Santiago González, EL MUNDO 02/11/12
Uno de los empeños de la izquierda abertzale a lo largo del año transcurrido desde que ETA anunció su hasta luego definitivo a las acciones armadas ha sido poner en marcha un mecanismo de seguimiento de la Conferencia de Ayete, a partir del último punto del documento y habida cuenta del extraordinario partido que supieron sacarle a la primera.
La reunión tuvo lugar tres días antes del comunicado de ETA y el documento que los mediadores internacionales acordaron tenía tareas para todos: en el punto primero, instaba a los terroristas a anunciar el cese de la violencia y a pedir conversaciones a España y Francia para tratar exclusivamente las consecuencias del conflicto.
En el segundo, instaba a los Gobiernos aludidos a aceptar esas peticiones. El tercer punto recomendaba dar pasos para avanzar en la reconciliación, el reconocimiento de todas las víctimas y el dolor causado. El cuarto punto sugería que los partidos y los «agentes no violentos» discutieran de política, contando para ello con la ayuda de facilitadores internacionales si fuera necesario. Pagando, se entiende. Y en el quinto, se mostraban dispuestos a organizar un comité de seguimiento.
Aquella Conferencia contó con la presencia de todos los partidos, excepto el PP, aunque no consta que se opusiera con gran vehemencia, salvo la honrosa excepción del presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti. Las personalidades internacionales eran un político en activo (Gerry Adams, presidente del Sinn Fein) y cinco en la reserva, en su condición de ex, cuatro de ellos de la Internacional Socialista.
Santiago González, EL MUNDO 02/11/12