Qué pretexto van a esgrimir algunos gobiernos latinoamericanos o partidos marxistas, cuando en el año 2013 un nuevo poder en Venezuela, les devele de lo que fue capaz el llamado Gobierno bolivariano. ¿Que estaban desinformados?…
Nadie le está pidiendo a los diversos actores del sistema internacional que rompan relaciones con el Gobierno venezolano
Qué pretexto van a esgrimir algunos gobiernos latinoamericanos o partidos marxistas, cuando en el año 2013 un nuevo poder en Venezuela, les devele de lo que fue capaz el llamado Gobierno bolivariano. ¿Que estaban desinformados? ¿Qué razones de petróleo les impedían solidarizarse con el pueblo venezolano que sufría una dictadura neofascista? ¿Que fueron víctimas de un subterfugio de un Gobierno que se hacía pasar como socialista?
Voces de todas partes siguen denunciando al gobierno de Hugo Chávez. Desde escritores de la talla de Vargas Llosa y Carlos Fuentes, hasta el ex campeón mundial de ajedrez, el ruso Kasparov. En efecto, cantantes de fama internacional como Juanes, ex guerrilleros de las FARC, miembros de la ETA, autoridades del occidente africano donde han aterrizado avionetas venezolanas, aduaneros argentinos e italianos, ex presidentes como el mexicano Vicente Fox, cuya reciente acusación al mandatario venezolano es de una altísima gravedad, pues lo señala como colaborador del narcotráfico colombiano. Acusación que no sólo puede ser rechazada, sino exigir ser probada. Hay una gama de denuncias que pueden servir a cualquiera como alerta para situar al Gobierno venezolano en una clasificación de forajido.
Y a todo esto hay que agregar las comparaciones que se hacen en el mundo en estos momentos entre lo que ha sucedido en Túnez y Egipto con lo que podría pasar en Venezuela. De lo que sin que nadie se lo estuviera pidiendo, dio inmediatamente explicaciones el propio Chávez. El miedo es a los vientos de fronda. Los que están de espaldas a los tiempos, los que haciendo uso a menudo de la historia, se colocan de espaldas a la historia. Esos idealistas incorregibles, siempre tendrán a la vuelta de la esquina el temor a que el reclamo por una vida mejor, por una auténtica democracia los arrase.
Nadie le está pidiendo a los diversos actores del sistema internacional que rompan relaciones con el Gobierno venezolano, pero cuando varias veces estudiantes venezolanos se declaran en huelga de hambre y denuncian atropellos, violaciones de la Constitución nacional, persecuciones, presos políticos, exilios, es como para que pidan por lo menos una investigación y más rápido, cuando un Gobierno temiendo ser descubierto no autoriza la entrada al país de funcionarios con rango internacional que puedan corroborar los hechos denunciados.
Julio Portillo/Historiador/julioportillof@gmail.com
Julio Portillo, La Verdad (Venezuela), 20/2/2011