El secretario general de la Organización de Pueblos y Naciones No Representados pide a ETA que siga el camino de la no violencia.
La mediación internacional debería apoyar el paso dado por ETA y Batasuna declarando un alto el fuego para garantizar que se adopte una solución no violenta sobre los derechos de los vascos y terminar con uno de los más largos y debilitados conflictos de Europa.
La Haya, 1 de octubre de 2010 – El secretario general de la Organización de Pueblos y Naciones No Representados (UNPO) observa con gratitud el creciente número de movimientos independentistas que, en los últimos años, ha rechazado la violencia y ha aceptado los principios de la democracia como único fundamento para discutir sobre sus derechos.
UNPO conoce bien que muchos debates importantes sobre independencia, tanto cultural como política y de derechos lingüísticos, continúan sin resolverse y, sin embargo, nuestras experiencias con los 52 miembros de UNPO demuestran fehacientemente que, una absoluta e incondicional adhesión a los principios de la no violencia es fundamental para establecer la confianza mutua y el respeto como requisito previo para el éxito y la negociación de tales cuestiones.
Por lo tanto, el secretario general de UNPO se felicita por la reciente decisión de Euskadi Ta Askatasuna (ETA) de aceptar la propuesta para la mediación internacional en sus negociaciones con el gobierno español y su reconocimiento de los principios democráticos como la única forma válida para una solución pacífica y duradera de su conflicto.
UNPO conoce y respeta el valor que tiene entrar en estas negociaciones. Sin embargo, finalizar ciclos violentos requiere no sólo romper con el pasado, sino también comprometerse a empezar de nuevo.
Además, el secretario general de UNPO pide tanto a ETA como a Batasuna que sean todavía más valientes al comprometerse con los principios de no violencia contemplados en el Convenio UNPO. Semejantes actuaciones deberían indicar claramente al gobierno español, a la Unión Europea y al resto del mundo, que estas organizaciones desean, de una vez por todas, introducirse en la comunidad de actores no estatales responsables comprometidos con un debate democrático sobre los derechos individuales e independencia.
UNPO, 1/10/2010