraban los escoltas, y hay muchos así. Vamos a ver si nos tranquilizamos todos.
– Uno de los más enojados fue Estanis Amuchástegui, exalcalde de Andoain por el PSE.
– Claro, pero es que él sólo quería que se garantizase su seguridad, y cuando la alcaldesa impidió la entrada de escoltas, no le había explicado cómo lo iba a hacer.
– Sobre Bildu, su consejera Zabaleta se mostró partidaria de tender puentes.
– Nosotros vamos a normalizar las relaciones con aquéllos que estén al frente de una institución. Otra cosa es que, como PSE, no vamos a tener un pacto con ellos porque todavía hay abismos que nos separan. Y Gemma lo dejaba claro.
– ¿Ha hablado con Martin Garitano, el nuevo diputado general de Gipuzkoa?
– Todavía no. Me reuniré con él y con el resto de diputados generales en un par de semanas.
– ¿Por qué cree que es negativo para Euskadi que Bildu gobierne una Diputación?
– Hay que diferenciar. Yo no pongo en duda la legitimidad de Bildu para gobernar. Lo que subrayo es que se ha tardado años en alcanzar un consenso y en lograr recursos para poner en marcha algunos proyectos esenciales que ahora Bildu quiere paralizar.
– ¿Qué le parecieron las declaraciones de Arnaldo Otegi ante la Audiencia Nacional, más allá de que lleguen tarde?
– Es un paso más en el desmarque de la violencia, y eso siempre es bueno. Me pregunto por qué siempre tenemos que esperar a que estén ante la tesitura de enfrentarse a años de cárcel para oír este tipo de cosas. Pero admito que me gusta escucharlas y me gustará escuchar más a partir de ahora.
– ¿Como cuáles?
– Evidentemente, que pida a ETA que desaparezca. Bildu no puede pretender que nos creamos que ETA no va con ellos.
– Durante el proceso de paz irlandés, los partidos que obtuvieron más réditos electorales fueron los que estaban en los extremos, el Sinn Fein por un lado y los unionistas más radicales por otro. El Partido Social Demócrata del Premio Nóbel de la Paz John Hume fue barrido. ¿Teme que al PSE le suceda algo similar?
– Creo que en las municipales pasó algo de eso. Este Gobierno ha sido el que ha hecho unas políticas que nos han permitido llegar a este momento de firmeza democrática, de tolerancia cero y de dar normalidad al país; y la ciudadanía ha premiado a Bildu cuando ha sido este Gobierno el que más ha trabajado por la paz. Pero bueno, no nos importa. He dicho muchas veces que, si es por la paz y la libertad, no me importaría perder unas elecciones.
– ¿Puede ser el lehendakari de la paz?
– No pretendo pasar a la historia en ese sentido. Estoy convencido de que estamos en ese tiempo y es razonable pensar que, mientras sea lehendakari, veremos la paz. Más pronto que tarde, ETA desaparecerá.
– ¿Se refiere a esta legislatura?
– Esperemos que sí.
– ¿No cree que su Gobierno es contemplado como una excepción con fecha de caducidad, la de 2013?
– No porque en 2013 vamos a ir a ganar las elecciones y hay sobradas razones para pensar que será así. Cada cosa a su tiempo. Lo he dicho otras veces: este Gobierno tiene más razón de ser que nunca. Hemos hecho una apuesta seria por dar normalidad al país, y eso ha permitido que haya una situación como la de estas elecciones.
– ¿Se siente cómodo como lehendakari?
– Sí, claro, colma todas mis ambiciones personales. Hombre, a veces pienso que si esto fuese el partido o tuviese más capacidad de maniobra… A veces te desesperas porque las cosas van lentas o piensas por qué no podemos meter en la cárcel al tipo que dijo que Lehman Brothers tenía ‘triple plus A con brillo’ y que ahora dice que España va mal.
– ¿Su futuro está en Euskadi o en Madrid?
– Mi presente y mi futuro están en Euskadi.
– Si no es lehendakari dentro de dos años, ¿no tendrá la tentación de irse? Salvando las distancias, Marcelino Iglesias o Manuel Chaves fueron presidentes autonómicos y ahora integran el Gobierno y la dirección del PSOE.
– Sólo tengo la tentación de ayudar a mi partido aportando ideas y proyectos. Pero sin ninguna ambición personal.
– ¿Ha vuelto a hablar con Zapatero en la últimas semanas?
– Sí, varias veces. En mi partido el decir lo que piensas no te convierte en un disidente.
Elecciones generales
Tercer pilar del debate. El futuro de Zapatero. Todavía no está claro si las elecciones generales serán en otoño o en marzo.
– ¿Adelantaría los comicios?
– No estamos para tonterías. El adelanto electoral depende exclusivamente de la voluntad de Zapatero y estoy seguro de que hará lo que más le convenga a España.
– Parece que, una vez más, quien puede tener la última palabra será el PNV.
– La última palabra la tendrá el presidente del Gobierno.
– Está claro que la alianza con los jeltzales le genera problemas.
– A mí no me genera ningún problema que pacten con Zapatero. Me parece muy bien que actúen con responsabilidad. Nos debería de preocupar que el principal partido de la oposición (PP) no lo haga, eso sí que me parece impresentable.
– ¿No le vendría bien al PSE el adelanto para quitarse de encima la presión del PNV?
– Quizá al PSE le viene mejor el adelanto electoral, pero hay que poner por delante los intereses del país.
EL CORREO, 3/7/11