EL MUNDO – 17/07/16
· El partido de Rivera emerge como llave para elegir presidente de la Cámara. Si el PP y el PSOE no se entienden en las negociaciones, Ignacio Prendes aparece como el candidato de consenso.
En el laberinto por el que deambula la política española, la llave de la primera puerta para atisbar la salida la guarda Ciudadanos. Con sus 32 diputados, siendo la cuarta fuerza política el 26-J, es la formación que puede desequilibrar la balanza hacia el PP o el PSOE en cuanto a la Presidencia del Congreso.
La formación de Albert Rivera negocia este fin de semana con populares y socialistas quién de los dos partidos le cede una silla en la Mesa del Congreso –órgano rector de la Cámara–, o si son los dos. Y en un escenario de enconamiento entre PP y PSOE, donde ambos quieren el sillón de mando, empieza a tomar forma una salida de consenso al bloqueo: Ciudadanos, presidente del Congreso. Desde el PP, por ejemplo, ya están dispuestos a esa posibilidad, siempre y cuando Rivera y los suyos votasen sí a Rajoy y no se quedaran en la abstención anunciada.
¿Cómo puede pasar Ciudadanos de no tener representación a ocupar el sillón más importante? Por su resultado electoral no le corresponde formar parte de este órgano: su presencia depende de la generosidad de PP (4 asientos) o PSOE (2 asientos) –los otros dos sitios, la presidencia va aparte, son para Podemos–. Pero fuentes parlamentarias reconocieron ayer que los dos grandes partidos «están en la trinchera» en cuanto a la negociación.
Los dos han reconocido que aspiran a la presidencia. Ante este bloqueo, empezaría a cobrar fuerza la opción de una salida consensuada con una presidencia naranja. Y el nombre sobre la mesa sería el de Ignacio Prendes, uno de los diputados con más experiencia en el grupo de Rivera –de hecho, ya ocupó un escaño con UPyD– y que ya integró la Mesa como secretario en la reciente y efímera Legislatura. «No es porque nosotros lo hayamos pedido ni lo hayamos propuesto. Pero parece no que desagrada a PSOE y PP, que lo preferiría antes que a Patxi López», explican fuentes parlamentarias.
Y aquí viene el matiz importante: el PP está dispuesto a dar a Ciudadanos la presidencia del Congreso a cambio del «sí» a Rajoy en la investidura. El partido de Rivera ya ha pasado del no a la abstención, sin negociar ninguna reforma a cambio, según reconoce el propio líder de Ciudadanos. Como ha informado este diario, en el PP ya tenían previsto proporcionarles un puesto en la Mesa (vicepresidencia o secretaría), a cambio de la promesa de su abstención. Ahora se trataría de sumar la Presidencia a este pacto como contrapartida al voto afirmativo.
Pero, claro, el PSOE también podría estar tentado de ceder uno de sus puestos a cambio de que Ciudadanos vote con ellos y con Podemos a favor de un presidente de la Cámara socialista. Los votos de estas tres formaciones superarían los 137 diputados del PP. Es la fórmula con la que Pedro Sánchez buscaría propiciar la primera derrota de Rajoy.
Partiendo de estos dos planteamientos, Ciudadanos espera rentabilizar al máximo las negociaciones. En el partido de Rivera insisten en desligar esta negociación de la investidura, tarea bastante compleja, pues la confección de la mesa puede suponer un esbozo del dibujo final que posibilite la Legislatura. «No vamos a aceptar un sillón si eso supone comprometer nuestra decisión de voto», insistió un destacado miembro del grupo parlamentario de Ciudadanos. Rivera, tras su reunión con Rajoy, dijo que no habían tratado este asunto.
La posición de partida de Ciudadanos era la de repetir el mismo dibujo que en enero: esto es, la presidencia para el PSOE y dos sillas para ellos. «No terminó de funcionar mal del todo», concluyen en Ciudadanos. Esa composición permite la presidencia al PSOE, pero la mayoría de la Mesa a PP y Ciudadanos, que con cinco miembros sumarían más que los cuatro de PSOE y Podemos.
Pero no cierran la puerta a ninguna posibilidad. Consideran que hay muchas variantes abiertas y que, seguramente, hasta el lunes no haya fumata blanca. Pero entre las opciones podría llegar a estar la de presentar una candidatura a la presidencia, «siempre y cuando tuviera los apoyos de PP y PSOE. Sólo si hay un acuerdo a tres y PP y PSOE siguen enconados», admitían ayer fuentes conocedoras de la negociación.
Ese acuerdo a tres es la opción preferente para Ciudadanos, que, en principio, no se sumaría a una alianza con PSOE y Podemos.
El partido de Pablo Iglesias ha quedado desplazado del marco de las negociaciones. Tiene dos puestos en la Mesa y será los que tenga.
El foco, por tanto, está en Ciudadanos y a quién termina diciendo sí quiero. Parece seguro que tendrá, al menos, una silla de las nueve y sólo con esa tendrá la llave para decidir las votaciones. Una posición de fuerza. Entre las labores de la Mesa del Congreso está la de la calificación sobre los escritos y documentos parlamentarios, la decisión sobre su admisibilidad y procedimiento de tramitación y otras funciones previstas en el Reglamento.
La presidencia de la Cámara Baja supone ostentar la representación de la tercera autoridad del país, por detrás del Rey y del presidente del Gobierno. Concede visibilidad y notoriedad.
El Congreso se constituye este martes. Y se elige la Mesa. Un primer paso de cara a que la Legislatura arranque. Una primera pista de las conversaciones «discretas» a las que aluden todos los partidos. Un primer paso para que la balanza se incline.
CÓMO SE ELIGE A LOS MIEMBROS DE LA MESA
Presidente. Cada Diputado escribirá sólo un nombre en la papeleta. Resultará elegido el que obtenga el voto de la mayoría absoluta de los miembros de la Cámara. Si ninguno obtuviera en primera votación dicha mayoría, se repetirá la elección entre los que hayan alcanzado las dos mayores votaciones y resultará elegido el que obtenga más votos.
Vicepresidentes y secretarios Los cuatro Vicepresidentes se elegirán simultáneamente. Cada Diputado escribirá sólo un nombre en la papeleta. Resultarán elegidos, por orden sucesivo, los cuatro que obtengan mayor número de votos. En la misma forma serán elegidos los cuatro Secretarios.
Vacantes. Serán cubiertas por elección del Pleno siguiendo la mecánica anterior.
EL MUNDO – 17/07/16