El gobierno tripartito está estudiando poner una colonia de monos rabones autóctonos en el monte Igueldo. Una delegación del PNV ha viajado a Gibraltar para «conocer la realidad política» de esta especie protegida y su impacto en la Soberanía del Peñón.
La influencia de la colonia de monos gibraltareños en el estatus de la roca ha sido analizado cuidadosamente por Joseba Eguibar y el equipo de diputados peneuvistas desplazadas al enclave.
Esta visita ha destapado una de las medidas estratégicas del Plan de Ibarretxe más celosamente guardadas en secreto. Se ha sabido que están acelerándose los preparativos para acondicionar el monte Igueldo de San Sebastián como un ecosistema euskeldun que mantenga a los monos rabones, libre de influencias extrañas.
Un decreto de Presidencia ha creado la Subdirección General de Pureza de Sangre, que se encargará de la utilización de células madres de algunos burukides (dirigentes del PNV) en la clonación de los nuevos vecinos de Igueldo, para asegurar el 0 Rh negativo que distinguiría a los [monos] vascos-vascos de los meramente vascos.
El ex-obispo Setién ha manifestado sus dudas canónicas acerca de dicho plan de clonación. No obstante ha reconocido que el proyecto le parece ilusionante, porque acerca a la paz y a la convivencia [con los monos].
Sobre el viaje de los representantes del Partido a Gibraltar y en relación con los monos, se me ocurre que para evitar problemas sobre la raza de los mismos (si el tripartito considerase definitivamente implantarlos en la patria vasca) estos rabones deberían ser klonados con la célula madre de algún vasco sacado de la sección eusko-txotxolos. Eso sí, siempre que los obispos vascos permitan la klonación. Y para evitar que fomenten el konflicto, obligarles a que lean Kili-Kili ¡que hay muchos que salen rana!
(FENIX 16/1/2003)
Agencias, 15/1/2003