Santiago Abascal, LA RAZÓN, 22/8/12
El adelanto electoral anunciado por Patxi López después de una frustrante alternancia en el poder en la Comunidad Autónoma Vasca significa también un adelanto del desafío a España. Una vez derribada la Ley de Partidos, que expulsó al separatismo terrorista de las instituciones, y que permitió al PSE y al PP alcanzar una mayoría absoluta «española» en el País Vasco, las opciones nacionales no tienen nada que hacer frente a la potencia electoral de las marcas nacionalistas, potenciadas y propagadas por quienes torpemente han lavado la imagen de la ETA política en un contexto en el que estratégicamente la banda no comete atentados terroristas. Ante la impotencia social, electoral, y política del PP «pop» y del PSE sólo queda dilucidar cual de las opciones separatistas resultará victoriosa y alcanzará el liderazgo nacionalista. La contienda electoral será muy disputada en ese terreno. Si el PNV es la primera fuerza, el desafío secesionista contra España vendrá a través del «modelo escocés», con el intento de propiciar un referéndum sobre la separación del País Vasco del resto de España. Si la ETA política que representa Bildu sale victoriosa de dichas elecciones, que son unas primarias nacionalistas, el modelo a imitar será Kosovo, y la ETA pretenderá hacer una declaración de independencia desde la fortaleza de la mayoría absoluta nacionalista en el Parlamento Vasco. Más allá de cuál sea la respuesta que el Estado haya de dar, hemos de ser conscientes de la encrucijada histórica que afrontamos los españoles. 1898 y la pérdida de los últimos territorios de ultramar ha de ser nuestra referencia porque nos enfrentamos a la posibilidad cierta de perder partes del territorio español a manos del secesionismo traidor. Hasta que ese órdago separatista se produzca la responsabilidad de las instituciones nacionales, bien sean públicas o privadas, será la de alertar a los españoles de la gravedad del momento.
Santiago Abascal, LA RAZÓN, 22/8/12