Cristian Campos-El Español

1. «La corrupción actúa como un agente disolvente y profundamente nocivo para cualquier país» dijo Pedro Sánchez el 31 de mayo de 2018, durante la moción de censura contra Mariano Rajoy.

Parecía una crítica al presidente del Gobierno y su partido.

Pero era el programa de gobierno de Sánchez.

2. También dijo Sánchez que «la corrupción destruye la fe en las instituciones, y más aún, en la política, cuando no hay una reacción firme desde el terreno de la ejemplaridad».

Veremos qué ejemplaridad aplica Sánchez a las revelaciones de Aldama y hasta qué punto permite que la «antipolítica» ocupe el lugar de la política en España. Porque ese va a ser el resultado previsible de las declaraciones de Aldama si Sánchez no da esta misma tarde una respuesta contundente, creíble y verificable a ellas.

3. De momento, el PSOE ha iniciado acciones legales «inmediatas» contra Víctor de Aldama. ¿Qué otra opción le quedaba?

4. ¿Tiene pruebas Aldama para sustentar sus acusaciones? No parece precisamente tonto, Aldama. Corrupto, puede ser. Tonto, no.

Lo cierto es que nadie se lanza en tromba contra el presidente del Gobierno, con unas acusaciones que podrían llevar a este, a su mujer y a sus ministros directamente a prisión, sin pruebas que lo sustenten.

¿En qué beneficia a Aldama, por ejemplo, su revelación sobre Santos Cerdán? ¿Y sobre Teresa Ribera? ¿Y sobre Ángel Víctor Torres? ¿De qué manera sale beneficiado tras implicarles en la trama?

De ninguna manera. Es más: esas declaraciones le perjudican personalmente.

Sólo un idiota mentiría para autoinculparse. Y Aldama no es idiota.

5. «Víctor de Aldama no tiene ninguna credibilidad» ha dicho Santos Cerdán, al que Aldama ha acusado de pedir 15.000 euros a la trama corrupta. Mordida que le habría sido entregada al número tres del PSOE en un bar cercano a Ferraz.

El problema es que lo dice el secretario de Organización de un partido que perdió esa credibilidad hace mucho tiempo.

6. El presidente empeñó hace semanas su palabra durante un off the record frente a varios periodistas al prometer que no había cruzado «jamás» una sola palabra con Aldama. Aldama ha afirmado hoy que Sánchez miente.

«Gracias por lo que estás haciendo, me tienen informado» le dijo Sánchez a Aldama, según el propio Aldama.

¿Y qué creía Sánchez que estaba haciendo Aldama?

7. «A mí me hacen ir al acto del PSOE porque Sánchez quería conocerme» ha dicho Aldama. O sea, que no es Aldama el que aparece por un acto del PSOE para hacerse una foto con el presidente, sino el propio presidente el que pide conocer a Aldama.

8. Aldama no ha descrito una «simple» trama corrupta que salpica de forma directa a un ministro del PSOE e indirectamente a alguno más.

Ha descrito una organización criminal. Son tantas las ramificaciones que hoy, a sólo unas horas de su declaración, parece absolutamente imposible seguir todos los hilos.

EL ESPAÑOL los irá desentrañando a lo largo de las próximas horas y días.

9. Sorprende, dado lo demoledor de la declaración de Aldama, la levedad de la acusación contra Begoña Gómez. Apenas una reunión con Teresa Ribera acerca de un proyecto «para la España vaciada» en el que la mujer del presidente estaba implicada (sin formar parte del Gobierno ni ostentar ningún cargo institucional).

¿Se está guardando Aldama balas en la recámara, sabedor de que el verdadero punto débil emocional del presidente es Begoña?

10. Ábalos no ha ido hoy al Congreso por «asuntos familiares». Debe de ser el mismo tipo de asuntos familiares por los que el presidente ha pedido también hoy el voto telemático para no ir al Congreso de los Diputados.

11. Decía Margarita Robles que los cuarenta vuelos de los Falcon y otros aviones del Gobierno a República Dominicana eran en su mayoría «escalas».

Ya es casualidad que el Gobierno suela hacer escala en el mismo país en el que la trama corrupta guardaba el botín de sus fechorías.

12. Es el mismo tipo de casualidad que hace que el hermano de Pedro Sánchez, David Sánchez, tenga su residencia fiscal en el mismo pueblo portugués, Elvas, donde Aldama registró cuatro sociedades pantalla.

13. Víctima secundaria de las declaraciones de Aldama: Ursula von der Leyen. ¿Qué va a hacer ahora con una Teresa Ribera que ha sido mencionada de forma explícita frente al juez por el comisionista de una trama de corrupción que implica al presidente del Gobierno español, a su mujer y a varios de sus ministros?

14. Patxi López ha dicho frente a la prensa que la culpa de todo es de Mariano Rajoy. Mis más sinceras felicitaciones al brillante estratega que ha dado con esta demoledora línea de defensa.

Demoledora para el PSOE, claro.

15. En el momento de escribir este artículo, el Gobierno sigue sin dar ninguna explicación, más allá del «todo es mentira».

Al menos Rajoy se curó en salud diciendo que todo era mentira «salvo alguna cosa».

El problema es que «sólo alguna cosa» en el caso de la declaración de Aldama acaba con medio Gobierno en la cárcel.

16. Sorpresa. Los mismos medios que no dudaron ni por un segundo de la veracidad de las confesiones de Bárcenas ponen todas las prevenciones posibles en el caso de Aldama.

Hasta entre los corruptos hay clases.

17. Este es el punto clave de este artículo.

Vamos a suponer durante un segundo que Aldama, como cualquier otro investigado, esté ejerciendo su derecho a mentir frente al juez.

El problema es que el relato de Aldama encaja con tanta precisión en hechos que nadie pone en duda (permiso para comerciar con hidrocarburos, rescate de Air Europa, la cátedra de Begoña, la visita de Delcy Rodríguez, las compras opacas de mascarillas durante la pandemia) que sólo quedan dos opciones.

O lo que dice Aldama es cierto o mayormente cierto, dada la evidencia de que nada de lo explicado hoy le beneficia personalmente, sino que más bien le perjudica desde el punto de vista de su defensa jurídica.

O Aldama tiene más habilidad para hilar tramas que un guionista de Netflix.

18. Ahora se explica esta noticia que publicamos en EL ESPAÑOL hace apenas 48 horas.

19. Delcy Rodríguez ha pasado de ser una tipa incómoda que aterrizó por sorpresa en España y a la que se le dio puerta de forma diplomática a la mayor brevedad posible a interés prioritario del Gobierno, que preparó durante al menos un mes su visita.

20. Presidente y cuatro ministros en una cena con la representante internacional de una narcodictadura socialista. El simple hecho de que eso llegara a plantearse de forma seria en la Moncloa indica hasta dónde han llegado las aguas de la amoralidad en la Moncloa.

21. Y digo bien: amoralidad, no inmoralidad.

No es lo mismo.

Un inmoral sabe que existe la moral, y actúa contra ella. El amoral cree que la moral no existe, y por eso carece de freno y actúa de forma desinhibida.

22. Esto es sólo el principio. Que nadie crea que Aldama ha golpeado. Ha amagado. Es decir, ha avisado de que puede golpear. Ahora le toca mover a Sánchez.