EL MUNDO – 30/10/16
· El Grupo Parlamentario Socialista en el Congreso sufrió ayer la fractura más importante de su historia en Democracia.
· La nueva dirección del PSOE quería dar una imagen de autoridad y unidad cuando decidió imponer la abstención en bloque –en contra del criterio de más de la mitad de los barones y de buena parte de los diputados–, pero 15 parlamentarios de 83 (un 18%) quebraron esa falsa unidad.
A pesar de la dimisión de Pedro Sánchez por la mañana, de las llamadas al orden y de las amenazas veladas, los 14 parlamentarios ya previstos y una más decidieron mantener su compromiso electoral y votar no a Rajoy.
Otros 68 acataron y votaron abstención para hacer presidente del Gobierno a Mariano Rajoy.
A los siete diputados del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC), se unieron ayer en el no Margarita Robles y Zaida Cantera (Madrid), Sofía Hernanz y Pere Joan Pons (Baleares), Susana Sumelzo (Zaragoza), Odón Elorza (Guipúzcoa), Rocío de Frutos (Orense) y Mari Luz Seijo (Palencia), 15 en total. Otras dos, Adriana Lastra y María González Veracruz, se abstuvieron «por imperativo», como proclamaron al votar. Y algunos, como la gallega Pilar Cancela, votaron y salieron después llorando del Hemiciclo.
El portavoz de la Comisión Gestora, Mario Jiménez, valoró como más grave la desobediencia de los seis diputados que son militantes del PSOE, restando importancia a las dos independientes (Robles y Cantera) y a los diputados catalanes. Sin querer amenazar con castigos, sí advirtió que «la dirección tomará sus decisiones» con respecto a ellos.
El bochorno de los diputados socialistas fue general. A la vergüenza que supuso para muchos abstenerse se sumaron los insultos y descalificaciones que tuvieron que escuchar por parte de casi todos los portavoces de la izquierda de la Cámara.
Gruesos fueron los calificativos y expresiones usados contra los socialistas por los portavoces de Podemos, En Comú Podem, Izquierda Unida, En Marea, Compromís, Bildu y del Partit Demòcrata Català.
Especialmente mal sentaron a los socialistas las palabras del portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Gabriel Rufián, que insultó a Felipe González y a Susana Díaz, «una cacique que gobierna el territorio con más paro de Europa».
El portavoz socialista, Antonio Hernando, pidió la palabra para contestarle. Su réplica obtuvo el aplauso unánime de toda la derecha del Hemiciclo: PP, Ciudadanos y PNV, además de parte del PSOE.
Hernando celebró en su intervención que «hoy se acaba el bloqueo político» gracias al PSOE. Pero a partir de la abstención, aseguró, ni Rajoy «ni su proyecto» cuentan con el apoyo del Grupo Socialista.
El PSOE mantendrá al Gobierno, dijo Hernando, «bajo estrecha vigilancia». Aunque no descartó que los socialistas puedan apoyar los Presupuestos Generales del Estado, en contra de lo que dijo hace una semana el presidente de la Gestora, Javier Fernández, y otras propuestas que haga el Gobierno «si son positivas para España».
Hernando –que no fue aplaudido por varios diputados del Grupo Socialista, pero sí por todos los del PP– aseguró que al PSOE no le gustan Rajoy, ni sus políticas. Y justificó que su partido ha optado por hacerle presidente para que «no se deterioren más las instituciones».
Quiso dejar claro que el PSOE no va a «convalidar» las reformas del PP, ni va a «perdonar su corrupción». Eso a pesar de que él mismo dijo hace sólo dos meses que la abstención de los socialistas supondría «indultar la corrupción de Rajoy». El ahora también presidente del Grupo Socialista dijo a Rajoy que está dispuesto a valorar las iniciativas que presente y aseguró que podrán votarlas a favor si los populares les «convencen».
EL MUNDO – 30/10/16