Editorial-El Español

  • El Supremo investigará si los documentos de Aldama son o no ‘una inventada’

Pedro Sánchez definió el pasado 21 de noviembre las declaraciones del empresario Víctor de Aldama frente al juez del ‘caso Koldo’ como «una inventada» y pidió pruebas de sus denuncias. «La estrategia de defensa de este personaje es la mentira» dijo.

Víctor de Aldama ha respondido ya al presidente y empezado a entregar al juez los documentos que probarían sus denuncias.

Esos documentos sugieren la existencia de una trama de corrupción consolidada, estable en el tiempo y enraizada en el Gobierno de Pedro Sánchez. Una trama que incluye el pago de comisiones por varias constructoras para la adjudicación de obras públicas.

Comisiones de las que sería destinatario, entre otros, el exministro de Fomento José Luis Ábalos.

Varias de las informaciones publicadas por EL ESPAÑOL, así como por otros medios nacionales, son indiciarias de la veracidad de las afirmaciones de Aldama. Por ejemplo, la noticia de que la constructora Azvi fichó a Koldo por 6.000 euros al mes y un 0,75% de cada obra tras obtener 165 millones de euros en contratos durante la era Ábalos.

O la foto de Koldo García con el constructor José Ruz, tras recibir de Fomento una obra de 80 millones de euros y pagar 70.000 a Aldama.

Es el momento, por tanto, de que el Supremo investigue la información incluida en esos documentos y averigüe si los pagos que se listan en ellos, y que involucran de forma muy clara al número dos de Pedro Sánchez tanto en el Gobierno como en el PSOE, son o no «una inventada».

Aldama ha asegurado también que alquiló para el ministro Ángel Víctor Torres, actual ministro de Política Territorial y expresidente canario, un piso ‘franco’ de la calle Atocha en el que este mantenía encuentros íntimos y de otra naturaleza con «otras personas».

«En este contexto se produce la solicitud a Víctor de Aldama del abono de 50.000 euros para Torres, a lo que Aldama se negó», dice el escrito entregado por el empresario y que desde hoy está en manos del instructor del Tribunal Supremo.

El juez ha dado además orden a la UCO de que «verifique» las manifestaciones realizadas por Aldama en su declaración del pasado 21 de noviembre.

El empresario, por su parte, ha vinculado también a Ángel Víctor Torres y al hijo de Ábalos con el cobro de comisiones.

Ha dicho que intentó que Sánchez recibiera a un empresario amigo y que este fue «remitido» por Iván Redondo al Ministerio de Transición Ecológica.

Y ha insistido en que entregó 25.000 euros a Carlos Moreno, jefe de gabinete de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, a cambio del aplazamiento de una deuda tributaria.

La presunción de inocencia sigue en pie para todos aquellos a los que Aldama ha implicado en la trama de corrupción del ‘caso Koldo’.

Pero es innegable que el empresario empieza a encajar de forma evidente en la figura del arrepentido que entrega al juez toda la información de la que dispone a cambio de un aligeramiento de su condena.

El hecho de que Aldama no sólo no esté negando las acusaciones que pesan sobre él, sino que esté aportando pruebas de esas acusaciones, mientras demuestra la implicación de varios miembros del Gobierno en la trama corrupta, aporta un plus de credibilidad a sus denuncias.

El Gobierno ni siquiera ha disfrutado de 48 horas de tregua tras la burbuja de irrealidad que fue el Congreso del pasado fin de semana en Sevilla. Y las nuevas revelaciones de Aldama a la causa estrechan un poco más el cerco sobre Pedro Sánchez, cuyas responsabilidades políticas son ya imposibles de negar.