En opinión del gobierno de los Estados Unidos, el terrorismo etarra encuentra cobijo en la isla caribeña. Y este detalle no ha pasado desapercibido para los periodistas extranjeros que durante la primera semana de enero dedicaron espacios importantes en sus medios a la noticia. Sin embargo, el periódico económico editado en Los Ángeles y de difusión nacional, Investors Business Daily, dedicó un editorial al tema.
CUBA: PATROCINADOR DEL TERRORISMO
Terrorismo: Cuba ha protestado por haber sido incluida por Estados Unidos en la lista de naciones que simpatizan con el terrorismo que prevé controles adicionales en los aeropuertos. Pero una mirada al historial del país como amparador del terrorismo demuestra que se merece esta clasificación.
El martes, Cuba atacó a los Estados Unidos por incluirla en una lista de 14 países cuyos ciudadanos que lleguen en los vuelos a EE.UU. deberán ser objeto de un examen extra debido al intento de ataque terrorista de Detroit del día de Navidad.
“Todo el mundo sabe que tienen motivaciones políticas y sólo se han diseñado para justificar el bloqueo contra Cuba” protestó el jueves ante Associated Press un responsable del Ministerio de Asuntos Exteriores de Cuba. Y columnistas como el del Washington Post, Eugene Robinson, se hicieron eco de este asunto argumentando que Cuba no pertenecía a esa lista porque los cubanos de a pie no tenían acceso a explosivos y carecían de historias de Islam radical.
La discusión plantea la pregunta. No, Cuba no es como Somalia, caldo de cultivo de terroristas. Pero es un estado que ampara el terrorismo. Desde que en 1982 se ganó esa designación, proporcionando un apoyo crítico a grupos terroristas. “Sin estados patrocinadores, los grupos terroristas hubieran tenido mayores dificultades para obtener los fondos, armas, materiales y áreas seguras que necesitan para planificar y desarrollar operaciones”, asegura la web del Departamento de Estado.
Lo contrario de lo que alega el gobierno de Cuba, para el que no se basa en asuntos políticos sino en criterios muy concretos. ”Pensamos que es una designación merecida”, dijo el miércoles el portavoz del Departamento de Estado, P. J. Crowley.
Tiene razón. Cuba es un enemigo que apoyará a cualquier grupo que tenga objetivos violentos en Estados Unidos, incluyendo a los amparadores del terrorismo como Irán e incluso Al-Quaeda. Parece que la dictadura ha estado bastante tranquila últimamente, especialmente a la hora de dar refugio a terroristas y blanquear dinero en efectivo, pero eso no durará.
Su proyecto actual es suavizar las relaciones con el líder del terrorismo de Irán, ofreciendo servicios de comunicaciones para el espionaje contra Estados Unidos así como interferencias en las comunicaciones de los disidentes desde su base de Bejucal.
También está albergando a algunos de los más odiados terroristas del mundo, que se conocen entre ellos en La Habana. De España, los terroristas vascos de ETA (que tiene conexiones con Al-Quaeda) encuentran un techo en La Habana. De Colombia, las FARC y el ELN, a quienes noticias recientes fuera de África parecen relacionarlos con el tráfico de drogas, también disfrutan de la bienvenida en Cuba.
Además de esto, peligrosos terroristas del pasado también pernoctan en la isla de la dictadura. Algunos de los 77 fugitivos americanos, como terroristas de Puerto Rican Machetero y Panteras Negras como Assata Shakur, prófugo de la justicia desde hace décadas, ahora se esconden en la Habana.
Editorial en INVESTORS BUSINESS DAILY, 6/1/2010