Juan Mari Gastaca, EL PAÍS, 7/12/11
Entrevistado por Carlos Francino en la Cadena Ser, Iñigo Urkullu abrió intencionadamente hace unos días la puerta a la especulación sobre la posibilidad de que aspire a convertirse en candidato a lehendakari del partido que preside, el PNV. ¿Por qué lo hizo? En un político curtido como él, prudente y calculador, apenas hay quien cree que su respuesta fue consecuencia de un lapsus. De hecho, ni siquiera se apresuró a zanjar el debate que se abría por sus sorprendentes declaraciones. En su círculo más próximo se resta trascendencia pero, por si acaso existe una voluntad soterrada, Joseba Egibar, reacio sin duda a que Urkullu diera este paso, ya se ha manifestado en contra apelando a la escisión que en su día provocó Carlos Garaikoetxea al reclamar que se acabara con la bicefalia históricamente admitida en la formación nacionalista. Y para mantener la llama viva, desde el propio partido se recuerda que los estatutos no hay ninguna norma que impide al presidente del PNV presentarse a candidato a lehendakari.
¿Puede ser Urkullu el candidato del PNV a lehendakari? En la dirección del EBB admiten que si fuera por la militancia, no habría duda alguna para su proclamación. Y es que Urkullu se ha vaciado durante la campaña electoral del 20-N, consciente de lo que se jugaba su partido que ve ya directamente amenazada su supremacía en el País Vasco por la izquierda abertzale. Sin embargo, los resultados, en base principalmente al éxito en Bizkaia donde ha logrado tres de sus cinco diputados, han avalado su discurso donde conviven la aspiración identitaria y la gestión diaria de la crisis económica. Con todo ello, se ve más legitimado para liderar el proceso de renovación interna que le asegura un equipo de dirección muy próximo a partir del 15 de enero próximo y que, de paso, le permite reducir la contestación localizada en las territoriales de Gipuzkoa y Álava.
¿Le interesa a Urkullu? Es imposible obtener ahora una respuesta de sus labios. De entrada, porque el proceso de designación todavía no ha llegado. Además, no será él quien dé el primer paso. Ahora bien, si se crea una corriente de opinión dentro del partido en favor de su candidatura sin duda que le obligará a posicionarse con rapidez. No hay quien descarta que si eso ocurriera, nada le impediría continuar con sus responsabilidades de presidente del PNV, concurrir a las elecciones autonómicas como candidato y si se convierte en lehendakari, abandonar su actual responsabilidad.
Juan Mari Gastaca, EL PAÍS, 7/12/11